La Comisión Reguladora de Energía (CRE), el organismo responsable de supervisar el correcto funcionamiento del mercado de venta de combustibles en el país, determinó adelantar un mes la quinta fase de apertura de los mercados de gasolina y diésel, por lo que a partir del 30 de noviembre México concluirá con el proceso de control de los precios máximos a nivel nacional.

     El gobierno mexicano determinó que a partir de este año          serían retirados de forma paulatina los controles que durante décadas se aplicaron a los precios de las gasolinas, como parte de la apertura de este sector a participantes de la iniciativa privada.

     De ahí que ahora, debido a los efectos positivos observados en las tres etapas que ya entraron en marcha, la CRE determinó que a finales de este mes fueran activadas las fases cuatro y cinco de manera simultánea o un mes antes de lo planeado inicialmente.

     En la cuarta ronda serán liberados los precios en 20 estados del centro del país, incluyendo algunos de los estados de mayor consumo a nivel nacional como Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Veracruz, Querétaro o Puebla. Además, la quinta fase, que incluye a los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo, también será ejecutada a finales de este mes.

     “La CRE ha observado, por un lado, que en las zonas liberadas se aprecia una tendencia general a la estabilidad en los precios y, por otro lado, que el proceso ha despertado el interés de empresas nacionales e internacionales en el mercado mexicano de combustibles”, informó CRE, a través de un comunicado. “Así, adelantar la quinta etapa busca acelerar los efectos positivos de la apertura”.

     Muchos temían que la apertura de los mercados de combustibles resultara en un incremento de los precios a nivel nacional debido a que casi tres cuartas partes de los combustibles que se consumen en México son importados al país, de modo que los cambios en los precios internacionales y las variaciones en el tipo de cambio podrían encarecerlos.

     Sin embargo, para evitar una alta volatilidad, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público determinó una fórmula que permite suavizar esos cambios bruscos en los precios a través del uso del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, o IEPS, que cobra por cada litro vendido.

     La primera etapa de apertura del mercado de gasolinas y diésel aplicó en los estados de Baja California y Sonora, a partir del 30 de marzo; la segunda fue la apertura en los estados de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y el municipio de Gómez Palacio, en Durango, a partir de junio; la tercera comprendió a Baja California Sur, el resto de Durango y Sinaloa a partir del 30 de octubre.

     Además de este cambio, la CRE anunció también dos modificaciones a la determinación de precios en primera venta.

     El primer ajuste contempla asegurar la primera venta  que, de no poder ser directamente en las refinerías de Petróleos Mexicanos, o Pemex, como se conoce a la petrolera estatal, deberá ser en el primer punto alterno viable, incluyendo terminales de abastecimiento o de reparto, sin incluir costos de almacenamiento. 

     El segundo incluye un ajuste en la metodología para el precio aplicable a esa primera venta para que éstos se determinen no con base en los costos de logística e internación de la localización de cada punto, sino a través de la definición de un precio de lista único para la primera venta en territorio nacional y en cada terminal de almacenamiento.

      “La CRE aprobó dos modificaciones con la finalidad de generar condiciones de equidad, competencia y trato no discriminatorio para los participantes del mercado y así impulsar el desarrollo del mercado de combustibles”, añadió esa Comisión, en su comunicado. 



Fecha de publicación: 17/11/2017

Etiquetas: México Pemex petróleo energía combustibles gasolinas flexibilización