13 de jun. (Sentido Común) -- Andrés Manuel López Obrador, el candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, fincó, para muchos, su ventaja rumbo a la elección presidencial del 1 de julio en el hecho de no está aparentemente involucrado en manejos inadecuados de fondos públicos, así como en su promesa de acabar de tajo con la corrupción que azota al país.

     Eso, sin embargo, no impidió que durante el último de los tres debates presidenciales sus adversarios intentarán desacreditar su imagen de político limpio al hacer señalamientos de conductas, tanto de él, como de un colaborador cercano, que buscaron dejar en duda el aura de honestidad que ha podido crear desde que intentó ganar la presidencia por primera vez en 2006.

     Las críticas que lanzaron en contra de López Obrador buscaron, por un lado, manchar la imagen de uno de sus colaboradores más cercanos, quien incluso está contemplado a convertirse en secretario de Comunicaciones y Transportes si resulta victorioso; así como sus prácticas cuando fue Jefe de Gobierno de la capital del país.

     El colaborador señalado fue Javier Jiménez Espriú, a quien el candidato José Antonio Meade, de la coalición Todos por México, vinculó con la compañía de construcción brasileña, Odebrecht, acusada y sancionada por haber realizado sobornos en 12 países de América Latina, incluido México, a fin de obtener diversos contratos de obras públicas.

     Jiménez Espriú rechazó hoy rechazó tener vínculos con esa, aunque si dijo que su familia política, dueña de la empresa petroquímica Grupo Idesa, tiene relaciones de negocios con la brasileña Braskem, filial de Odebrecht.

     Idesa y Braskem están asociadas en el proyecto petroquímico Etileno XII ubicado en el estado de Veracruz, en un joint venture donde Idesa cuenta con una participación de 25% y el resto --75%-- es propiedad de Braskem.

     Jiménez Espriú, quien tiene 80 años de edad, también reveló que forma parte del consejo de administración de Idesa, como uno de 15 consejeros suplentes.

    Si bien hasta ahora nadie en México ha sido acusado por la Procuraduría General de la República (PGR) por el caso Odebrecht, al menos dos directivos de la constructora brasileña declararon ya ante las autoridades de Brasil que sobornaron a Emilio Lozoya, el exdirector general de la empresa petrolera estatal, Petróleos Mexicanos, con por al menos 10 millones de dólares a fin de asegurar contratos con dicha compañía. 

     Lozoya Austin, quien antes de dirigir Pemex formó parte del equipo de campaña del presidente Enrique Peña Nieto, ha negado en reiteradas ocasiones haber recibido dinero de la constructora.

     “En el tema de Odebrecht la pregunta. . . [es] para Andrés Manuel, porque el socio de Odebrecht en México es la familia de Jiménez Espriú, a quien Andrés Manuel ha propuesto como su Secretario de Comunicaciones y Transportes”, dijo Meade, en el debate presidencial.

     Meade compite por la presidencia de México a nombre de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal).

     Ante estos señalamientos, Jiménez Espriú emitió un comunicado donde reconoció la relación familiar que tiene pero descartó que haya dirigido Grupo Idesa o participado de un acto ilegal, como sugirió Meade.

     El exdirector de la desaparecida línea aérea mexicana, Compañía Mexicana de Aviación, atribuyó el ataque del candidato que va en tercer lugar en las encuestas electorales a la urgencia que tiene por tratar de bajar a López Obrador en las preferencias y quien le saca, en promedio, casi 30 puntos porcentuales, de acuerdo al portal que recopila encuestas Oraculus.mx.

     “En su desesperación José Antonio Meade, miente como es su costumbre, señalando en el debate que mi familia es socia de Odebrecht y en un tweet posterior señala que soy director general de Idesa”, dijo Jiménez Espriú, en un comunicado. “No soy ni he sido director general de Idesa. . .ni Idesa tiene relación con los temas de Comunicaciones y Transportes en los que estoy colaborando con el licenciado López Obrador”.

     El aspirante a secretario de estado, y quien renunció al PRI, hace cerca de 30 años, agregó que Idesa fue fundada hace 60 años por su suegro, Pascual Gutiérrez Roldán y que forma parte de su consejo de administración.

     “Soy miembro del consejo de Idesa, que no tiene nada que ver con el fraude Odebrecht-Pemex, de Lozoya”, escribió además Jiménez Espriú en redes sociales. “No tengo responsabilidad ninguna, ni remotamente, del asunto en el [que] Meade es cómplice”.

     Meade era presidente del consejo de administración de Pemex cuando la petrolera entregó contratos a Odebrecht, aunque esos contratos se otorgaron antes de que estallara el escándalo de la compañía brasileña por una investigación de sus prácticas en Estados Unidos y otras naciones.

