Los bancos mexicanos cobran muchas comisiones, en ocasiones exageradas, lo que ha motivado esfuerzos por reducirlas. Foto de archivo.
Los bancos mexicanos cobran muchas comisiones, en ocasiones exageradas, lo que ha motivado esfuerzos por reducirlas. Foto de archivo.

13 de mar. (Bloomberg) -- “Mamá, ¿por qué se llevaron mi dinero?” Tatiana Clouthier había puesto el equivalente en pesos de unos 80 dólares en una cuenta de ahorro para su hija María unos meses antes. Luego llegó un estado de cuenta que mostró el nuevo saldo: cero. Recuerda responder lo mejor que pudo a la lastimera pregunta de su hija de diez años: “Porque te cobraron honorarios por lo que ni siquiera sé qué es”.

Los bancos mexicanos podrían haber importunado a la madre equivocada. Casi una década después, Clouthier se encuentra ahora entre los legisladores más poderosos del partido al que pertenece el presidente Andrés Manuel López Obrador. Ella está apoyando una campaña que está extendiendo el nerviosismo en los mercados financieros, para hacer que los bancos cobren menos comisiones.

Las elevadas comisiones bancarias son un problema para la economía de México, así como para sus clientes, esto debido a que su aspecto negativo es un nivel inusualmente bajo de préstamos a las familiar y empresas --el tipo de préstamos que precisamente financia su crecimiento.

La concesión de préstamos ha sido moderada desde la Crisis del Tequila de 1994, cuando la devaluación del peso estimuló la fuga de capitales. Los bancos internacionales que operan en México generalmente obtienen alrededor de un tercio de sus ingresos locales de los cargos y comisiones, de acuerdo con la agencia financiera de protección del consumidor Condusef, en comparación con una quinta parte en sus mercados locales donde perciben más ingresos por concepto de intereses crediticios.

 

‘Zona de confort’

“Los bancos simplemente están actuando en su zona de confort”, dijo José de la Cruz Gallegos, director del Instituto de Desarrollo Industrial y Crecimiento Económico de la Ciudad de México. “No cumplen la función que realizan otros bancos en el mundo, de ser intermediarios entre los ahorros y las necesidades que tiene de financiamiento una economía”.

El aspecto que tiene esa zona de confort para un cliente del banco es, por ejemplo, un cargo de 47 dólares por un cheque devuelto.

Eso es lo que cobra la unidad mexicana de Citigroup y que es equivalente a más de nueve días de salario mínimo, al tipo de cambio actual --mientras que en Estados Unidos, donde las ganancias promedio son cuatro veces más altas, Citi cobraría 34 dólares. Citi otorga alrededor de 4% de sus préstamos en México, pero obtiene entre 15 y 30% de sus ingresos de la banca de consumo.

En una respuesta por escrito a preguntas, Citibanamex dijo que la comparación de comisiones no es justa. Dijo que el cargo por cheque devuelto de 47 dólares es un máximo, mientras que las tarifas más bajas de Estados Unidos en algunos casos reflejan mejores protecciones legales. También dijo que ha eliminado al menos cinco comisiones en México en los últimos años.

 

¿Por decreto?

Citi no fue puesto en evidencia por Condusef, que criticó a los prestamistas en general. Esa dependencia encontró que HSBC cobra las comisiones más altas de México por valuaciones hipotecarias, aunque, de acuerdo con los informes, las canceló por completo en Reino Unido. HSBC también cobra alrededor de 50 dólares al autor de un cheque devuelto.

Al igual que Citibanamex, HSBC señaló que Condusef realizó comparaciones de ingresos erróneas entre los bancos globales y sus unidades en México. Añadiendo que, en general, las comisiones bancarias en México disminuyeron el año pasado.

Los sitios electrónicos de los bancos también cuentan la historia. BBVA Bancomer cobra a sus clientes por imprimir transacciones realizadas en sus cajeros automáticos, mientras que no existe dicha comisión en la lista de España.

Grupo Financiero Banorte, donde desaparecieron los ahorros de la hija Clouthier, puede cobrar a los clientes las cuentas que comercializa entre los niños cuando estos consultan transacciones que se publicaron con precisión.

La pregunta para el gobierno de México es cómo reducir esos cargos --por ley, regulación o presión política-- y también hacer que fluya más crédito que impulse el crecimiento económico.

Cuando los planes legislativos se propusieron en noviembre pasado, eso provocó nerviosismo y una caída del mercado. Muchos analistas dijeron que hacerlo por decreto podría ser contraproducente.

Los bancos podrían cerrar sucursales en respuesta, dijo Ernesto Revilla, analista de Citibanamex que fue economista en jefe de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público durante la administración anterior. Probablemente subirían las comisiones de las tarjetas de crédito para cubrir las pérdidas, dijo Marta Bastoni, de Bloomberg Intelligence.

La estrategia del gobierno no está clara. López Obrador habló en contra de la legislación, pero también dijo que no interferiría en el Congreso, donde su coalición Morena controla ambas cámaras. El proyecto de ley del Senado que molestó a los inversionistas, redactado por el líder de la mayoría, Ricardo Monreal, aboliría o reduciría 15 categorías de comisiones.

 

Imperio de la ley

Monreal dijo que la decisión pende sobre las cabezas de los prestamistas mientras espera su “contrapropuesta” este mes. “Queremos que los bancos cobren aquí lo que cobran en sus propios países”, dijo.

Clouthier, que es subjefe de la cámara baja, dijo que ahora se está inclinando por una solución de los reguladores bancarios en lugar del Congreso.

López Obrador tiene un plan más amplio para modernizar las finanzas mexicanas, y quiere que los bancos lo apoyen. Marcos Martínez, jefe de la Asociación Mexicana de Bancos, se comprometió el mes pasado a incluir a 30 millones de personas en el sistema bancario y otorgarles más préstamos a los consumidores y pequeñas empresas. Él dijo que la banca por teléfono móvil, que sería gratuita, podría ayudar.

No es el primer intento por incrementar los préstamos bancarios, aunque existen algunos obstáculos peculiarmente mexicanos.

Uno es el inestable estado de derecho. Las medidas aprobadas por el antecesor de López Obrador, Enrique Peña Nieto, tuvieron cierto éxito en el impulso de los préstamos al permitir que los bancos de desarrollo ofrecieran más garantías. Pero un componente clave --la creación de tribunales especiales para facilitar el largo proceso y de alto riesgo para recuperar tales garantías-- nunca se hizo realidad, dijo Revilla.

Quien añadió que los procedimientos de recuperación más rápidos reducirán los costos de los bancos, que reflejarían los ahorros en sus clientes.

México también tiene un banco central que se ha vuelto agresivo desde la Crisis del Tequila. Su índice de referencia actual de 8.25% se traduce en algunas de las tasas de interés reales más altas de los mercados emergentes.

Eso hace que sea más rentable para los bancos comprar instrumentos de deuda del gobierno que “asignar crédito a inversiones donde hay más riesgo", dijo Mario Di Constanzo, quien recientemente renunció como jefe de Condusef.

Cualquiera que sea la razón principal, amplias franjas de la población de México no se verían captadas por un banco.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo                          

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Fecha de publicación: 13/03/2019

Etiquetas: México Banca Bancos Comisiones Bancarias Política Decreto Congreso Legislación Crecimiento Impulso