14 de nov. (Sentido Común) -- Andrés Manuel López Obrador, el próximo presidente de México, presentó los primeros detalles de la estrategia que planea ejecutar durante su gobierno para pacificar al país, generar condiciones de seguridad y atender a las víctimas de la violencia, tres de los principales problemas que enfrenta México y que muchos esperan que el gobierno entrante pueda atender y corregir.

     Así, el próximo gobierno propuso, como lo planteó en campaña, dar amnistía a algunos participantes menores de las organizaciones criminales, que por circunstancias, más que nada socioeconómicas y no de lucro, optaron por ser parte de esas bandas. Las propuestas también contemplan despenalizar algunas drogas y mantener, pese a la resistencia inicial, a las fuerzas armadas en tareas de auxilio en el combate a la delincuencia, aunque bajo un nuevo marco regulatorio.

     Con este programa, el futuro mandatario, quien cumplió 65 años de edad ayer, planea atender el grave problema de violencia que vive México y que tiene intranquila a la mayoría de la población del país.

     De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, o Inegi, 74.9% de los mexicanos mayores de edad dijo sentirse inseguro de vivir en su ciudad al cierre del tercer trimestre del año, una reducción con respecto al máximo de 76.8% observado en los primeros tres meses de 2018 pero todavía en niveles muy altos.

    Por ello es que el equipo de transición del próximo gobierno presentó su esquema de seguridad, que estará dividido en ocho ejes, los cuales tienen como objetivo implementar diversas políticas públicas para recuperar la tranquilidad de las familias y recuperar la confianza en las instituciones.

     “Es un plan que parte de la concepción de atender lo económico y social, las necesidades de los mexicanos”, dijo López Obrador, en conferencia de prensa. “El mal hay que enfrentarlo haciendo el bien. Hay que atender las causas que originan la violencia”.

     El plan de paz y seguridad de López Obrador incluye la creación de una guardia nacional, cuya tarea principal será erradicar y prevenir los delitos en México. Dicha corporación estará conformada por elementos del Ejército, la Marina y la Policía Federal, la cual deberá operar plenamente en un plazo máximo de tres años y estará adscrita a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

     La integración de la guardia nacional se llevará a cabo en tres etapas, la primera consiste en la integración de las policías naval y militar. Posteriormente, se procederá a incorporar a algunos elementos de las fuerzas armadas y finalmente se reclutará a 50 mil nuevos elementos.

     El plan de seguridad del próximo gobierno contempla dividir a México en 266 regiones, con al menos 500 elementos cada una para de esa forma realizar las tareas vigilancia en todo el país.

     “Para complementar mejor la propuesta, añado que vamos a tener 266 coordinaciones territoriales, vamos a comenzar con 150”, agregó el presidente electo, en la conferencia de prensa. “En 2020 vamos a llegar a 200 coordinaciones y en 2021 van a estar completas las 266 coordinaciones con todos los elementos”.

     El plan de seguridad de López Obrador también buscará erradicar la corrupción en la administración pública, mediante el incremento de las facultades de los órganos fiscalizadores como la Secretaría de la Función Pública, la Auditoría Superior de la Federación y la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

     Desde su campaña, el próximo mandatario puso como eje de su gobierno no solo un programa de austeridad que buscará eliminar las elevadas canonjías que tienen algunos servidores públicos, sino también erradicar de tajo los actos de corrupción que protagonizaron algunos funcionarios de esa administración.

     Por eso es que en este punto, el próximo gobierno planea eliminar los fueros, los paraísos fiscales y monitorear en tiempo real las adquisiciones del gobierno, al tiempo que las declaraciones patrimoniales y de impuestos de los funcionarios serán obligatorias.

     Además, el futuro mandatario  buscará reorientar la política de combate a las drogas y  reorientar los recursos para aplicarlos en reinserción y desintoxicación de las personas con adicciones.

     Otro de los ejes de la estrategia de seguridad de López Obrador será garantizar  los derechos de las víctimas con base en cuatro ejes: verdad, justicia, reparación del daño, y garantía de no repetición de los crímenes.

     López Obrador también propuso  impulsar leyes que ayuden a terminar con las confrontaciones armadas y posibilitar los procesos de desarme del crimen organizado, entre ellas la ley de amnistía, una de sus promesas de campaña más impopulares.

     Estas iniciativas serán diseñadas mediante un Consejo para la Construcción de la Paz que estará integrado por instituciones dedicadas a la proliferación de la paz.

     “Resulta imperativo hacer un alto para considerar la necesidad de emprender un proceso de pacificación con las organizaciones delictivas”, dijo Alfonso Durazo Montaño, el próximo titular de la recién creada Secretaría de Seguridad Pública, en la misma conferencia de prensa donde se presentó el plan. “El consejo se integrará por seis personas, tres en representación de instituciones públicas y tres en representación de la sociedad”.

     López Obrador  también dijo que su estrategia de seguridad contempla el garantizar empleo, educación y salud a través de programas de desarrollo y bienestar para reducir la pobreza y la marginación.

     El futuro presidente agregó que los derechos humanos serán respetados y que no se permitirá la represión, ni tortura en las corporaciones policiacas.

     Finalmente, la estrategia incluye la recuperación de las cárceles, así como el diseño de nuevos  planes para la reinserción social y mejorar la ética los ciudadanos a través de una constitución moral.

 

 



Fecha de publicación: 14/11/2018

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