Durante el día, mientras los visitantes realizan consultas en la Librería Joanina de la Universidad de Coimbra, que tiene una antigüedad de 300 años, las criaturas permanecen ocultas detrás de los grandes estantes ataviados con placas doradas.

 Pero en las noches salen para proteger los libros.

Son un grupo de tal vez una docena de murciélagos residentes. Como amantes literales de los insectos de los libros --comen las polillas y escarabajos que dañan el pegamento y el papel-- también son inconscientemente los conservadores de la librería. Pero su presencia está desquiciando al personal de Joanina.  

Los murciélagos están recibiendo demasiada atención. Los bibliotecarios quieren que las personas conozcan a Joanina por sus libros y el conocimiento que atesoran, no por sus voladores mamíferos. En lugar responder preguntas académicas sobre Biblias raras, ilustradas a mano o atlas mundiales centenarios, los miembros del personal se encuentran principalmente respondiendo preguntas de los visitantes sobre la vida y hábitos de los murciélagos.

“Me duele”, dijo Jorge Manuel Neves Justo Alexandre, que ha sido el encargado de Joanina desde 2000. “Aquí tienes toda esta belleza, este conocimiento, y ellos preguntan dónde defecan los murciélagos”.

Recientemente, Alexandre discutió el tema con Celeste Mateus, una trabajadora de la biblioteca que estaba pasando la aspiradora por la entrada principal, cuando un visitante lo interrumpió. “¿Se están comportando bien los murciélagos?”, preguntó Pinto Almeida, un juez de la ciudad portuguesa de Coriscada.

Mateus hizo una mueca y respondió, “Sí, sí”, antes de volver a la aspiradora.

“Las preguntas son ininterrumpidas: ¿es cierto que están aquí? ¿Dónde están? ¿Cómo llegaron hasta aquí?”, agregó ella después. “Se requiere paciencia”.

La universidad --que fue denominada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco hace cinco años-- es en parte culpable del problema. Promueve los murciélagos de Joanina en su sitio de internet y en folletos, y la tienda de regalos vende tapas de lápices de un murciélago sonriente sosteniendo una vela y leyendo un libro. La universidad atrajo alrededor de 500 mil visitantes el año pasado, más del doble que en 2013, dijo António Maia do Amaral, subdirector de Joanina.

Los murciélagos de la biblioteca son pequeños, a menudo de no más de cuatro centímetros de largo y pertenecen a una especie llamada Pipistrelle. Una segunda especie, llamada cola libre europea, también puede estar presente, de acuerdo con la evaluación de un experto en murciélagos de los sonidos que hicieron durante una inspección hace años.

Las criaturas rara vez se ven durante el día, cuando en su mayoría duermen detrás de los estantes. A veces salen volando de noche a través de las grietas que tienen las puertas para darse un festín con las moscas. Maia do Amaral dijo que la mejor oportunidad para verlos es en las noches en las que la biblioteca organiza conciertos de música clásica.

Nadie está seguro de cuánto tiempo han pasado los murciélagos en la biblioteca, construida en 1728 y amueblada con estantes laqueados en negro, de madera tallada y placas de oro traído de la colonia portuguesa de Brasil. Por las noches, las seis mesas de lectura de la biblioteca son cubiertas con protectores de cuero, que cubren la madera de los excrementos corrosivos de los murciélagos que necesitan ser aspirados con regularidad. Maia do Amaral dijo que encontró documentos antiguos que mostraban que la universidad importó trozos de cuero de Rusia a finales del siglo XVIII, sospecha que con el mismo propósito.

¿Y las respuestas a esas preguntas sobre sus evacuaciones? Hace años, cuando los trabajadores retiraron parte de un estante para repararlo, descubrieron una pila de guano de murciélago de aproximadamente un metro de altura. Una mancha oscura en la pared junto a un opulento retrato del monarca portugués Dom João V parece ser un lugar favorito donde los murciélagos orinan.

En una reciente visita a la universidad con su familia, Lisa Mosquera, una gerente de oficina de Miami, se sorprendió al saber de los murciélagos.

“¡Es tan fascinante!” dijo, y se acercó a Alexandre con preguntas.

Catarina Freire, una guía de Joanina durante 16 años, dijo que no menciona los murciélagos sino hasta el final de sus recorridos, para evitar pasar todo el tiempo respondiendo preguntas sobre ellos.

“A veces pienso en silencio: ¡ya basta de murciéalgos!” dijo. “Deberían ser un detalle en medio de este espléndido templo del conocimiento”.

Los tesoros de Joanina incluyen la primera edición de “The Lusiads”, un poema épico portugués escrito en 1572 por el autor más famoso del país, Luís de Camões. Los 60 mil libros de la biblioteca datan de antes de principios del siglo XIX.

Maia do Amaral reconoce que muchos de los visitantes de la biblioteca no están realmente interesados en esos hechos. “Un antiguo director solía quejarse de que la obsesión del murciélago era ofensiva para la naturaleza intelectual de la biblioteca”,.

Aun así, aprecia la ayuda de los murciélagos en la preservación de los libros. “El pegamento utilizado en los libros antiguos en particular son un banquete para los insectos”, dijo, llamando a los murciélagos sus “bibliotecarios honorarios”.

La estrategia de Joanina es inusual. Sus bibliotecarios solo conocen otro sitio, la Biblioteca del Palacio de Mafra, con 238 años de antigüedad y que se encuentra al noroeste de Lisboa, que tiene murciélagos que preservan la literatura. Otras bibliotecas colocan sus frágiles tesoros en un congelador temporal o en cámaras que absorben el oxígeno y lo reemplazan con nitrógeno para matar cualquier insecto.

Los administradores de Mafra no promueven la presencia de sus 10 o más murciélagos. A diferencia de Joanina, los de Mafra viven fuera del edificio la mayor parte del tiempo, entrando a través de grietas del edificio por la noche para cenar. Hibernan en el edificio durante el invierno. Los investigadores y periodistas pueden solicitar el acceso a la biblioteca, pero no se permite el acceso a los turistas, los cuales tienen una concesión para satisfacer su curiosidad relacionada con los murciélagos, un video que se presenta en una pequeña pantalla.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 05/07/2018