La tasa --que opera inversamente al precio-- del bono estadounidense que vence a 10 años cerró en un mínimo de enero de 2018, al ubicarse en 2.44%. Foto de AP/Kevin Wolf.
La tasa --que opera inversamente al precio-- del bono estadounidense que vence a 10 años cerró en un mínimo de enero de 2018, al ubicarse en 2.44%. Foto de AP/Kevin Wolf.

22 de mar. (Sentido Común) -- Luego que el pasado miércoles la Reserva Federal, o Fed, descartó casi la posibilidad de un incremento en su tasa de referencia para este año, la expectativa de que más temprano que tarde vendrá un descenso ha comenzado a surgir entre los inversionistas e incluso hay algunos que esperan que ello ocurra pronto, a mitad del año.

     “Una reducción de las tasas a 2.125% podría ocurrir tan pronto como en la reunión del 19 de junio del Federal Open Market Committe o FOCM”, escribió John Lonski, economista en jefe de Moody’s Capital Markets Research, en un reporte. El recorte de la tasa estadounidense podría venir “si el treasury a 10 años baja por debajo de 2.4%”.

     Actualmente, la tasa --que opera inversamente al precio-- del bono estadounidense que vence a 10 años cerró en su nivel más bajo desde enero de 2018, al ubicarse en 2.44%, eso es un descenso de 0.10 puntos porcentuales con respecto al cierre previo.

     Si bien el organismo que toma las decisiones de política monetaria de Estados Unidos, FOMC, por sus siglas en inglés, dejó entrever el miércoles pasado que incluso en 2020 podría haber un aumento de la tasa de interés estadounidense, hoy esa previsión está siendo opacada por el tono de relajamiento monetario que transmitió la Fed en su última decisión de política monetaria de esta semana.

     Esa postura se dio como respuesta a las débiles cifras económicas de la eurozona --el índice de gerentes de compras, o PMI, por sus siglas en inglés, del sector manufacturero, por ejemplo, se ubicó en un mínimo de 71 meses en marzo-- y que vinieron a sumarse a los recientes datos de Estados Unidos que han estado por debajo de las expectativas, en donde, destacó el dato de la nómina no agrícola de febrero que generó apenas 20 mil plazas, el menor nivel en año y medio.

     Al respecto Lonski de Moody’s Capital aseguró que “si el dato mensual de la nómina no mejora lo suficiente e incluso se observa una caída aún más profunda de los rendimientos de los bonos del Tesoro, entonces, aumentará la probabilidad de un recorte de la tasa de la Fed”.

     Esta posibilidad también ha ganado relevancia en estos días por las modificaciones a la baja que hizo el FOMC para este año tanto a sus previsiones de crecimiento como a la inflación medida por el gasto en consumo, o PCE, por sus siglas en inglés, uno de los indicadores favoritos del ente financiero estadounidense para sus decisiones de política monetaria.

     Ahora, el FOMC anticipa un PCE en 1.8% para este año desde una estimación previa de 1.9% y un crecimiento económico de 2.1%, o menor a la de diciembre de 2.3%.

     Tales cambios sin duda son señal de un menor dinamismo de la mayor economía del mundo e incluso en los próximos meses podría nacer el ruido de una mayor desaceleración estadounidense, sobre todo por que la curva de los bonos estadounidenses se invirtió, algo que no ocurría desde 2007. Esto para muchos de los participantes del mercado es reflejo de una próxima recesión.

     Una curva invertida es cuando los rendimientos de los bonos de largo plazo son menores a aquellos de menor plazo.

     “Aún no puede pronosticarse una recesión para Estados Unidos, pero los indicadores económicos parecen estarse moviendo rápidamente hacia un escenario en donde es probable que se dé una recesión en la segunda mitad de 2020”, escribió Gabriela Siller, directora del área de análisis económico-financiero de Banco Base en México, en un reporte.

     Aunque hay expertos que si bien anticipan un menor dinamismo de la economía mundial en los siguientes meses, algunos analistas consideran que será hasta los primeros seis meses del próximo año cuando la Fed decida bajar su tasa de referencia.

     “Las condiciones para el crecimiento se deteriorarán aún más en la segunda mitad del año con una fuerte desaceleración al inicio de 2020. En este contexto, consideramos que el próximo movimiento de la Fed será de baja en el primer semestre de 2020”, escribieron estrategas de Grupo Financiero Banorte Ixe, en un reporte.

 

 


Fecha de publicación: 22/03/2019

Etiquetas: Treasuries Bonos EUA Fed Tasasdeinteres