Amafore respalda reformar SAR, planes posponer edad para retiro

20 de sep. (Sentido Común) -- La Asociación Mexicana de Administración de Fondos para el Retiro (Amafore) considera que la llegada de un nuevo gobierno al país y que encabezará Andrés Manuel López Obrador, abre una ventana para implementar reformas al Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) a fin de garantizar su viabilidad futura.

     Entre los temas pendientes por analizar por la próxima administración federal están los modelos de afiliación, el impulso al ahorro voluntario e incluso políticas que fomenten inversiones por parte de los administradores de los fondos en instrumentos sustentables.

     “Las pensiones son un tema crucial por su impacto social, sobre las finanzas públicas y, en general, para el desarrollo de México”, dijo Carlos Noriega, presidente de Amafore, en una conferencia para promover la próxima convención nacional del sector. “Este año la convención ocurre en una coyuntura muy importante para nuestro país, estamos por iniciar una nueva administración federal, que abre una serie de oportunidades”.

     La asociación considera que el gobierno de López Obrador tiene un buen potencial para lograr consensos entre partes muchas veces antagónicas entre sí a la hora de impulsar políticas relacionadas con el retiro y las pensiones, como lo son el sector financiero, patronal y obrero.

     De hecho el título de la tercera convención de las afores, como mejor se conoce a las administradoras de los ahorros para el retiro de los trabajadores, será “Hacia el fortalecimiento del sistema de pensiones, construyendo una agenda nacional de reformas”.

     Amafore pretende destacar los logros del SAR, que lleva 21 años en operación, así como generar un debate público que analice el sistema de manera que las recomendaciones de distintas voces le ayuden a construir propuestas concretas para el nuevo gobierno.

     Por eso, el directivo no detalló los aspectos que considera deberían cambiar, los cuales serán abordados en la reunión que se llevará a cabo a comienzos de octubre.

     El equipo de López Obrador ya ha dado pistas sobre el tema de las pensiones, una de las más recientes fue la posibilidad de aumentar la edad de retiro.

     Carlos Urzúa, el futuro secretario de Hacienda y Crédito Público, dijo que la pensión universal para adultos mayores que planea otorgar el futuro gobierno comenzará a aplicar a partir de los 68 años de edad, o tres años más tarde que muchos de los programas similares para ese grupo poblacional.

     Amafore respaldó el planteamiento de la próxima administración federal por proponer una edad mayor para recibir la pensión universal, con base en la creciente longevidad de la población mexicana. Además, algunos de los futuros funcionarios del próximo gobierno han señalado que estarían dispuestos a revisar el planteamiento de retrasar la edad para el retiro de 65 a 68 años de edad, como han sugerido muchos que han visto en aplazamiento para recibir la pensión universal del futuro gobierno, como una buena señal en ese sentido y en la dirección correcta.  

     El gobierno que liderará el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), también ha mencionado que buscará reformar el SAR, aunque no ha sido específico en cuanto a los puntos susceptibles de modificaciones.

     Algunos organismos internacionales, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ya han señalado que el sistema de retiro mexicano necesita, entre otras cosas, incrementar la competencia entre las administradoras de ahorro para el retiro, elevar las tasas de contribución y flexibilizar las limitaciones de inversión de las afores para garantizar la rentabilidad de las pensiones para los trabajadores cuando lleguen a la hora del retiro. 

     “Los rápidos y significativos cambios demográficos, el largo periodo de transición de las reformas pasadas y los numerosos esquemas que todavía no se han reformado pueden conducir a una fuerte presión fiscal durante un periodo prolongado”, dijo OCDE en un estudio publicado en 2016.

     Si bien, la tasa de dependencia --personas mayores por cada 100 trabajadores-- no es alta en México, va en aumento, y la informalidad del trabajo impide que se acumulen recursos suficientes para el futuro.

     En México la mitad de la población económicamente activa tiene en mente su pensión como la principal fuente de ingresos en su vejez, pero el total de personas que ahorran para su retiro es minúsculo. En México 67% de las personas que trabajan ahorran, y de ese total, solo 11% piensa en su retiro.

     La propia Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), el órgano regulador del SAR, alertó que de no modificar el sistema para el año 2030, podría ser insostenible.

     Algunas de las medidas, como elevar las aportaciones y la edad de retiro, llevan años como propuestas, pero su impopularidad entre la población las ha detenido.

     A dos de cada tres mexicanos le gustaría jubilarse a los 60 años, o antes, y el resto --uno de cada tres-- cree viable hacerlo después de los 65.

     Incluso el gobierno, que todavía no entra en funciones, ya encontró voces en el Senado en contra de su propuesta para aplazar la edad para recibir la pensión universal, particularmente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el partido del presidente Enrique Peña Nieto, y que hasta hace poco se mostraba más proclive a ese tipo de planteamientos. 

     Elevar la edad a la que los adultos mayores reciben una contribución por parte del gobierno “no sólo afectaría de manera significativa la calidad de vida de millones de mexicanos de edad avanzada, sino también va en contra de la visión propia de cualquier gobierno que pretenda generar políticas públicas progresistas”, dijo la senadora priista Nuvia Mayorga en un comunicado.

     La postura de la legisladora podría interpretarse como el papel, ahora de opositor, que asumirá el PRI los próximos años como antagonista al gobierno de López Obrador en el Congreso cuando asuma el poder el 1 de diciembre, independientemente de la forma como se comportaba antes en el poder.