El mundo de Simon Pegg cambió cuando ‘Star Wars’ llegó a Inglaterra en diciembre de 1977, siete meses después de su debut en Estados Unidos.

     Un susceptible Pegg, en ese entonces un niño de siete años de edad, se convirtió en un erudito de la saga cinematográfica y comenzó a coleccionar mercancía vinculada a ésta logrando recopilar un botín de por lo menos 80 figuritas de plástico y naves.

    ‘Star Wars’ me gustó tanto cuando era niño”, dijo el actor, “y eso aún tiene una gran influencia en mi vida adulta y en algunas de las películas en las que he participado”.

   Pegg se infectó con el insecto de la actuación a temprana edad, estudió teatro en Stratford-upon-Avon College a los 16 años para comenzar su carrera. Su gran éxito en Hollywood llegó en 2004 con el clásico de culto ‘Shaun of the Dead’, que también coescribió.

   Desde entonces, Pegg, de 48 años, ha encontrado el camino hacia en una cantidad desproporcionada de series icónicas de la cultura popular, con su papel de Scotty en las últimas tres películas de ‘Star Trek’ y un aparición fugaz (disfrazado con imágenes generadas por computadora) como el jefe del local de chatarra, Jakku Unkar Plutt, en ‘Star Wars: The Force Awakens’.

     Se volvió a unir al director Edgar Wright para realizar dos películas más al estilo de ‘Shaun’ y este fin de semana reaparece en los cines de México como Benji Dunn, el asediado técnico de campo que mantiene a Ethan Hunt (Tom Cruise) bien equipado, en “Mission Imposible: Fallout”.

    A pesar de su fama, Pegg no ha dejado de lado las cosas que definieron su infancia. Recreó su sala de cine favorita en casa, pasa tiempo educando a su hija en el cine “clásico” de su juventud y ocasionalmente revisa sus figuras de acción (“Aún los guardo en una maleta”, admitió). Pero eso no significa que no haya asumido adecuadamente la edad adulta, insiste.

   “No soy realmente un hombre-niño”, dijo desde Londres en un intermedio entre sus apariciones en la alfombra roja, “a pesar de que mucha gente piensa que lo soy”.

 

Pegg respondió algunas preguntas aleatorias:

 

La forma en que impresiono a mi hija de nueve años es: introduciéndola a los YouTubers. Mi hija conoció a Tom Cruise en la filmación y ella no se inmutó. ¿Pero Stampy Cat, este chico que hace videos de ‘Minecraft’ en YouTube? Ella no pudo creer que iba a conocerlo.

 

Considero que es importante inducir a los niños: a las películas clásicas que supongo que todos han visto, como ‘Bill and Ted’s Excellent Adventure’, ‘Raising Arizona’, el entorno de Spielberg. Se tiene la suerte de verlos indirectamente como si fuera la primera vez.

 

Un libro que quiero llevar a la pantalla es: ‘The Wasp Factory’, de Iain Banks. Es una especie de alegoría realmente extraña sobre Gran Bretaña durante la época de Thatcher, pero es extremadamente retorcida. Es solo un libro brillante y no tiene paralelo.

 

La lección más importante que aprendí en mi carrera es: ser proactivo. No creo que mi carrera fuera lo que hoy es si no me hubiera formado a mí mismo, escrito y tratado de crear mucho de mi propio trabajo.

 

Si no fuera actor: estaría en la industria del cine a pesar de todo, tal vez realizando maquillajes para efectos especiales. Me encanta la idea de sentarme en un taller y crear bestias fantásticas y esas cosas.

Traducido por Michelle del Campo  

Editado por Luis Felipe Cedillo

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Fecha de publicación: 24/07/2018