Newsletter
Recibe gratis un resumen diario de lo más importante en negocios.
Al suscribirte aceptas los términos y condiciones de nuestra política de privacidad.
Washington, 22 de feb. (Dow Jones) -- La fuerte división entre los demócratas y la administración Trump sobre cómo hacer cumplir las reglas comerciales amenaza con retrasar o descarrilar una votación en el Congreso sobre la nueva versión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ahora conocia como T-MEC.
Dirigidos por Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes, los demócratas quieren que la administración agregue disposiciones al pacto al que llegó Estados Unidos el año pasado, para asegurar que México aplique las protecciones ambientales, permita que sus trabajadores formen sindicatos libremente y que mejoren sus salarios.
“En este momento, la actualización del TLCAN del presidente no se puede hacer cumplir”, dijo el senador Ron Wyden de Oregon, el principal demócrata en el comité del Senado que supervisa el comercio. “No importa lo bien que se vea un trato en el papel, éste no significa mucho si no puede asegurarse de que los demás países cumplan con su parte”.
El presidente Trump, quien habla regularmente de sus acuerdos comerciales como una victoria en eventos políticos, modificó su mensaje recientemente en un mitin realizado en El Paso, Texas, ofreciendo un descargo de responsabilidad diciendo que el acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá, y cualquier beneficio económico que pueda ofrecer a los trabajadores estadounidenses, dependerá de la aprobación del Congreso.
“Estamos reemplazando el TLCAN con un nuevo acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá que todos aceptan”, dijo a la multitud de simpatizantes. “Debemos lograr que el Congreso lo apruebe. Pero hay obstrucción en el Congreso . . .”.
Mientras la Casa Blanca se prepara para una posible lucha para lograr que su acuerdo sea aprobado en el Congreso, un funcionario de la administración dijo que estaba considerando la posibilidad de subcontratar los esfuerzos de cabildeo a la Cámara de Comercio de Estados Unidos y a los funcionarios de la oficina del Representante Kevin Brady (republicano por Texas), que fue el presidente del Comité de Métodos y Medios de la Cámara de Representantes antes de que los demócratas tomaran el control de la Cámara después de las elecciones de medio otoño del otoño pasado.
La esperanza es tener personas dedicadas casi exclusivamente a garantizar el paso del T-MEC, en el Congreso y poder abordar temas específicos de interés para los republicanos y demócratas, dijo el funcionario.
En el área de cumplimiento, la mayoría de los demócratas y republicanos en el Congreso quieren mecanismos en los acuerdos comerciales diseñados para que todos los socios rindan cuentas a través de paneles de arbitraje internacional u otros medios. Pero la administración Trump se opone a ceder la aplicación de la ley a estoss paneles, creyendo que Washington podría enfrentar decisiones vinculantes que socaven la soberanía de Estados Unidos.
La oficina de Lighthizer no quiso hacer comentarios al respecto, pero recientemente le dijo a un grupo de senadores de Estados Unidos que la ley comercial existente en Estados Unidos podría usarse para castigar las violaciones al tratado, dijo un asesor del Senado.
Aun así, la administración necesita el apoyo de los demócratas: T-MEC requiere la ratificación en la Cámara de Representantes y el Senado, así como en las legislaturas de Canadá y México antes de que pueda reemplazar al TLCAN original que entró en vigencia en 1994.
Si el partido de Pelosi permanece unido, éste podría bloquear la consideración del T-MEC, ya sea cambiando las reglas de la Cámara o activando un mecanismo introducido por Wyden en la ley comercial de vía rápida, que regula la forma en que se aprueban los pactos comerciales. Eso evitaría que el acuerdo se agilizara.
“Espero que se puedan resolver”, dijo la semana pasada Pelosi sobre los temas pendientes, “porque siempre soy optimista”.
El presidente del Comité de Finanzas del Senado, el senador Chuck Grassley (republicano por Iowa), dijo a los reporteros que las diferencias podrían resolverse mediante acuerdos paralelos que aborden los temas “medioambientales, laborales y de aplicación”.
Mickey Kantor, el representante comercial de Estados Unidos durante el gobierno el ex presidente Bill Clinton, dijo que siempre fue la intención bajo el TLCAN original fortalecer al sector laboral y otras disposiciones a lo largo del tiempo. “Por qué Lighthizer o el presidente están en contra de esto, es una pregunta interesante”, dijo Kantor, ahora socio de la firma de abogados Mayer Brown en Los Ángeles. “Tienen esta oposición, que creo injustificada, a las disposiciones de aplicación en los acuerdos internacionales”.
Lighthizer negoció algunos cambios en el pacto destinado a simplificar el proceso de cumplimiento, pero Kantor y otros dicen que el sistema aún permite que Estados Unidos u otro país eviten las decisiones vinculantes de los paneles de cumplimiento, al igual que con el actual TLCAN.
El pacto les da a los trabajadores la capacidad de solicitar un salario más alto y requiere que los tres países cumplan con normas ambientales similares. Lighthizer también agregó reglas dirigidas a garantizar más mano de obra con salarios altos en la industria automotriz.
Algunos asesores del Congreso dijeron que la Casa Blanca y el Capitolio deben resolver las diferencias para el verano, antes de que las elecciones nacionales canadienses compliquen la ratificación de los tres países. Esperar hasta finales de 2019 arriesga enfrentar la inferencia potencialmente fatal de las campañas presidenciales de Estados Unidos.
Trump también tiene algo de influencia. Él ha amenazado con retirarse del actual TLCAN como una forma de estimular al Congreso a aprobar su nueva versión del pacto, lo que le ayudaría a cumplir una promesa de campaña para 2016. La mayor parte de la comunidad empresarial ha cerrado filas en torno al tratado Trump.
Una opción para la administración de Trump sería persuadir a un pequeño número de demócratas amigables con los negocios para que se unan a los republicanos y aprueben el acuerdo, tal vez a cambio de ajustes limitados para ayudar a hacer cumplir las normas laborales con base en la ley vigente en Estados Unidos.
Traducido por Luis Felipe Cedillo
Editado por Michelle del Campo
Copyright © 2019 Dow Jones & Company, Inc. All Rights Reserved
Fecha de publicación: 22/02/2019
Etiquetas: EUA México Canadá T-MEC Congreso División Republicanos Demócratas