Pemex y Talos Energy presentan plan de desarrollo para campo petrolero Zama

23 de mar. (Axis negocios) -- La empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) presentó a los reguladores energéticos mexicanos el plan de desarrollo para el yacimiento petrolero conocido como Zama, uno de los proyectos prioritarios para la petrolera mexicana por el cual disputó el control con la petrolera estadounidense Talos Energy, luego de la orden de unificación dada hace unos años por el gobierno de México.

     El plan de desarrollo fue elaborado por la petrolera estatal, Talos y sus socios Wintershall Dea y Harbor Energy, y presentado ante la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), regulador de los mercados de extracción y explotación petrolero, a quien corresponde ahora aprobar el plan en un periodo que debe ser menor a seis meses y cuando ello suceda los socios podrán tomar una decisión final de inversión para el yacimiento.

     “Zama está considerado como proyecto estratégico por Pemex y el gobierno de México”, dijo la empresa del Estado en un comunicado, en el que explicó que el plan permitirá a Zama producir hasta 180 mil barriles diarios de gravedad API entre 24 y 27 grados, la cual representa aproximadamente el 10% de la producción actual de aceite del país.

     En concreto, el plan contempla la construcción de dos plataformas costa afuera, la perforación y terminación de 46 pozos, así como el transporte del aceite y gas producidos hacia las nuevas instalaciones terrestres de la Unidad en la Terminal Marítima Dos Bocas.

     A la par de la presentación del plan de desarrollo, también fue conformado un equipo de proyecto integrado en el que participan representantes de las cuatro empresas para gestionar la entrega y operación del proyecto en la fase de construcción. Además, Pemex y Talos codirigirán la planificación, perforación, construcción y finalización de los pozos, así como de la infraestructura costa fuera de Zama.

     “Los anuncios de hoy representan un paso importante para hacer avanzar el proyecto Zama”, dijo Timothy S. Duncan, presidente y director ejecutivo de Talos, en una comunicación. “Entendemos la importancia de este proyecto para México y esperamos continuar nuestra colaboración mientras buscamos la aprobación formal y adelantar el proyecto a la decisión final de inversión”.

     Zama es un campo petrolero ubicado en el Golfo de México, frente a las costas de Tabasco, y que tiene un potencial de hasta 950 millones de barriles de crudo equivalente. Descubierto en 2017, fue el primer descubrimiento de una empresa privada tras la reforma al sector energético de 2014.

     Talos y sus socios operaron el campo hasta que en 2020, la Secretaría de Energía ordenó unificar el yacimiento con el área conocida como Uchikil, operada por Pemex, un proceso que finalizó en marzo de 2022.

     Aunado a la unificación, el gobierno mexicano eligió a Pemex como operador del campo, por lo que Talos se inconformó y presentó avisos de disputa al gobierno mexicano --un paso previo al arbitraje internacional--. No obstante, meses después el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que ambas partes estaban cerca de alcanzar un acuerdo.

     Así como sucedió con la disputa por los contratos de los gasoductos o los intentos por modificar las reglas para la industria eléctrica,la disputa por el control de Zama también es representativa de la política energética del gobierno autoproclamado como la Cuarta Transformación, la cual busca regresar en la medida de lo posible la rectoría de esa industria al Estado.

     Ello ha causado desavenencias con el sector privado no solo por los intereses que puedan tener las empresas energéticas para hacer negocios en México, sino por empresarios de otras industrias que a grandes rasgos advierten ello conlleva ineficiencias y mayores costos.

     Como parte de los esfuerzos por recuperar negocios para privilegiar a las estatales Petróleos Mexicanos --como es en este caso-- y Comisión Federal de Electricidad, el gobierno ha buscado revertir, hasta donde le es posible, las reforma energética hecha en la primera mitad del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, las cuales permitieron, entre otras cosas, la apertura en el negocio de la exploración y producción de hidrocarburos que permitió a Talos operar en México.

    Incluso Estados Unidos y Canadá, los mayores socios comerciales de México, solicitaron consultas en el marco del T-MEC argumentando un favoritismo injusto para Pemex y CFE en detrimento de sus empresas, en lo que representa hasta ahora la mayor oposición a la política energética impulsada por López Obrador.