13 de sep. (Dow Jones) -- Después que Elvira Nabiullina, la jefa del banco central de Rusia, decidió clausurar una gran institución crediticia el año pasado por supuestamente falsificar cuentas, la oficina del procurador general de la nación emitió la orden de que se respetara el funcionamiento del banco.

Ella lo cerró de todas maneras.

En sus cinco años en el cargo, Nabiullina ha cerrado cientos de bancos en situación precaria, ha obstaculizado el éxodo de la riqueza rusa al exterior y ha transformado la política monetaria para llevar la inflación a mínimos históricos. Eso le ha merecido una libertad inusual para tomar decisiones difíciles, incluso si eso significa afectar intereses poderosos.

Pensar en Nabiullina simplemente como banquera central es subestimar la importancia de su papel. Mientras el presidente Vladimir Putin se esfuerza por devolverle a Rusia al estatus de gran potencia, desafiando a Estados Unidos y Europa desde Siria hasta Ucrania, su trabajo es apuntalar la economía en un trasfondo de volátiles mercados petroleros y sanciones. La capacidad de Rusia para lograr su cometido dependerá en gran medida de si Nabiullina puede mantener estable el sistema financiero.

Dado el desordenado y corrupto sistema bancario de Rusia, eso es un desafío. Ella ha tenido dificultades para regular algunos bancos estatales, dijeron analistas, y su trabajo se ha vuelto más difícil por las inminentes y nuevas sanciones estadounidenses contra Moscú debido al ataque con un químico contra un ex espía ruso en Reino Unido. Moscú ha negado reiteradamente su participación.

Nabiullina se ha ganado el elogio público de Putin, que rara vez alaba a sus subordinados, así como también del extranjero. El año pasado en el Kremlin, Putin le dijo que “bajo su liderazgo, el banco central ha hecho mucho para estabilizar la situación económica”. Administradores de grandes fondos de inversión, desde Pacific Investment Management hasta Pictet Asset Management, califican a Nabiullina como uno de los banqueros centrales más hábiles del mundo. Christine Lagarde, directora general del Fondo Monetario Internacional, la elogió en mayo por establecer “estándares de calidad en la política macroeconómica”.

Los inversionistas internacionales se han arremolinado en los bonos del gobierno ruso, a pesar del débil crecimiento económico del país, el debilitamiento de la moneda y el recrudecimiento de las sanciones de Estados Unidos.

“Claramente, Nabiullina recibió un mandato del más alto nivel del gobierno para generar estabilidad económica”, dijo Kirill Lukashuk, jefe del sector financiero de la agencia calificadora ACRA. “El gobierno se dio cuenta de que el país no puede estar estable sin tener un sector bancario saludable, fuertes reservas y una baja inflación”.

En una entrevista, Nabiullina dijo que su táctica ha sido mejorar la salud del sector bancario de Rusia. “Para todos, fue obvio para algo tenía que hacerse”, dijo. “En las circunstancias en que comenzamos a enfrentar los desafíos externos y los riesgos geopolíticos, el sistema financiero tenía que volverse muy sólido y estable”.

Putin ha expresado su “muy, muy alto aprecio” por el trabajo de Nabiullina “dado el entorno macroeconómico tan complicado y el entorno internacional tan agresivo hacia Rusia", dijo el portavoz presidencial Dmitry Peskov. “Su posición requiere más independencia . . . ya que el banco central es independiente de acuerdo con nuestro sistema legislativo”, agregó.

Cuando Nabiullina se hizo cargo del banco central de Rusia en 2013, ésta era una institución soñolienta con personal poco capacitado y poderes limitados, dijeron inversionistas y banqueros. Putin criticó a sus predecesores por carecer de la voluntad para limpiar los bancos del país.

En 2006, el funcionario del banco central responsable de la modernización del sistema, Andrey Kozlov, fue asesinado en su automóvil. El financiero ruso Alexey Frankel, cuya licencia bancaria Kozlov había revocado ese mismo año, fue posteriormente declarado culpable de organizar el asesinato.

Hoy, guardaespaldas acompañan a Nabiullina incluso dentro de sus oficinas centrales.

Los detractores incluyen asesores presidenciales e industriales que dicen que su enfoque en una baja inflación y una regulación estricta está sofocando la economía.

“De la estabilidad al estancamiento solo hay un pequeño paso”, dijo Andrey Sokolov, presidente de la mayor institución crediticia de Rusia, Alfa Bank.

Hay alrededor de 480 bancos activos en Rusia, el triple que en Brasil, país que tiene una economía de tamaño similar. Los 20 bancos más importantes de Rusia, sin embargo, representan 70% de los activos bancarios. Casi un tercio del sistema bancario está en manos del banco estatal Sberbank, el sucesor del monopolio bancario estatal de la Unión Soviética.

Veteranos de la industria dijeron que antes de que Nabiullina asumiera el control del banco central, las licencias bancarias se usaban principalmente como mecanismos para canalizar dinero al exterior y procesar acuerdos con información privilegiada.

“Solíamos leer un periódico por la mañana, ver los acuerdos bancarios y decir: eso es fuga de capitales, y eso es una pérdida de activos", dijo Sergey Khotimskiy, cofundador de uno de los bancos privados más grandes de Rusia, Sovcombank. “Los esquemas de enriquecimiento dudosos eran obvios para todos”.

La crisis financiera mundial de 2008 expuso la debilidad del sistema. Los préstamos indiscriminados dejaron a los bancos con montañas de deudas incobrables, que camuflaron con ejercicios de balances cada vez más elaborados, dijo Mikhail Zadornov, un veterano banquero estatal. Las quiebras bancarias crecieron como bola de nieve, dejando que el estado pagara las cuentas de los depósitos asegurados.

Los problemas bancarios desaceleraron la recuperación económica de Rusia, lo que convenció a Putin de actuar. El presidente vio en Nabiullina a una funcionaria leal que tenía la experiencia y los arrestos para limpiar el sistema financiero, de acuerdo con dos personas que eran asesores del gobierno en ese momento.

Putin la nombró como su asesora económica en 2012, y directora del banco central al año siguiente.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo                             

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Fecha de publicación: 13/09/2018

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