Las automotrices alemanas se encontraron en el extremo receptor de los renovados ataques del presidente Donald Trump, que según los informes las reprendió por vender demasiados vehículos en Estados Unidos, contribuyendo así a un superávit comercial desequilibrado que está afectando a la economía estadounidense.

     “Los alemanes son malos, muy malos”, dijo Trump a funcionarios de la Unión Europea en una reunión a puerta cerrada, informó Der Spiegel, citando a asistentes no identificados. “Vean los millones de automóviles que venden en Estados Unidos Eso es terrible. Vamos a impedir eso”.

     En reiteradas ocasiones, Trump ha criticado el superávit comercial de Alemania con Estados Unidos. En una entrevista con el periódico Bild del mes de enero, amenazó al fabricante de automóviles de lujo BMW con imponerle un impuesto de importación de 35% a los automóviles de construcción extranjera que se venden en el país. “Si vas por la Quinta Avenida, todo el mundo tiene un Mercedes Benz frente a su casa”, le dijo a Bild, mientras se lamentó por la falta de Chevrolets en Alemania. General Motors ha retirado la marca de Europa durante algunos años.

     Automotrices alemanes como Daimler, Volkswagen y BMW han respondido a los ataques con una mezcla de desafío y apaciguamiento. Harald Krueger, el director ejecutivo de BMW, uno del pequeño grupo de líderes empresariales que acompañó a la canciller alemana Angela Merkel en su primer viaje para visitar a Trump en la Casa Blanca, ha defendido la importancia del libre comercio y señaló que la planta más grande de BMW están localizada en Spartanburg, Carolina del Sur --lo que convierte al fabricante en el mayor exportador de Estados Unidos en términos netos.

 



Fecha de publicación: 26/05/2017

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