Cuando empezó a desarrollar un fármaco contra el ébola en 2010, Tekmira Pharmaceuticals no contaba con tener seres humanos infectados en quienes ponerlo a prueba. En lugar de eso, la empresa planeó buscar la aprobación de las autoridades basándose en estudios realizados en animales, lo cual a veces permiten los reguladores, dijo Dow Jones. 

      Ahora, el actual brote en África Occidental está ofreciendo a Tekmira y a otras farmacéuticas miles de pacientes desesperados con potencial para probar el tratamiento --y desencadenado una fiebre entre las empresas y funcionarios de la salud para encontrar cualquier cosa que pueda funcionar.

      "Ahora estamos ante una situación que ninguno de nosotros había esperado, la posibilidad de recopilar datos de su eficacia en seres humanos reales", dijo Mark Murray, director ejecutivo de Tekmira, una empresa de 100 empleados con sede en Vancouver, Canadá

 



Fecha de publicación: 20/10/2014