Parque Nacional Canaima, Venezuela, 11 de dic. (Sentido Común) -- Los indígenas Pemon han fungido durante mucho tiempo como administradores de este parque que abarca montañas cubiertas de nubes y Salto Ángel, la cascada más alta e ininterrumpida del mundo.

Ahora, la calamidad económica de Venezuela los ha alejado de su antiguo medio de vida como guías turísticos y forzado a buscar oro, arruinando el área circundante con enormes minas a cielo abierto.

“Nosotros, los Pemones, siempre fuimos ecologistas, los protectores de esta tierra”, dijo Abrahan Sandoval, el capitán o alcalde de 33 años de la aldea cercana de Kamarata. “Sin embargo, la situación nos ha convertido en los destructores de nuestro propio hábitat”. En septiembre, los residentes cavaron un hoyo que era más ancho que dos campos de fútbol, en busca de oro.

El presidente Nicolás Maduro ve el oro como la salvación de Venezuela, promoviéndolo para compensar la caída de los ingresos petroleros y como  el remedio de la peor crisis económica en la historia de su país. Ante la creciente escasez de alimentos y el éxodo de millones de venezolanos, Maduro designó una franja de 111 mil kilómetros cuadrados al norte y al sur del parque como el Arco Minero del Orinoco, abriéndolo para la extracción de oro y otros minerales preciosos.

“Creo que el regalo más notable, atractivo y popular de la próxima Navidad será un certificado de oro”, dijo Maduro en un discurso reciente. “¡Oro! ¡Oro! Siempre vale lo mismo o más, nunca menos”.

Con la inflación programada para superar el 1.3 millones por ciento este año, el oro ha suplantado a la moneda nacional sin valor, el bolívar, entre los indios Pemon que viven en aldeas dentro del parque. En Kamarata, los comerciantes pesan motas de oro en el mostrador, cobrando el equivalente a cuatro dólares por una libra de arroz o siete dólares por un galón de gasolina. En la región también hay minería activa de diamantes y coltán, un mineral metálico del que se obtiene el tántalo, un elemento de tierra rara usado en los teléfonos celulares.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos recientemente emitió sanciones para prohibir la participación estadounidense en el sector del oro y dijo que las ventas están ayudando a Maduro y a sus colaboradores cercanos a saquear las últimas riquezas que tiene el país para apoyar su régimen.

La minería es ilegal en el Parque Nacional Canaima, un sitio del Patrimonio Mundial de la Unesco que cubre un exuberante territorio del tamaño de Bélgica, famoso no solo por Salto Ángel, sino también por sus formaciones rocosas que han proporcionado a los geólogos pruebas de que Sudáfrica y África alguna vez fueron un solo continente. Es el hogar de plantas raras y fauna como osos hormigueros gigantes y tapires de tronco. Los excepcionales pilares con 500 millones de años de erosión tallados en las cimas de las montañas inspiraron a los animadores de la exitosa película de 2009 ‘Up’.

Pero las nuevas realidades económicas están alejando a los pemones del turismo verde y llevándolos a una fiebre del oro que, dicen los ambientalistas, puede causar un daño irreparable a Canaima. La minería se produce en múltiples frentes. En tierra, los pozos se extienden por varios acres, llenos de agua turquesa cargada de contaminantes. En las vías fluviales como el río Carrao, un afluente de las cuales caen en cascada sobre las cataratas, los buscadores de oro se apiñan en balsas para recoger sedimentos en tinas antes de unirlo al mercurio para extraer pequeñas cantidades de oro. Usando faros delanteros de auto, los mineros dijeron que a menudo trabajan de noche para evitar las patrullas militares que vigilan los parques.

“La predicción es que este ataque continuará intensificándose en los próximos años”, dijo SOS Orinoco, un grupo de ecologistas y activistas ambientales venezolanos, en un informe de 79 páginas presentado recientemente a la Unesco. El grupo instó a la agencia de las Naciones Unidas a declarar Canaima un sitio de patrimonio de la humanidad en peligro.-- como Alepo en Siria, San’a en Yemen y el Parque Nacional Everglades en Florida-- como una manera de avergonzar al gobierno para que proscriba la minería.

Un portavoz de la Unesco dijo que la organización le ha preguntado al gobierno si la minería ha afectado las características especiales que calificaron al parque como un sitio considerado patrimonio de la humanidad, incluido el papel de los Pemons como conservacionistas. La Unesco no ha recibido respuesta de Caracas. Los ministerios de información, minería y turismo de Venezuela no respondieron a correos electrónicos con los que se buscó sus comentarios.

El informe de SOS Orinoco, utilizando imágenes satelitales, identificó más de 30 minas dentro y a lo largo de los bordes del parque. Las fuerzas armadas dominan el comercio del oro y el gobierno no ha mostrado voluntad política para contener la devastación de las áreas prístinas, de acuerdo con el informe. El Ministerio de Defensa declinó hacer comentarios al respecto.

Maduro ha puesto a los militares a cargo de la seguridad y la supervisión de la minería fuera del parque. En su interior, el ejército administra el combustible que los mineros utilizan para hacer funcionar bombas, generadores y cintas transportadoras.

“El ejército es el principal beneficiario y, por no mencionar, el autor de este desastre que estamos viviendo”, dijo Américo de Grazia, un congresista de la oposición de esta región.

Los soldados periódicamente realizan incursiones para incautarles el oro a los indígenas. Pero algunos residentes del parque dijeron que los soldados se quedan con ese oro y, por lo tanto, tienen pocos incentivos para impedir la minería.

“El régimen básicamente se ha otorgado el control así mismo sobre un gran porcentaje del país y ahora lo está despojando de este oro y descargando cantidades masivas de contaminantes químicos y mercurio en los suministros de agua”, dijo recientemente Marshall Washington en el estado de Washington, el subjefe de sanciones del Tesoro de Estados Unidos.

El oro extraído del sur de Venezuela es comprado por agentes del gobierno y enviado por el banco central de Venezuela a Turquía, donde Caracas dice que está siendo refinado y protegido de la intensificación de las sanciones de Estados Unidos.

Turquía ha recibido casi mil millones de dólares en oro venezolano en lo que va del año desde el fortalecimiento de los vínculos con el gobierno aislado de Maduro. Las embajadas de Turquía en Washington y Caracas no respondieron a las solicitudes de comentarios.

El auge del oro está atrayendo no solo a los nativos, sino también a las bandas criminales y al Ejército de Liberación Nacional, un violento grupo rebelde colombiano inmerso en actividades criminales, dijeron figuras de la oposición venezolana y oficiales militares disidentes. Eso ha llevado a guerras territoriales que costaron 17 vidas en octubre, principalmente de mineros. Tres soldados de la Guardia Nacional murieron en un enfrentamiento a principios del mes pasado        .

En declaraciones públicas, funcionarios venezolanos han reiterado que la minería en Canaima está prohibida y que debe centrarse en el Arco Minero del Orinoco. Pero cuando el diario The Wall Street Journal visitó el parque el mes pasado, los líderes de Pemon dijeron que el gobierno no les había ofrecido alternativas para dejar la minería y muchos planean continuar.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 11/12/2018

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