20 de jun. (Sentido Común) -- Haciendo uso de una de las frases más populares del narrador de partidos de futbol, Enrique “el Perro” Bermúdez, el caricaturista Daniel Camacho se mofó hace un par de días de la enorme oportunidad que dejó pasar el candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, para reforzar su popular mensaje de que de ganar la elección combatirá los privilegios y el dispendio de los servidores públicos.

     Con el título: “La tenía, era suya y la dejó ir. . .” --frase acuñada por “el Perro” Bermúdez para resaltar cuando un delantero deja ir una oportunidad fácil de gol, Camacho dibujó en el periódico Reforma a un López Obrador silbando, con shorts blancos, medias y camiseta roja que ve pasar una especie de bolsa-balón, lista para chutarla a la portería y en la que se lee la inscripción: Despilfarro Layda.

     Con ello, Camacho, como muchos otros observadores, quiso dejar en claro que para él, el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia desperdició una oportunidad de oro para reforzar una de las propuestas más populares de su campaña electoral y que le ha ganado millones de seguidores: el combate al mal uso de los recursos públicos que han realizado el gobierno federal y los gobiernos locales en el pasado.

     En concreto, Camacho se refería a la reacción --desde su perspectiva inapropiada--, que tuvo el candidato puntero al reportaje que hizo la televisora Grupo Televisa sobre los gastos excesivos, superfluos y de dudosa justificación de la senadora Layda Sansores, una política cercana a López Obrador y quien actualmente compite por la coalición que él encabeza por el cargo de alcaldesa de la delegación Álvaro Obregón de la Ciudad de México.

     Para López Obrador, ese reportaje no reveló nada que sancionar o cuestionar, sino que fue parte de lo que llama la “guerra sucia”, o las críticas que lazan en su contra sus adversarios y que, según él, forman parte de la “mafia del poder”, o de un grupo amorfo de personas o instituciones, que desde su perspectiva está haciendo todo para que no gane la presidencia.

     Claro que su falta de reacción a las posibles conductas de despilfarro de Sansores, no sólo ha generado críticas al candidato de los partidos Movimiento Regeneración Nacional (Morena), del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES), como la del caricaturista Camacho, sino que ha despertado sospechas en muchos observadores políticos sobre la convicción verdadera del candidato presidencial, que saca más de 20 puntos de ventaja a su más cercano perseguidor, Ricardo Anaya, de la coalición Por México al Frente, para combatir el dispendio e, incluso, la corrupción.

      Al dejar pasar la oportunidad del reportaje para reforzar su mensaje, López Obrador dejó entrever, para muchos, un doble discurso en cuanto a cómo combatirá las conductas indebidas: las tolerará si son de sus seguidores, más no si son de sus opositores. 

      En otras palabras, para algunos, con su actitud de deslindar una posible conducta reprensible de Sansores, el tres veces candidato presidencial pareció indicar que de ganar la presidencia lo que hará es cambiar a una "mafia del poder", por su propia "mafia del poder".

     La preocupación de que él aplique un posible doble rasero en su propuesta de combatir el dispendio surge porque el reportaje que transmitió Televisa en su noticiero nocturno, conducido por Denise Maerker, dejó en claro --con copias de facturas-- que la senadora Sansores utilizó recursos públicos para gastos frívolos, como la adquisición de una muñeca de cuatro mil 940 pesos en la cadena de tiendas departamentales de alta gama, El Palacio de Hierro, o la compra de un vestido con una mascada por 14 mil pesos elaborado por la diseñadora de modas, Carmen Rión, y que contaba con las imágenes de las caras de los 43 normalistas desaparecidos en la ciudad de Iguala a finales de 2014.

     Esos estudiantes realizaban sus cursos en la escuela normal rural Raúl Isidro Burgos, del poblado de Ayotzinapa, en Guerrero.

     Si bien, Sansores ha argumentado que los recursos que utilizó en esas compras eran de su propiedad, por ser parte de los fondos que reciben todos los senadores, hay dudas que los haya empleado de manera correcta ya que el Senado entrega esos fondos como apoyo a las labores legislativas de sus integrantes.

     “Todo forma parte de tu sueldo y tú puedes decidir libremente qué vas a hacer con él”, dijo Sansores en un video difundido a través de sus redes sociales, luego de la transmisión del reportaje de Televisa.

