La cementera ha acelerado los pasos en materia de reducción de dióxido de carbono, o Co2, ante la activación de mayores regulaciones ambientales en mercados clave como Europa y la inminente entrada de mercados de carbono en México y Colombia, lo que hará que sea más costoso para Cemex producir cada tonelada de cemento.  Foto Cemex
   La cementera ha acelerado los pasos en materia de reducción de dióxido de carbono, o Co2, ante la activación de mayores regulaciones ambientales en mercados clave como Europa y la inminente entrada de mercados de carbono en México y Colombia, lo que hará que sea más costoso para Cemex producir cada tonelada de cemento.  Foto Cemex

2 de oct. (Sentido Común) -- Cemex es uno de los productores de materiales para la industria de la construcción más grandes del mundo y lo fue más gracias a una agresiva estrategia de expansión que se estrelló con la crisis mundial que inició en 2008. Desde entonces aplica una disciplina financiera casi obsesiva y se ayuda de todo, hasta de lo que no parece tener relación.

     El objetivo de la regia es convencer a las agencias calificadoras que no tiene problemas para manejar su deuda y debe ser considerada en grado de inversión.

     Esa cruzada coincide con otro empeño que cada vez ha cobrado más relevancia para Cemex y sus grupos de interés; y que a pesar de las medidas de ajuste puestas en marcha en momento complicados --como ahora lo es la pandemia--, sigue siendo un objetivo primario: invertir para reducir sus emisiones contaminantes.

     “Cualquier acción y estrategia que tengamos de CO2 [reducir y compensar sus niveles de emisión de dióxido de carbono] va a determinar una parte de nuestra competitividad hacia futuro”, dijo Vicente Saiso Alva, director de sustentabilidad de Cemex, en entrevista.

     “Nosotros no podemos detenernos, debemos acelerar el paso y estar a la par de las expectativas de la sociedad, del mundo científico, de los inversionistas y de las instituciones financieras que cada vez nos piden una mayor demostración de que tenemos un desempeño ambiental y social, igual de favorable que el financiero”.

     La cementera ha acelerado los pasos en materia de reducción de dióxido de carbono, o CO2, ante la activación de mayores regulaciones ambientales en mercados clave como Europa y la inminente entrada de mercados de carbono en México y Colombia, lo que hará que sea más costoso para Cemex producir cada tonelada de cemento.  

     Por otro lado, en los últimos años ha incrementado la cantidad de inversionistas institucionales, como fondos y pensiones, que han puesto el ojo en los objetivos y acciones de sostenibilidad ambiental, un factor que podría determinar incluso la recepción de financiamiento.

     Para 2030, Cemex se ha fijado el objetivo de reducir 35% sus emisiones de dióxido de carbono por tonelada de cemento en sus operaciones globales con respecto a las que registraba en 1990 --un estándar comparativo para la industria--, con excepción de Europa, donde este objetivo ya fue sobrepasado y recientemente se fijó en 55%.

     A la fecha en sus operaciones a nivel global este indicador se encuentra en 23%.

     El alcanzar el hito hacia 2030, para el cual deberá realizar inversiones por 130 millones de dólares, estaría en línea con el nivel de reducción requerido por la comunidad científica hacia la industria para alcanzar los objetivos de los Acuerdos de París.

     “Hemos hecho un ejercicio muy detallado, muy riguroso planta por planta de todos nuestros planes de acción de aquí a 2030 de todas las tecnologías que estamos considerando para reducir el CO2, hemos recibido el visto bueno de Carbon Trust –un organismo externo en la materia-- de que lo que estamos planteando es razonable en vista de que las tecnologías ya están probadas y que además son económicamente viables”, dijo el director de sustentabilidad de Cemex, en la entrevista.

     Cemex pretende ofrecer concreto con cero emisiones netas CO2 a nivel mundial para 2050.

     El reto es ambicioso, pero no es sencillo. El concreto es uno de los materiales más consumidos por la humanidad, pero también es uno de los mayores generadores de emisiones de dióxido de carbono, el principal impulsor del calentamiento global.

     Si la industria del cemento fuera un país, sería el tercer mayor emisor de CO2 en el mundo, de acuerdo con la publicación especializada Carbon Brief.

     “Se necesitan urgentemente cambios significativos en la forma en que se produce y utiliza el cemento y el concreto para lograr reducciones profundas de las emisiones de conformidad con el Acuerdo de París sobre el cambio climático”, ha señalado Chatham House, una organización no gubernamental de origen británico dedicada a promover y entender los grandes retos globales.

     La mayor fuente contaminante en el proceso de producción del cemento es la generación de clinker, un compuesto que se utiliza como aglutinante; seguido por la quema de combustible para calentar los hornos de producción.

     La industria tiene por lo menos tres opciones para reducir sus emisiones: la captura y almacenamiento de CO2, el desarrollo de alternativas libres o reducidas de clinker, y la reducción en el uso de cemento, con acciones como el reúso o el reciclaje de concreto.

     Para alcanzar sus objetivos, Cemex está apostando a todas estas acciones, incluso en el desarrollo de tecnología e ideas innovadoras, que para oídos poco familiarizados con la industria o la química de materiales, bien podrían sonar a producto de la ciencia ficción.

     En el mediano plazo, la empresa está integrando a sus procesos de producción alternativas al clinker y al uso de combustibles contaminantes, a través de la utilización de escoria de acero, de materias primas descarbonizadas, fluorita, residuos municipales e hidrógeno, entre otros.

     Este año, incluso Cemex comenzó a comercializar un concreto neutral en emisiones de CO2 desarrollado en su Centro Global de Investigación y Desarrollo ubicado en Suiza, el cual se produce con 70% menos emisiones de carbono. El 30% restante los compensa con acciones de mitigación.

     A largo plazo, para 2050, la estrategia de Cemex considera la utilización de concreto para la captura de carbono, el re-procesamiento de residuos, procesos de rápida carbonización, tecnologías que en algunos casos aún se encuentran en desarrollo.

     La compañía mexicana forma parte del Proyecto FastCarb, una iniciativa impulsada por International Research & Exchanges Board (Irex) que tiene como objetivo capturar dióxido de carbono (CO2) en concreto, que después es usado como agregado.

     Además, a través de su unidad de capital emprendedor, Cemex Ventures, invirtió en Arqlite SPC, una startup de origen argentino que desarrolló una tecnología que permite producir concreto y agregados a partir de residuos plásticos hasta ahora eran considerados no-reciclables.

     Incluso esta semana, Cemex anunció el desarrollo de una tecnología que busca usar la luz solar para descarbonizar el proceso de producción cemento en alianza con Synhelion, una empresa suiza que desarrolla tecnologías limpias.

     Con esta tecnología, Cemex podrá reemplazar el consumo de combustibles fósiles de las plantas de cemento y capturar 100% de las emisiones de carbono, para convertirlas en combustible sintético.

     “Somos expertos en nuestro proceso de producción, aplicamos tecnologías de otras industrias y las tropicalizamos a la nuestra, tenemos gran conocimiento técnico, tenemos un equipo muy sólido repartido en el mundo”, agregó Saiso en la entrevista. Además, Cemex Ventures “nos ha abierto mucho el panorama del emprendimiento. . . ahora en nuestro sector se está dando mucha innovación y mucho desarrollo tecnológico”.

 

 

  

 

 

 

   

   

 

 

 

 

 


Fecha de publicación: 02/10/2020

Etiquetas: Cemex sustentabilidad CO2 cemento objetivos inversiones