31 de ago. (Sentido Común) -- El gobierno del presidente estadounidense, Donald J. Trump, envió al Congreso la notificación de su intención de firmar un acuerdo de libre comercio con México --y Canadá, si así lo desea este último país-- dentro de los próximos 90 días a partir de hoy.

     “El acuerdo es el tratado más avanzado y con los estándares más altos de todos los firmados en el mundo”, dijo la oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), Robert Lighthizer, en un comunicado. “En las próximas semanas, el Congreso y los asesores de la sociedad civil o del sector privado podrán examinarlo”.

     La administración Trump envió esa solicitud al Congreso pese a que no logró incorporar a Canadá en el nuevo acuerdo comercial alcanzado con México hace unos días para sustituir al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

     Sin embargo, no todo está perdido en cuanto a mantener un acuerdo trilateral ya que las pláticas entre los negociadores de Canadá y Estados Unidos reiniciarán el miércoles de la próxima semana luego que este viernes los dos países avanzaron en los temas más controvertidos que enfrentan, pero que aún no zanjan del todo sus diferencias. 

     “Las reuniones [con Canadá] han sido constructivas y hemos progresado”, agregó la oficina de Lighthizer en el comunicado. “Nuestros funcionarios siguen trabajando para llegar a un acuerdo”.

     Si Canadá y Estados Unidos liman sus diferencias entonces el texto del tratado que tiene que enviar el gobierno estadounidense a su poder legislativo en 30 días, o el 30 de septiembre, incluirá a su vecino norte, por lo que lo que lo que los legisladores de las tres naciones revisarán conservará su carácter trilateral.

     Trump había puesto una fecha límite para incorporar a Canadá a ese acuerdo esta semana antes de hacer la notificación. La notificación la tenía que hacer hoy el gobierno estadounidense con la intención de que el nuevo pacto lo pueda firmar el 30 de noviembre el presidente saliente de México, Enrique Peña Nieto, quien estuvo al frente de la negociación desde hace poco más de un año.

     Si eso sucede, el mandatario estadounidense contará también con algo que presumir frente a las elecciones legislativas de medio periodo y en las que enfrenta el reto de perder el control de la Cámara Baja, o Cámara de Representantes.

     El acuerdo Estados Unidos-México cuenta también con el respaldo del presidente entrante, Andrés Manuel López Obrador, quien también desea iniciar su mandato de seis años sin la preocupación de no contar con un pacto comercial con su vecino del norte, el cual consume cerca de 80% de todo lo que exporta la segunda economía más grande de América Latina.

     Hasta ahora, las principales diferencias entre Canadá y Estados Unidos se centran en el tema de la industria láctea canadiense, que tiene importantes barreras de entrada para empresas extranjeras y que el gobierno estadounidense desea eliminar, y el capítulo XIX del acuerdo comercial anterior. 

      Ese capitulo ofrece mecanismos de resolución de controversias, vía páneles de especialistas, cuando existen discrepancias entre países sobre las medidas de salvaguarda o protección que imponen las autoridades nacionales contra ciertos productos importados de las otras naciones por supuestos subsidios. Estados Unidos quiere eliminar ese capítulo, mientras que Canadá quiere preservarlo. 

     México, en su renovado acuerdo bilateral con Estados Unidos, aceptó no incluirlo, pero muy probablemente podría aceptar reincorporarlo si Canadá convence de ello a los estadounidenses.  

     Chrystia Freeland, la ministra de Relaciones Exteriores canadiense, dijo que la postura de su gobierno será continuar en el proceso de modernización del TLCAN, pero solo aceptará un acuerdo que beneficie a su país.

     “Sabemos que podemos llegar a un acuerdo que beneficie” a los tres países, dijo Freeland en una conferencia de prensa desde la embajada de su país en Washington, D.C., tras finalizar los diálogos con Lighthizer. “Con buena voluntad y flexibilidad sé que podemos llegar a ello”.

     Freeland declinó dar detalles acerca de los asuntos específicos que han impedido a Canadá y Estado Unidos concluir con las negociaciones, aunque dijo que el proceso con México dejó avances importantes que su gobierno ha aceptado por completo.

     Un ejemplo de esto es el capítulo para regular a la industria automotriz, en el cual el gobierno de Estados Unidos y el de México acordaron que al menos 40% del contenido de un vehículo comercializado sin aranceles en Norteamérica, sea ensamblado con partes o componentes que estén elaboradas por trabajadores que reciben un salario superior a 16 dólares por hora.

     Además, coincidieron en la idea de obligar a las armadoras de autos a usar más piezas originarias de Norteamérica que antes. En el viejo acuerdo ese porcentaje era de 62.5%, mientras que el acordado por Estados Unidos y México eleva ese porcentaje a 75%.

     “Una de las cosas que creo que estamos logrando en este acuerdo es un mejor trato para los trabajadores canadienses y estadounidenses en el sector automotor”, agregó Freeland en la conferencia en la capital estadounidense. “Nuestra prioridad siempre han sido los canadienses de la clase media”.

     Los especialistas aún creen que a pesar de que Canadá y Estados Unidos no pudieron ponerse de acuerdo este viernes, al final lograrán encontrar una solución a sus problemas. Para ambas naciones mantener el libre comercio es crucial ya que son los socios comerciales más importantes tanto para una como para la otra.

     Incluso, hay fuerte presión de grupos empresariales en ambas naciones con sus respectivos gobiernos por alcanzar un acuerdo. Canadá es, por ejemplo, el principal destino de las exportaciones que realizan 36 estados de la Unión Americana, por lo que muchos empresarios y trabajadores estadounidense pidieron a Trump renegociar el TLCAN pero sin hacerle daño a la relación comercial con Canadá o México.

     Además, sin Canadá es probable que el Congreso estadounidense rechace revisar el acuerdo bilateral de Estados Unidos y México ya que otorgó permiso a Trump para renegociar un acuerdo en el que participen tres socios y no sólo dos.

     Por la mañana del viernes, tras el primero de dos encuentros realizados el viernes, aparentemente surgieron tensiones en las negociaciones Canadá-Estados Unidos por un reporte en la prensa que decía que el presidente Trump realizó comentarios antagónicos con Canadá fuera de grabación en una entrevista con la agencia de noticias Bloomberg.

     Muchos temían que esos comentarios pudieran romper el diálogo, algo que no ocurrió. Freeland no quiso responder a preguntas sobre su postura ante los comentarios de Trump y sólo dijo que con quien negociaba, el señor Lighthizer, encontraba “buena voluntad y buena fe” para cerrar un nuevo acuerdo.

     Por su parte, el gobierno mexicano vio con buenos ojos la notificación del acuerdo que Trump envió al Congreso de su país, aunque dijo que continuará dando seguimiento al proceso de negociación con Canadá y espera que ese país se incorpore pronto al nuevo convenio comercial.

     “La notificación enviada por Estados Unidos, representa un paso adelante en la formalización de los entendimientos alcanzados”, dijeron la Secretaría de Economía y de Relaciones Exteriores, en un comunicado conjunto. “México participará en la negociación de los temas trilaterales, a la vez que seguirá impulsando un acuerdo del que Canadá sea parte”.

 




Fecha de publicación: 31/08/2018

Etiquetas: Canadá EUA comercio TLCAN negociación México economía Donald Trump