López Obrador planea reforma laboral que apoye al trabajador

19 de sep. (Dow Jones) -- Andrés Manuel López Obrador, el presidente electo de México, está preparando una iniciativa tendiente a reformar el sistema de contratos colectivos del país a fin de mejorar los salarios y ayudarle a México a cumplir con las provisiones de derechos laborales del reciente acuerdo comercial al que llegó con Estados Unidos, dijo recientemente una colaboradora cercana.

López Obrador tiene como meta proscribir los llamados acuerdos de protección, o contratos colectivos de trabajo, firmados por líderes sindicales y empleadores sin el consentimiento de los trabajadores, al exigir que los sindicatos demuestren que cuentan con el respaldo de por lo menos 30% de los trabajadores antes de firmar cualquier contrato, dijo Luisa María Alcalde, quien ha sido designada para fungir como titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social cuando la nueva administración asuma funciones el 1 de diciembre.

“Esos contratos están podridos desde el principio”, dijo Alcalde en una entrevista. “Es hora de que los trabajadores mexicanos decidan por sí mismos quién debe representarlos”.

Tal vez igual de importante es que Alcalde dijo que los acuerdos de protección existentes también deberían ser legitimados en los próximos años por medio de votaciones secretas entre los trabajadores.

Desafortunadamente, nueve de cada 10 contratos colectivos de trabajo suscritos en México se acuerdan sin el consentimiento, y en ocasiones sin el conocimiento, de los trabajadores de una empresa, estiman los expertos.

Alcalde, de 31 años e hija de un prominente abogado laboral, tiene una maestría en leyes de University of California, campus Berkeley, así como un título en derecho mexicano.

Por otra parte, López Obrador, quien ganó las elecciones presidenciales del 1 de julio de manera rotunda, hizo una campaña con la promesa de mejorar la situación de los trabajadores en México, donde los salarios mensuales promedio rondan los seis mil pesos mensuales.

La administración del presidente estadounidense Donald Trump también ha insistido en que un renovado Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) incluya medidas para aumentar los bajos salarios de México, algo que Trump ve como competencia comercial desleal.

Los datos del gobierno mexicano muestran que los trabajadores de la manufactura en México ganan unos 12.5 pesos por hora en promedio, mientras que los trabajadores de las fábricas en Estados Unidos ganan alrededor de 136 pesos por hora, 10 veces más.

Lo cual es una de las razones por las que algunas empresas estadounidenses prefieren fabricar sus bienes en México y no en Estados Unidos.

El acuerdo comercial preliminar al que llegaron México y Estados Unidos a finales de agosto pasado, que servirá como base del nuevo TLCAN, si es que Canadá llega a un acuerdo con Estados Unidos, incluye disposiciones laborales obligatorias.

Una disposición permitiría a Estados Unidos imponer sanciones comerciales si México no promulga reformas laborales que garanticen los derechos básicos de los trabajadores, como el acceso efectivo a la negociación colectiva, de acuerdo con dos personas con conocimiento del acuerdo. México también acordó aprobar una nueva legislación laboral consistente con el acuerdo comercial.

“Esta es una reforma revolucionaria. Los contratos colectivos de trabajo son una carga enorme para el país, y la representación [del trabajador] implicará una mejor distribución de la riqueza”, dijo Álvaro Altamirano, un abogado especializado en derecho laboral que trabajó para Volkswagen y Audi en México.

El disfuncional sistema de contratación colectiva de México ha mantenido los salarios deprimidos durante décadas, y las condiciones laborales no han mejorado significativamente para millones de trabajadores, de acuerdo con los expertos.

Las actuales leyes laborales no requieren que los sindicatos demuestren que representan a los trabajadores antes de firmar un contrato colectivo de trabajo. Las firmas del empleador y del líder sindical son suficientes, si un acuerdo está debidamente registrado ante las autoridades laborales.

La planeada legislación complementaría una enmienda constitucional que se promulgó en febrero de 2017 pero que no ha entrado en vigor debido a que no se han aprobado las leyes secundarias, las cuales están pendientes.

Legisladores dijeron que la legislación sería aprobada antes de fin de año. El partido Morena, al que pertenece López Obrador y sus aliados, tienen la mayoría en ambas cámaras del Congreso.

Además de que los sindicatos necesitan demostrar que representan al menos a 30% de los trabajadores para poder firmar un contrato colectivo de trabajo en virtud de la nueva legislación, ella añadió que estos requerirían la aprobación de la mayoría si dos o más sindicatos luchan por obtener un contrato. Los líderes sindicales también deberán ser elegidos mediante votación secreta.

Las leyes propuestas, si se implementan completamente, aumentarán los salarios mexicanos, mejorarán las condiciones laborales y ayudarán a aumentar la productividad de las empresas, dijo Alcalde. Algunos líderes empresariales están preocupados, sin embargo, de que el nuevo modelo pueda aumentar los conflictos laborales y desalentar la inversión.

La legislación crearía un organismo independiente que garantice que los trabajadores están efectivamente representados. Las copias de los contratos estarán disponibles en internet por primera vez.

Durante años, muchas empresas estuvieron a favor de los acuerdos colectivos de trabajo porque mantienen los salarios bajos y los márgenes de ganancias altos, al tiempo que evitaban con ellos costosas huelgas.

Claro que bajo la nueva legislación, las empresa podrán contar también con protección frente a las amenazas comunes de huelga que han servido hasta ahora como un medio de extorsión por parte de falsos sindicatos que no representan de manera legítima a sus trabajadores, dijeron abogados laborales.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo