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San Diego, 11 de dic. (Dow Jones) -- El reciente altercado en la frontera con México, cuando migrantes intentaron atravesar una cerca, provocando descargas de gases lacrimógenos por parte de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, está evocando recuerdos de los años noventa.
Posteriormente, agentes de la Patrulla Fronteriza pasaron la mayor parte del tiempo tratando de atrapar o disuadir a algunos de los cientos, e incluso a miles, de inmigrantes potenciales que intentaron cruzar la frontera cierto día reciente.
“Lo que viste el domingo. . . era algo cotidiano a principios de mi carrera”, dijo el jefe de patrulla Rodney Scott, el principal oficial de la Patrulla Fronteriza en el sector de San Diego.
Sin embargo, durante la última década, el número de adultos solteros que buscan ingresar a hurtadillas a Estados Unidos para trabajar se ha reducido de manera precipitada. El año pasado, casi 40% de los que ingresaron ilegalmente al país eran familiares que viajaban juntos o niños no acompañados que se presentaron voluntariamente ante las autoridades y solicitaron asilo. En 2013, esa cifra fue de 5%.
Como resultado, el trabajo diario de la Patrulla Fronteriza ahora incluye una combinación más amplia de procesamiento burocrático y trabajo social, esto aunado a la aplicación de la ley.
En muchas estaciones de la Patrulla Fronteriza, los armarios de almacenamiento están llenos de cajas de jugos, pañales y bocadillos que las familias migrantes pueden necesitar cuando permanecen en las instalaciones hasta por 72 horas.
El cambio ha sido impulsado en parte por la mejoría en las condiciones económicas de México. Al mismo tiempo, la Patrulla Fronteriza casi ha triplicado en tamaño desde mediados de la década de los noventa a más de 19 mil agentes, y ha colocado cientos de kilómetros de cerco fronterizo. Eso ha hecho que Estados Unidos sea más difícil de acceder para aquellos que buscan ingresar ilegalmente.
En el Valle del Río Grande, en el sur de Texas, el tramo fronterizo más transitado por quienes cruzan ilegalmente, más de la mitad de los arrestados en el último año fueron familias y niños no acompañados. Durante un período de 24 horas, recientemente, los agentes arrestaron a casi 200 inmigrantes de Centroamérica que viajaban como familias.
En Tijuana, al otro lado de San Diego, la situación es cada vez más tensa. Más de cinco mil migrantes que viajaron en caravanas desde Centroamérica están esperando la oportunidad de cruzar a Estados Unidos y solicitar asilo.
Los refugios sobrepasan su capacidad, con personas que duermen en el piso en algunas instalaciones. En un estadio deportivo, tiendas de campaña endebles y refugios hechos con mantas y láminas de plástico atestan un viejo campo de béisbol.
De lado estadounidense, las cercas y los puentes ubicados a lo largo de la frontera ahora están rodeados de alambre de púas. Se han desplegado más de cinco mil efectivos militares para apoyar a las autoridades de Aduanas y Fronteras y su misión puede extenderse hasta finales de enero a partir de mediados de diciembre.
La situación explotó un domingo reciente, cuando cientos de migrantes intentaron cruzar la frontera por la fuerza.
Ed Head, un supervisor retirado de operaciones de campo que pasó toda su carrera en la Patrulla Fronteriza en San Diego, dijo que la cobertura de noticias del enfrentamiento del domingo le recordó los incidentes que ocurrían regularmente en esa área en la década de los noventa.
“Ese tipo de cosas sucedían todas las noches”, recordó Head.
En ese tiempo, los agentes apostados al otro lado de la frontera mexicana realizaban rutinariamente más de un millón de arrestos anuales. Durante el último año fiscal, que terminó en septiembre, los agentes realizaron aproximadamente 396 mil arrestos en la frontera con México.
Si partes de la caravana de migrantes u otros grupos grandes intentan hacer otro esfuerzo por cruzar la frontera, dijo Scott, los agentes de la frontera estarán listos con alguna nueva infraestructura en San Diego. Un estrecho tramo de la frontera que cruza el canal del río Tijuana incluye un montículo de tierra temporal rematado con una cerca de alambre de púas.
El área fronteriza entre Tijuana y San Diego solía estar poco desarrollada. Pero con el paso de los años, un popular centro comercial y otros servicios han surgido de lado estadounidense, atrayendo a más visitantes de México.
“Nos gusta el hecho de que hay un centro comercial justo al lado de la frontera que ambos países pueden usar”, dijo Scott. “No vamos a volver a la década de los noventa y a la forma en que fue. Eso no va a suceder”.
Traducido por Luis Felipe Cedillo
Editado por Michelle del Campo
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Fecha de publicación: 11/12/2018
Etiquetas: Frontera México EUA Migrantes Cruce Patrulla Fronteriza Contención