Bitso pasó a ser la tercera fintech más grande de América Latina tras su tercera ronda de inversión. Foto archivo
Bitso pasó a ser la tercera fintech más grande de América Latina tras su tercera ronda de inversión. Foto archivo

5 de may. (Sentido Común) -- En 2008, en la cuna de la última gran crisis económica originada en el sector financiero, nadie imaginó que la publicación de una explicación sobre la tecnología de cadena de bloques, o blockchain, y la criptomoneda Bitcoin, pasarían de un tema de nicho entre fanáticos de la tecnología a una revolución del sistema financiero.

     Pero las criptomonedas --porque ya se multiplicaron-- hoy en día han logrado colocarse entre los activos de refugio, los portafolios de los tarders independientes, en las declaraciones de los banqueros centrales y han rebasado el valor del billón de dólares.

     En México, entre los primeros que vieron el potencial de los nuevos activos virtuales estuvieron Daniel Vogel, Pablo González y Ben Peters, quienes en 2014 lograron materializar su plataforma de intercambio de criptomonedas, a la que denominaron Bitso.

     La compañía tardó seis años en conseguir su primer millón de usuarios, pero hoy, impulsada por el uso de servicios digitales y respaldada por el futuro que prevén diversos fondos de inversión, cuenta con dos millones de clientes y una valoración de dos mil 200 millones de dólares.

     Eso la convierte en el primer unicornio --startups que alcanzan una valoración de al menos mil millones de dólares-- latinoamericano enfocado en criptomonedas y la tercera firma de tecnología financiera, o fintech, más valiosa de la región, detrás de Nubank (aproximadamente 25 mil millones) y dLocal (aproximadamente cinco mil millones).

     “Las personas de América Latina están utilizando esta tecnología en su vida cotidiana”, escribió en un comunicado Daniel Vogel, director general de Bitso, a propósito de su tercera ronda de inversión. “Estamos orgullosos de crecer con la industria y de continuar haciendo que estos poderosos habilitadores financieros estén disponibles para todos”.

     Bitso alcanzó la valoración de unicornio en su ronda de inversión serie C, liderada por los fondos Tiger Global y Coatue, con la participación de Paradigm, BOND & Valor Capital Group, además de los accionistas previos QED, Pantera y Kaszek, quienes le inyectaron 250 millones de dólares.

     Los recursos servirán a la fintech mexicana, que es la mayor plataforma de criptomonedas en Latinoamérica al operar en sus tres principales mercados: Brasil, México y Argentina, a continuar su expansión regional.    

     Uno de los países que Bitso tiene en la mira es Colombia, donde se posicionó como una de las empresas autorizadas en el programa piloto de sandbox y cripto.

     “Estamos encantados de invertir una vez más en Bitso para catalizar su crecimiento e impulsar su expansión en la región”, dijo Nigel Morris, cofundador y socio gerente de QED Investors.

     “La adopción de crypto en América Latina se está acelerando” dijo por su parte Scott Shleifer, socio de Tiger Global. “Estamos emocionados de sumarnos a Bitso; creemos que tienen la plataforma y equipo adecuado para ganar participación en este creciente mercado”.

     Bitso oferta actualmente una aplicación móvil para comprar, vender o transferir criptomonedas; la plataforma Bitso Alpha para trading profesional de activos virtuales; y Bitso Business, que agrupa productos transfronterizos para que empresas entren a la economía digital.

     La compañía es la única del ramo en América Latina que tiene la licencia Distributed Ledger Technology (DLT) de la Comisión de Servicios Financieros de Gibraltar (GFSC), jurisdicción que ha desarrollado uno de los marcos más avanzados para regular el comercio de criptomonedas.

     Además de Bitcoin, la plataforma de la firma, que permite a los usuarios comenzar a operar desde 100 pesos (cinco dólares), permite intercambiar fracciones de la moneda, además de otras criptomonedas como Etherum, Litecoin o Ripple.

     La empresa, que tiene más de 250 empleados en 25 países, considera que las criptomonedas adquirirán cada vez más protagonismo en el sistema financiero mundial y confía en sus ventajas.

     “Crypto ya no es una economía puramente digital para los techies, es una experiencia totalmente inmersiva para todos que evoluciona constantemente”, escribió Bitso en su blog al celebrar siete años de existencia. “El dinero descentralizado y los servicios financieros globales para todos llegaron aquí para quedarse”.

     Las criptomonedas gozan de varias ventajas al estar montadas en blockchain, una tecnología que carece de control central y que, al utilizar como centros de información y datos todos los equipos a los que está conectado, es virtualmente inviolable, como la portabilidad, el anonimato del titular y la ausencia de comisiones a terceros.  

     Esto ha atraído a inversionistas y compañías de diversos sectores, desde la automotriz Tesla, la controladora de redes sociales Facebook e incluso gigantes del sistema financiero tradicional como Goldman Sachs y JP Morgan.

     Incluso Wall Street demostró recientemente su apetito por este creciente mercado al lanzarse a comprar las acciones de Coinbase, la plataforma de trading de criptomonedas más importantes del mundo, que subió 31% tras su oferta pública inicial en la National Association of Securities Dealers Automated Quotation (Nasdaq).

     Pero los activos virtuales no están exentos de retos, pues han pasado “rápidamente de ser sujeto del afecto tecnológico de vanguardia a un problema crítico para los inversionistas y bancos centrales por igual; y ahora plantea muchas preguntas sobre los riesgos y beneficios de su adopción generalizada”, señaló Pierre Savarzeix, Gestor de Portafolio de Renta Variable de Seeyond, filial de Natixis IM, en un análisis en marzo.

     Janet Yellen, secretaria del Tesoro de Estados Unidos, dijo recientemente que el uso de Bitcoin es excesivamente ineficiente desde el punto de vista transaccional; El Departamento de Justicia estadounidense ha dicho más de una vez que la moneda está ampliamente ligada a actividades de financiamiento al terrorismo y lavado de dinero y Christine Legarde, presidenta del Banco Central Europeo, se ha negado a utilizar ese tipo de activos como reserva para su institución.

     Además, la demanda de equipo de cómputo que exigen los cálculos que requiere el sistema blockchain consumen más energía a nivel mundial que países enteros como Argentina, Noruega o Países Bajos, de acuerdo con el Índice de consumo de electricidad de Bitcoin de Cambridge.

     A esto se suma, de acuerdo con Savarzeix, el apalancamiento geopolítico que tiene Estados Unidos con el uso internacional del dólar, así como el beneficio que obtienen las grandes instituciones financieras a nivel global por el virtual monopolio de la creación de dinero que les otorgan los bancos centrales.

 

 


Fecha de publicación: 05/05/2021

Etiquetas: Bitso tecnología criptomonedas México ronda inversión valuación fintech