Estudios sugieren que el mundo se está tornando cada vez mejor de manera paulatina. Foto de archivo.
Estudios sugieren que el mundo se está tornando cada vez mejor de manera paulatina. Foto de archivo.

16 de ene. (Dow Jones) -- Si se pasó 2018 quejándose de la miseria provocada por el calentamiento global, la desigualdad, las políticas nocivas u otras inquietudes, heme aquí para romper esa adicción con algunas buenas noticias: el mundo mejoró el año pasado y este mejorará aún más.

La pobreza se está desplomando en todo el mundo; la mitad del mundo ahora pertenece a la clase media; y el analfabetismo, las enfermedades y la violencia mortal también están retrocediendo.

Esto no aparece en los titulares porque es gradual, implacable y sorprendente. Es por eso que vale la pena destacar que los problemas que enfrenta el mundo son mucho menores que los que ya ha superado y pueden resolverse de la misma manera: no apostándole a los milagros, sino aplicando con paciencia los conocimientos y las herramientas que ya poseemos.

Durante la mayor parte de la historia, la humanidad vivió al borde de la hambruna. En 1980, casi la mitad del mundo vivía en la “pobreza extrema”, que es consumir menos que las necesidades básicas, que el Banco Mundial valora en 1.90 dólares de 2011, ajustados por los diferentes costos de los bienes y servicios entre los diferentes países.

Se proyectó que la proporción de personas en pobreza extrema cayera a un estimado 8.6% el año pasado y, dada la correlación entre el crecimiento y pobreza, es casi seguro que este año se reduzca aún más dicho porcentaje.

El aumento de los ingresos por sí solo no puede captar cuánto ha mejorado la vida. “Nathan Rothschild fue seguramente el hombre más rico del mundo cuando murió en 1836”, escribieron los economistas Max Roser y Esteban Ortiz-Ospina en 2017. “Pero la causa de su muerte fue una infección, una afección que ahora se puede tratar con antibióticos que se venden ahora en unos cuantos dólares. Hoy en día, solo las personas más pobres del mundo morirían de la forma en que murió el hombre más rico del siglo XIX”.

Roser es el fundador de Our World in Data, un sitio electrónico que ha rastreado la evolución del bienestar humano en los últimos siglos. Desplácese por las tablas, los artículos y los conjuntos de datos, y se sorprenderá de lo mucho mejor que se ha vuelto la vida en las últimas décadas: la mortalidad infantil, el analfabetismo y las muertes por violencia se han desplomado, y la esperanza de vida ha aumentado.

El mundo erradicó por primera vez una enfermedad, la viruela, en 1980. Pronto podría erradicar un poco más: en 2016 se registraron solo 46 nuevos casos de poliomielitis paralítica; en 2017, solo hubo 25 nuevas infecciones del gusano de Guinea, una infección parasitaria dolorosa e incapacitante. Estas victorias no son producto de los avances en el laboratorio, sino de la aplicación meticulosa de herramientas ya probadas, como la vacunación y el mejor saneamiento.

Gran parte de la disminución de la pobreza ocurrió en China, donde el ingreso por persona se ha multiplicado en un factor de 25 desde que el entonces líder chino Deng Xiaoping instauró sus reformas económicas en 1978.

Sin embargo, la economía de India ahora está creciendo más rápido que la de China. Si India puede mantener ese ritmo, el impacto en el bienestar humano será igual de importante, dado que la población de la India pronto debería superar a la de China.

Al igual que con las enfermedades, la pobreza se está erradicando no por medio de milagros tecnológicos, sino mediante reglas básicas de crecimiento: invierta más en su capital humano y físico, ábrase a los mercados y al comercio --así es, la globalización es buena-- y los ingresos aumentarán.

Permita que este crecimiento continúe lo suficiente, y sucederá algo más trascendental. A partir de septiembre, más de la mitad del mundo (tres mil 800 millones de personas) son de la clase media o ricos, hallaron Homi Kharas de Brookings Institution y Kristofer Hamel de World Data Lab.

Ellos definen que la clase media consume entre 11 y 110 dólares diarios, en dólares de 2011 ajustados por los costos variables entre los países. A este nivel, los hogares dedican cada vez más de sus ingresos a adquirir artículos discrecionales como motocicletas, refrigeradores, películas o vacaciones.

El dinero y el bienestar no son lo mismo, pero Kharas y Hamel señalan que pasar de la clase pobre a la clase media corresponde a un gran salto en la felicidad y demandas mucho mayores para que los gobiernos proporcionen viviendas asequibles, educación, atención médica y seguridad.

Si el mundo está mejorando tanto, ¿por qué todo el mundo parece tan miserable? Quizás porque en Estados Unidos, la vida está mejorando más lentamente que en los países más pobres, y en algunos lugares está empeorando.

Sin embargo, para la mayoría de los estadounidenses, la vida está mejorando: los ingresos medios están aumentando, la salud promedio está mejorando y los delitos violentos, el divorcio y el embarazo en la adolescencia están disminuyendo.

Tal vez también parezca irresponsable celebrar las muchas maneras en que el mundo está mejorando silenciosamente porque esto distrae de la lucha contra las cosas que están empeorando escandalosamente: políticas polarizadas y autoritarias, opioides mortales, proliferación nuclear y, sobre todo, un clima cada vez más cálido --consecuencia de que todos aquellos que ingresan a la clase media quemen combustibles fósiles.

Sin embargo, obsesionándonos con tales peligros es como probablemente los resolvamos. Tome por ejemplo el calentamiento global: la preocupación pública por el cambio climático está aumentando a raíz de los incendios forestales e inundaciones. Algunos informes de los medios de comunicación del año pasado hicieron algo parecido a una evaluación federal de que un clima más cálido podría hacer que la economía de Estados Unidos se contraiga 10% en 2100.

Primero, tenga en cuenta que si el crecimiento continúa a 2%, el producto interno bruto sería 350% más grande para 2100, en comparación con 400%. En segundo lugar, solo un estudio es tan grave: el consenso parece más a un 5%, no a 10%.

Más importante aún, las herramientas de la políticas y la tecnología existen para evitar esos peores escenarios a un precio considerablemente inferior al 5% del PIB; Solo necesitamos voluntad política para aplicarlos.

Hoy esa voluntad política parece remota. Pero en 1980, la perspectiva de que la mayor parte del mundo algún día sería de clase media parecía aún más sombría de lo que es ahora.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 17/01/2019

Etiquetas: Sociología Clase Media Pobreza Medicina Preventiva Enfermedades Analfabetismo Violencia Criminalidad China India EUA Crecimiento Economía