3 de oct. (Bloomberg) -- Hace un año, cuando el presidente estadounidense Donald Trump mencionó que su país estaba considerando una “opción militar” para Venezuela, difícilmente alguien en Washington pensó que esa era una buena idea.

Hoy, conforme Venezuela tiende a la dictadura y al colapso, provocando una crisis migratoria de millones de venezolanos, el apoyo para tal medida se está discutiendo de manera abierta. La noción de usar la fuerza para derrocar al gobierno del presidente Nicolás Maduro está ganando adherentes –aunque sigue siendo una opinión distintivamente minoritaria.

Marco Rubio, senador republicano por Florida, dijo en julio que durante años buscó una solución pacífica para Venezuela, pero ahora hay un “argumento muy fuerte” de que es una amenaza de seguridad para la región y Estados Unidos que exige el uso de tropas estadounidenses.

El mes pasado, al hablar en Cúcuta, la ciudad fronteriza colombiana que es el cruce más importante para los migrantes, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, dijo que la intervención militar no debería descartarse, aunque más tarde sugirió que sus declaraciones habían sido mal interpretadas.

 

‘Podría ser derrocado’

Pero Trump no se ha retractado. Durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, dijo a los reporteros que le preguntaron acerca de una intervención militar, que no tenía intenciones de revelar sus planes, añadiendo, “es un régimen que francamente podría ser derrocado muy rápido por el ejército, si el ejército decide hacerlo”.

Al día siguiente, señaló que estaría dispuesto a reunirse con Maduro en Naciones Unidas esa misma semana, si eso “salvara vidas”.

Fernando Cutz, quien se desempeñó como asesor en Sudamérica hasta el año pasado en el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, dijo el mes pasado en el Wilson Center de Washington que una intervención militar multilateral podría ser la mejor solución para Venezuela.

Parte de lo que está motivando el cambio de discurso es que el ejército venezolano, visto durante mucho tiempo como la columna vertebral del apoyo gubernamental, está mostrando grietas de disidencia cada vez mayores. En el pasado reciente, ha habido varios intentos militares menores por derrocar a Maduro, incluso mediante el uso de un avión no tripulado en un desfile militar.

Algunos destacados exiliados venezolanos también están apoyando la idea. Antonio Ledezma, el líder de la oposición, pidió una “intervención humanitaria”, mientras que el profesor Ricardo Hausmann, economista de Harvard que se desempeñó como ministro de planeación de la nación en la década de los noventa, dijo que la solución a la crisis está “supeditada al cambio de régimen”.

A su vez, el gobierno ha intensificado la represión, utilizando los intentos de golpe de estado y la supuesta amenaza de un ataque como pretexto para encarcelar a líderes de la oposición.

 

Halcones de la seguridad

Algo que abona a la sensación de que Washington pudiera estar aceptando la intervención, es que halcones de la seguridad con intereses en Latinoamérica están tomando posiciones en la administración de Estados Unidos. Mauricio Claver-Carone, un opositor al acercamiento a Cuba, se espera que sea nombrado director de Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos. José Cárdenas, quien está siendo considerando para ocupar un cargo en el Departamento de Estado, escribió un artículo de prensa en junio titulado “It’s Time for a Coup in Venezuela” (Es tiempo para un golpe en Venezuela).

Por supuesto, las intervenciones militares de Estados Unidos a menudo han resultado un fracaso y tiene un enorme bagaje histórico. Este tipo de acciones han generado hostilidad en Latinoamérica y cualquier movimiento liderado por Washington para derrocar a Maduro enfrentaría la oposición de los vecinos de Venezuela.

El mes pasado, los gobiernos del llamado Grupo de Lima, incluidos Brasil, México, Perú y Chile, emitieron un comunicado rechazando el uso o la amenaza de la fuerza en Venezuela. Algunos han respaldado otros intentos de exprimir al gobierno de Maduro mediante sanciones a altos funcionarios y presentar un caso ante la Corte Penal Internacional.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo              

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Fecha de publicación: 03/10/2018

Etiquetas: Venezuela Crisis Golpe Militar Intervención Ejército Trump Asamblea General ONU Apoyo