8 de nov. (Dow Jones) -- Los productores de acero de Estados Unidos prevalecieron en su impulso la primavera pasada para que la administración del presidente Trump impusiera aranceles a las importaciones acero y aluminio. Esa misma industria también tuvo éxito en el trabajo contrario, hacer que algunas tarifas desaparecieran, antes de la ronda de impuestos por 200 mil millones de dólares a productos chinos que entró en vigencia el mes pasado.

En septiembre, los productores de acero solicitaron al Representante Comercial de Estados Unidos (USRT, por sus siglas en inglés) una exención en 132 rubros arancelarios. Estos fueron principalmente para materias primas y productos químicos utilizados en el proceso de fabricación de acero que importan de China los miembros de Steel Manufacturers Association. Los productores lograron eliminar 66, o la mitad de ellos de la lista final.

En general, Estados Unidos eliminó de la lista casi 300 rubros arancelarios, lo que significa que una de cada cinco eliminaciones fue respaldada por la industria del acero. Una fracción arancelaria puede referirse a un solo producto, pero a veces incluye a más de uno.

La mayoría de los otros grupos importantes de la industria tuvieron una tasa de éxito mucho menor en la solicitud de exenciones con base en que las tarifas arancelarias perjudicarán la capacidad de sus miembros para hacer negocios, de acuerdo con una revisión del diario The Wall Street Journal de las cartas de más de una docena de grupos que presentaron estas solicitudes al USTR.

Por ejemplo, a National Retail Federation and National Restaurant Association le aprobaron menos de 5% de las exenciones solicitadas. National Association of Home Builders logró que dos de sus casi 500 exenciones solicitadas fueran eliminada de la lista.

Steel Manufacturers Association de 27 miembros, entre ellos Nucor, dijo que las fracciones arancelarias que trató de que fueran eliminadas incluyen productos que no están disponibles a partir de fuentes nacionales, ya sea porque no hay productores estadounidenses o porque los productores nacionales no pueden suministrar suficientes de ellos. Muchas de las peticiones de ayuda de otras industrias hicieron afirmaciones similares.

En marzo pasado, Trump se comprometió a imponer aranceles al acero y al aluminio importado. Los ejecutivos de la industria del acero habían defendido ese esfuerzo, diciendo que necesitaban los aranceles para competir con las importaciones baratas.

La industria continúa apoyando ampliamente los aranceles y los objetivos comerciales de la administración Trump. Pero “queríamos informarle al Representante Comercial de Estados Unidos sobre el impacto que tendrían estos aranceles en ciertos productos que son críticos para los fabricantes de acero nacionales”, dijo Philip K. Bell, presidente de Steel Manufacturers Association. En cuanto al éxito relativo de la industria en el cabildeo para obtener ayuda al respecto, Bell dijo: “Eso realmente se debe a nuestro arduo trabajo”.

Aun así, la mayor tasa de éxito observada por la industria del acero, que tiene estrechos vínculos con la administración Trump, ha provocado críticas de trato preferencial.

“Todas las decisiones sobre las exclusiones fueron tomadas por personal de carrera de la oficina de USTR”, dijo un vocero de USTR en una declaración escrita. “Por mucho, el sector que recibió la mayoría de las exclusiones en valor fue el de los productos de consumo. Rechazamos completamente la idea de que el favoritismo desempeñó algún papel en este proceso”.

Más de seis mil cartas fueron enviadas por diferentes grupos comerciales, propietarios de pequeñas empresas y corporaciones que solicitaron exenciones de la lista final.

National Retail Federation, o NRF (Federación Nacional de Minoristas), cuyos miembros incluyen a Amazon.com y Walmart, solicitaron la eliminación de mil 100 rubros arancelarios y les concedieron 48 de sus solicitudes, incluidas las sillas altas y asientos de automóvil para bebés.

Consumer Technology Association (Asociación de Tecnología del Consumidor), cuyos miembros incluyen gigantes como International Business Machines (IBM) y Samsung Electronics, quería eliminar casi 400 rubros arancelarios; 10 fueron excluidos.

NRF dijo en una declaración escrita que la lista de aranceles finales castiga injustamente a las compañías y consumidores estadounidenses porque incluye un número significativo de productos fabricados única o principalmente en China, y que puede llevar meses o años para que las compañías encuentren nuevos proveedores.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 09/11/2018

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