     Jiménez Espriú agregó que al final terminará por quedar claro que él no formó parte del esquema de corrupción que montó Odebrecht en el país como quiso insinuar Meade.

     Meade “es un taimado. Sabe perfectamente quiénes están involucrados en el fraude de Odebrecht”, agregó Jiménez Espriú, quien es ingeniero mecánico electricista por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en su cuenta personal de Twitter.  “Sus maniobras distractivas y difamatorias son acciones de complicidad. Se sabrá la verdad públicamente, más temprano que tarde”.

      De acuerdo con un reporte del diario estadounidense The New York Times, la PGR cuenta con elementos para iniciar acciones penales por el caso Odebrecht pero ha optado de momento por retrasar esa acción ante el proceso electoral que vive el país rumbo a la elección presidencial del próximo 1 de julio.

     Claro que la mención de Jiménez Espriú no fue el único golpe que recibió en el tercer debate quien compite por tercera vez por la presidencia y aparece como puntero en prácticamente todas las encuestas.

     Ricardo Anaya Cortés, el candidato a la presidencia del país por la coalición Por México al Frente, también acusó a López Obrador de no ser un político honesto como dice que es, por otorgar contratos por hasta 170 millones de pesos (8 millones de dólares) a José María Rioboó Martin, para la construcción de infraestructura en la Ciudad de México, cuando fue titular del gobierno de la capital del país.

     “Contesta sin chistes, sin payasadas, sí o no, cuando fuiste jefe de gobierno, ¿a Rioboó le otorgaron contratos por asignación directa sin licitación o concurso, por 170 millones de pesos?”, cuestionó el candidato representante de los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano, durante el debate que se celebró en el Museo Mundo Maya, ubicado en la ciudad de Mérida en la península de Yucatán.

      Anaya cuestionó a López por haber asignado esos contratos para la construcción de puentes vehiculares, como el llamado segundo piso del Anillo Periférico, algo que sí ocurrió pero que no necesariamente implica un acto ilegal.

     “Dices que no es cierto y si te lo demuestro ¿renuncias a la candidatura? Si te presento los contratos por 170 millones ¿renuncias a la candidatura?”, insistió el expresidente nacional del PAN, ante la negativa que hizo el candidato de Juntos Haremos Historia a responder a sus cuestionamientos.

     El portal de internet Verificado 2018, que es un esfuerzo colectivo de varios medios de comunicación para contrastar los dichos de los candidatos con la realidad, comprobó que la compañía Grupo Rioboó recibió cuatro adjudicaciones directas por 171 millones de pesos. Sin embargo, aclaro que dos de esos cuatros contratos los recibió la empresa cuando López Obrador ya no era jefe de gobierno.

     De acuerdo con la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, un gobierno puede asignar de manera directa un contrato cuando considere que no existen bienes o servicios alternativos, o sustitutos técnicamente razonables, o bien, cuando estime que obtendrá las mejores condiciones de contratación al asignarlo de esa forma.

     Claro que eso no implica que no se haya usado esa autorización legal para llevar a cabo practicas corruptas. Es más, algunos especialistas han señalado que el abuso que se hace de esta figura por parte de las autoridades, en todos los niveles de gobierno, está fuertemente vinculada con casos de sobornos y corrupción.   

     De ahí que Anaya, al señalar la relación de amistad entre López Obrador y el empresario Rioboó, y los contratos que él recibió del primero, intentó señalar que pudo haber un conflicto de interés o un tráfico de influencias, algo que constituye un delito. El candidato que va en segundo lugar en las preferencias electorales incluso atribuyó la oposición de López Obrador al Nuevo Aeropuerto Internacional de México al hecho que su amigo intentó ganar algunos contratos para esa obra, pero fracasó.

     “Este señor participa para él hacer el proyectos de pistas para el nuevo aeropuerto, un contrato de mil millones de pesos, que perdió”, dijo Anaya a López Obrador. “Ya que lo perdió se presentó con López Obrador para echar pestes del proyecto y proponer que mejor se hiciera en otro lugar.

     "Te has convertido en lo que tanto criticabas”, concluyó Anaya, en el último debate televisivo.



 

 

 

 

 

 

 

 

 



Fecha de publicación: 13/06/2018

Etiquetas: Javier Jiménez Espriú aspirante a secretario de Comunicaciones y Transporte en caso de ganar las elecciones Andrés Manuel López Obrador negó tener vínculos con el caso de Odebrecht. Foto del portal oficial del candidato López Obrador.