El peso mexicano perdió 1.3% con respecto al cierre previo, por lo que tuvo su peor día desde mediados de noviembre pasado. Foto de AP/Kiichiro Sato.
El peso mexicano perdió 1.3% con respecto al cierre previo, por lo que tuvo su peor día desde mediados de noviembre pasado. Foto de AP/Kiichiro Sato.

11 de feb. (Sentido Común) -- Las críticas del presidente Andrés Manuel López Obrador en torno a la participación de los capitales privados en el sector energético de México y la incertidumbre sobre las posibles medidas que podría implementar en el país para revertir esa, volvieron a causar nerviosismo en el mercado financiero local, provocando la peor caída del peso en casi dos meses y medio, y un alza de las tasas de interés que pagan los bonos mexicanos denominados en pesos.

     Las tasas locales subieron, por ejemplo, hasta 0.16 puntos porcentuales, en tanto que el peso mexicano perdió 1.3% con respecto al nivel del cierre del viernes, con lo que registró su peor día desde mediados de noviembre pasado.

     Así, en el mercado interbancario de 48 horas el tipo de cambio terminó en 19.32 enteros, el nivel más débil desde el pasado 8 de enero cuando terminó en 19.36 enteros.

     De hecho, el equipo de análisis técnico de Banco Base “no descarta que el tipo de cambio alcance la resistencia de 19.47 pesos por dólar en el corto plazo”.

     La ocasión anterior en que López Obrador sacudió los mercados financieros en México fue a finales de octubre cuando decidió, como presidente electo, cancelar la obra bajo la cual se estaba edificando el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en lo que fue el Lago de Texcoco. En esa ocasión, el peso cayó 3.1%, mientras que las tasas se dispararon en más de medio punto porcentual.

     Si bien hasta hace algunos días los inversionistas demostraron cierto recelo por la deteriorada situación financiera de la empresa petrolera estatal, Petróleos Mexicanos, así como por las medidas que implementó el actual gobierno para su rescate, hoy fue la Comisión Federal de Electricidad, o CFE, quien robo las miradas.

     El mismo presidente de CFE, Manuel Bartlett Díaz, dijo que exfuncionarios de gobiernos anteriores han contribuido al desmantelamiento de dicha institución, una acusación carente de fundamentos y que más que nada reflejó, para muchos analistas, su animadversión a la participación de los capitales privados en el sector eléctrico nacional --algo que podría dañar las posibilidades de crecimiento del país en los próximos años.

     Incluso, el mismo López Obrador dijo en su conferencia matutina que la Comisión Reguladora de Energía (CRE), el organismo autónomo responsable de regular las industrias del gas, los hidrocarburos y de electricidad en el país, parece que jugó a favor de los intereses de empresas privadas; un comentario que tampoco estuvo sustentado con cifras, hechos o documentos.

     En este sentido el mandatario aseguró que algunas empresas del sector privado encargadas de suministrar combustible a CFE con el fin de que está produzca energía, no han terminado o tienen bloqueados siete gasoductos, pero siguen cobrando como si estuvieran vendiendo el gas, por lo que hizo un llamado para que esto no ocurra a través de la renegociación de los contratos de suministro, en los que se incluyen cláusulas de pago por fuerza mayor --que es lo que ha ocurrido con los pagos a las tres empresas dueñas de esos gasoductos.

     Si bien López Obrador no anunció ninguna medida como tal para el rescate de CFE, el miedo de los inversionistas deriva sobre las medidas que podría tomar hacia delante o la forma de actuar para con las empresas que él considera que no procedieron de forma ética.

     Por si fuera poco, el peso mexicano estuvo afectado por la percepción de un menor dinamismo de la economía no solo a nivel global sino también a nivel local, esto luego que la actividad industrial del país registró un descenso de 0.4% en diciembre frente al mes anterior.

     En comparación anual las actividades industriales retrocedieron 2.5% en el último mes con respecto a diciembre de 2017, su segunda baja consecutiva y la mayor desde marzo de 2018.

     Con este dato en la mente de los inversionistas, algunos analistas no descartan la posibilidad de que el crecimiento del país este afectado en adelante.

     “Hay una buena posibilidad que la cifra de crecimiento preliminar del producto interno bruto del cuarto trimestre de 0.3% sea revisada a la baja, quizás a 0.1-0.2%”, escribió en un reporte Edward Glossop, economista de América Latina para Capital Economics, compañía que provee información financiera con sede en Londres.

     Dichas consideraciones no solo afectaron a la moneda nacional sino que también ocasionaron un menor atractivo de los bonos soberanos del país, que registraron aumentos como ocurrió con el bono con vencimiento para noviembre de 2047 que terminó con un rendimiento a vencimiento de 8.86%.

     Otro elemento que también presionó a la moneda nacional, y por ende a la deuda local, fue el hecho de que el índice del dólar o DXY, el cual mide el valor de esa divisa frente a una cesta de monedas de países desarrollados, operó en su nivel más fuerte desde mediados de diciembre pasado, al ubicarse cerca de 97 enteros.

     La fortaleza del “billete vede” vino en un escenario donde hubo cierta expectativa de que el gobierno de Estados Unidos y China pospongan, por lo menos, las medidas arancelarias que están programadas para entrar en vigor el 1 de marzo.

     Lo anterior vino en el marco de las negociaciones que sostendrán esta semana algunos funcionarios estadounidenses con sus homólogos chinos, aunque lo más relevante será la llegada del representante comercial, Robert Lighthizer y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, el próximo jueves y viernes a Bejing.

 

 

 

 


Fecha de publicación: 11/02/2019

Etiquetas: Peso Bonos Mexico AMLO CFE EUA