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Banco de México, como esperaban los analistas, mantuvo su tasa de referencia sin cambio en 3% al no observar cambios en la evolución de precios o en el crecimiento económico del país que pusieran en riesgo su meta inflacionaria mutli-anual de 3%.
El banco central incluso predijo que por las condiciones actuales por las que atraviesa la economía mexicana y la economía mundial, espera que la inflación anual este año termine por debajo de su meta y que la de 2016 se mantenga cercana al objetivo.
Claro que Banco de México fue precavido para señalar que esos dos pronósticos podrían estar sujetos a riesgos si el peso sufriera "episodios de depreciación adicionales" a los que ha vivido en los últimos meses producto de una posible alza de las tasas de interés en Estados Unidos.
La probabilidad de que eso ocurra decreció para el banco central mexicano dado que, por un lado, el dinamismo que venía mostrando la economía estadounidense se moderó en los primeros meses de este año y porque, de acuerdo a la mayoría de las interpretaciones del último comunicado en materia de política monetaria de la Reserva Federal, esta institución retrasará la probable alza de las tasas con respecto a lo que se preveía antes.
Las autoridades monetarias estadounidenses dijeron, por ejemplo, que el alza de tasas no iniciará hasta que se observe una tendencia de la inflación cercana a su meta multi-anual de 2%. Los precios en Estados Unidos están creciendo a un ritmo anual de 0.1% por lo que esa consideración de la Fed se ve todavía lejos, sobre todo por el descenso que están registrando los precios de los energéticos ante el desplome del precio del crudo y que está manteniendo a raya a la inflación.
Para las autoridades monetarias mexicanas lo que realmente preocupa es que las acciones que pueda tomar la Fed tengan una repercusión fuerte sobre el tipo de cambio y éste sobre las expectativas de la inflación y, por ello, sobre la dinámica de los precios en México.
De ahí que el gobernador de Banco de México haya ya señalado en ocasiones anteriores que están listos en el banco central para subir las tasas después, o incluso antes, de que la Fed haga su movimiento para así contener cualquier posible repercusión negativa sobre la meta inflacionaria.
Una postura que ratificó el banco central mexicano hoy.
"Por tanto, la Junta de Gobierno se mantendrá atenta a la evolución de todos los determinantes de la inflación y sus expectativas para horizontes de mediano y largo plazo, pero particularmente a la postura monetaria relativa entre México y Estados Unidos, así como al desempeño del tipo de cambio", dijo Banco de México en el comunicado en el que reveló la decisión de mantener la tasa en 3%.
"También le dará seguimiento a la evolución del grado de holgura en la economía", agregó el instituto central. "Todo esto con el fin de estar en posibilidad de tomar las medidas necesarias para asegurar la convergencia de la inflación al objetivo de 3% en 2015 y consolidarla".
Fecha de publicación: 26/03/2015
Etiquetas: Banco de México política monetaria tasa de interés de referencia economía crecimiento inflación minutas