      Claro que ante esto, Maerker aclaró que la senadora, a quien debe reconocérsele diversos esfuerzos por transparentar el uso de recursos públicos de los legisladores en el país, faltaba a la verdad pues los fondos que gastó en esos bienes debieron usarse, como indican las reglas del Senado, para viáticos, boletos de avión, gasolina, transporte, hoteles y otros gastos durante los visitas fuera de la capital que realizan los legisladores. En ningún momento el Senado, de acuerdo a Maerker, permite el uso de esos recursos para el tipo de compras que realizó Sansores. 

     “No se puede hacer con ese dinero lo que se les antoje”, dijo Maerker en respuesta a los comentarios de la senadora, en su noticiero.

     Pero más allá de una posible violación a las reglas senatoriales, para muchos los gastos de Sansores debieron despertar, al menos, cierta indignación de López Obrador, sobre todo por las proclamas que ha hecho a lo largo de su campaña en torno a la necesidad de transformar las conductas de los servidores públicos y que muchos electores tienen la esperanza que realice de ganar la elección.

     Al no condenar, o cuando menos indicar que estudiaría el caso, muchos creen que el candidato puntero mostró una actitud que pone incluso en tela de juicio sus compromiso con limpiar la vida pública nacional. Mas aun, algunos expertos creen que la respuesta al reportaje que dio López Obrador reafirmó las dudas que existen sobre sus credenciales democráticas al aparentemente no aceptar críticas, o puntos de vista contrarios al suyo o de los suyos.

     López Obrador y sus aliados “tenían la oportunidad de mostrar su compromiso con la probidad y con la ley. Todos, o casi todos, fallaron”, escribió Jesús Silva-Herzog Márquez, un analista político, en su columna semanal del diario Reforma. Andrés Manuel “reaccionó como lo hace habitualmente: descalificando la crítica”.

     Una de las aliadas de López Obrador que también salió en defensa de Sansores fue Irma Eréndira Sandoval.

     El caso de ella llamó mucho la atención pues ha sido seleccionada por López Obrador para ocupar el cargo de secretaria de la Función Pública, la entidad encargada de vigilar y sancionar las conductas indebidas de los servidores públicos, en caso de ganar la elección del 1 de julio.

     Sandoval, como López Obrador, en lugar de aprovechar el reportaje para resaltar las labores que podrá llevar a cabo bajo su futura responsabilidad en materia del combate al dispendio, o a las prácticas inmorales de los servidores públicos, salió también a defender a la senadora.

     “Mi solidaridad y apoyo con nuestra senadora y próxima alcaldesa en Álvaro Obregón @LaydaSansores”, escribió Sandoval, en su cuenta de la red social Twitter.

     Más adelante, Sandoval intentó rectificar al escribir en su cuenta personal de la red social Facebook, que en caso de llegar a ocupar el cargo que le ha asignado López Obrador, hará todo de su parte para, “con absoluta independencia, pulcritud y objetividad, sin filias ni fobias de ningún tipo, prevenir y combatir el cáncer de la corrupción y el derroche en todos los rincones de la Administración Pública Federal”.

     La Función Pública vigila el comportamiento de los servidores públicos que pertenecen al poder ejecutivo, pero no tiene injerencia ni en el actuar de los miembros del poder legislativo ni de los del poder judicial.

     “Con respecto al caso en particular de Layda Sansores, estoy desde luego a favor de que se investigue para esclarecer si se hubiera cometido alguna irregularidad”, agregó. “Sin embargo, con la información con la cual contamos hasta este momento muy difícilmente se podría configurar alguna ilegalidad y mucho menos alguna sanción en su contra”.

     Una de las pocas respuestas que los analistas políticos consideraron apropiadas de los colaboradores de López Obrador fue la de Gerardo Esquivel, quien actúa actualmente como asesor económico externo de la campaña presidencial del candidato puntero.

     Esquivel, sin condenar a Sansores por tratarse de un reportaje periodístico y no de una investigación oficial, aprovechó la información divulgada por Televisa sobre los gastos de la senadora para recalcar que el dispendio no debe caber en una administración lopezobradorista, más cuando parte de los programas sociales que buscará implementar él de ganar la presidencia, estarán financiados con los recursos que logren ahorrar al recortar los privilegios innecesarios de los funcionarios públicos.

     “Lo de Layda Sansores es la punta del iceberg del dispendio de recursos públicos. Hay un margen enorme para ahorros fiscales en los tres poderes de la unión. Debe combatirse la cultura del despilfarro en todos los niveles”, escribió Esquivel, en su cuenta de Twitter.

 

 



Fecha de publicación: 20/06/2018

Etiquetas: AMLO Layda Sansores dispendio política México senador elecciones