Actividad económica, contra lo esperado, suma 9no mes de expansión en enero

La actividad económica en México inició el año con un nuevo crecimiento, el noveno de manera consecutiva, contra los pronósticos de algunos analistas que pensaban que podría tener su primer registro negativo desde abril del año pasado.

     El Indicador Global de la Actividad Económica, o IGAE, un dato que anticipa la evolución del producto interno bruto en el país, creció 0.3% en enero con respecto al mes anterior, en cifras desestacionalizadas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

     Analistas encuestados por Infosel esperaban una contracción de 0.45% con respecto a diciembre de 2016, en cifras ajustadas por estacionalidad de Inegi, como también se le conoce al órgano responsable de recabar la información económica y social del país.

     Por ahora la economía parece resistir algunos factores que amenazan con limitar el crecimiento, como la incertidumbre sobre la relación comercial con Estados Unidos, el principal socio comercial del país, que afectó de manera importante la confianza de los consumidores y de los productores.

     “La fortaleza del indicador del primer mes del año permite inferir que la materialización de los riesgos para el sector servicios podrían tardar más tiempo del anticipado en materializarse”, escribió Mariana Ramírez, economista de la institución financiera Ve por Más, en un reporte.

     El sector industrial continuó ganando impulso y en esta ocasión creció 0.1% con respecto a diciembre, después de una contracción de 0.1% el mes previo y de mantenerse sin cambios en noviembre. De hecho, la industria manufacturera, el principal componente del sector secundario, creció 0.5% en enero con respecto a diciembre, menos que el mes pasado pero su cuatro avance seguido.

     “Prevemos un mejor año para el sector manufacturero, que representa una tercera parte del PIB, puesto que la depreciación acumulada del peso ha permitido un abaratamiento y por ende, una mayor demanda por productos mexicanos”, dijo Ramírez, la economista de Ve por Más.

     Por su parte, el sector terciario o de servicios perdió vigor al crecer sólo 0.1% mensual, luego de avanzar  0.6% un mes antes. Este componente debe mantenerse bajo vigilancia, pues algunos analistas sugieren que es posible que comiencen a notarse los primeros síntomas de un agotamiento en el consumo, que ha sido el principal motor de la economía al menos en los últimos dos años.

    Finalmente, las actividades primarias o agropecuarias crecieron 4% mensual ajustado, superando la contracción observada en diciembre anterior.

     En su variación anual, el IGAE creció 2.5% desestacionalizado, ligeramente por debajo del avance anual de 2.7% de diciembre pero sumando 86 crecimientos seguidos. Analistas encuestados por Infosel pronosticaban un crecimiento de 1.7%.

     Las actividades primarias crecieron 11% durante enero contra el mismo mes de 2016, mientras que el sector industrial tuvo una contracción de 0.3% y el de los servicios logró un avance de 3.6%.

      Para algunos analistas la resiliencia de la actividad económica mexicana son señales positivas e, incluso, vaticinan una estabilidad creciente.

      “La tendencia actual de la tasa de crecimiento anual del IGAE está marcando claramente una recuperación gradual”, dijo Eduardo González, analista de Citibanamex, en un reporte. “Dicha tendencia ascendente inició en septiembre 2016, aunque su ritmo de ascenso se atenuó en enero”.

     Otros, incluso son más cautelosos con las previsiones de la economía de México y señalan que existen riesgos latentes que no pueden desestimarse, especialmente por el desconocimiento de los efectos que las políticas de Estados Unidos podrían significar para México.

     “A pesar del avance de enero, continuamos esperando un menor ritmo de crecimiento para la economía mexicana, particularmente durante el primer semestre del año”, escribió Alejandro Cervantes, economista sénior del banco mexicano Banorte-Ixe, en un reporte. “Consideramos que la economía mexicana exhibirá una fuerte desaceleración derivado de la incertidumbre en torno al impacto de las políticas de Donald Trump”.

     Para Cervantes, el primer choque de políticas más restrictivas en contra del comercio de Estados Unidos con México vendrá en la primera mitad de 2017, con un “fuerte deterioro de los niveles de confianza empresarial y del consumidor”.