Foster, Romero ganan diseño nuevo aeropuerto, vencen 16 competidores

3 de sep. (Sentido Común) -- El arquitecto británico Norman Foster, en asociación con el arquitecto mexicano Fernando Romero, resultaron ser la dupla ganadora, junto con sus equipos de trabajo, para materializar la propuesta que presentaron para edificar la terminal aeroportuaria, la torre de control y las instalaciones de servicios anexos del que será el nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

     El anuncio de la propuesta ganadora lo hizo la Secretaría de Comunicaciones y Transportes después de meses de haber convocado a los despachos de arquitectos más renombrados de México para presentar propuestas de los principales edificios de la nueva terminal aérea.

     El comité de especialistas creado para seleccionar el proyecto ganador optó por la propuesta del consorcio Romero Havaux-Foster and Partners, que tiene como cabezas al experimento arquitecto Foster, quien ha diseñado ya diversas terminales aéreas, como es una en el aeropuerto de Heatrow en Londres para 27 millones de pasajeros; el Aeropuerto Internacional de Dubai para 28 millones de pasajeros; el nuevo aeropuerto de Estambul, Turquía para 150 millones; y una nueva terminal del aeropuerto de Beijing, China para 75 millones de pasajeros, y a Fernando Romero, el arquitecto que diseño el Museo Soumaya, propiedad de su suegro, Carlos Slim, el segundo hombre de negocios más acaudalado del mundo.

      Nuestra propuesta "hace que este aeropuerto sea único en su tipo, ya que tiene una forma distinta, una estructura distinta, no tiene un techo convencional, no tiene paredes verticales, no tiene columnas en el sentido tradicional de un aeropuerto, sino que es una escultura que se extiende, que vuela; una estructura hermosa que abre camino en su género", dijo Foster, al agradecer a las autoridades el haber seleccionado el proyecto que presentó junto con su socio Romero.

     Las imágenes preliminares de la terminal dan a esa edificación un aspecto curioso, como el símbolo de una araña pero con sólo cuatro patas, o de una equis con cuerpo de araña, de cuyas cuatro extremidades y cuerpo saldrán los aero-túneles por donde embarcarán y descenderán los cerca de 50 millones de pasajeros que podrá atender esta nueva terminal.

     De acuerdo con Foster y Romero, la terminal además aprovechará el clima benévolo que tiene la capital del país durante la mayor parte del año, de tal suerte que no será necesario utilizar aires acondicionados para enfriar o calentar la terminal, sino sólo para mantenerla fresca.

     El mismo diseño de la terminal, como si fuese una perfecta tienda de campaña circular vista a ras de suelo, pero con una altura espectacular de 170 metros de alto en su lugar más amplio, permitirá aprovechar ese clima benévolo, gracias a sus techos amplios, en forma como de bóvedas catalanas enormes y, al parecer, traslúcidas.

     Foster aseguró que la nueva terminal permitirá saber al viajero a donde llegó y de donde partió. "La llegada y la partida será inconfundible. Nadie confundirá en donde está", dijo Foster.

     La propuesta Romero-Foster venció a las que presentaron los siguientes despachos de arquitectos: Gómez-Pimienta Magar, Gensler de México, González de León, Fentress Architects, Legorreta Hernández, Rogers, López Guerra, Jean LLC, Norten, Skidmore, Owings & Merrill, Serrano Cacho, Zaha Hadid Architects, Javier Sordo Madaleno, Bringas, Pascall+Watson.

     No es claro el costo que tendrá la terminal, la torre de control y las edificaciones para servicios anexos en lo individual.

     El proyecto en su primera etapa contará con dos pistas, para luego añadir una tercera. En las dos primeras pistas podrán llevarse a cabo aterrizajes y salidas simultáneas, algo que la terminal actual del Distrito Federal, no puede hacer en sus dos pistas por su cercanía.

     El costo inicial del nuevo aeropuerto en su totalidad será de 120,000 millones de pesos, o cerca de 9,200 millones de dólares y se financiará con una combinación de recursos públicos y privados, dijeron las autoridades.

     Una vez asignado el proyecto arquitectónico, el gobierno, a través de su empresa aeroportuaria, Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, comenzará a designar a las empresas constructoras que realizarán la obra diseñada por el consorcio Romero Havaux-Foster and Partners.

     Lo más probable es que algunas de las principales empresas constructoras del país obtengan diversos contratos para edificar distintos componentes del nuevo aeroportuario. Empresas como OHL México, Grupo Carso con su compañía constructora, Empresas ICA y otras más decidan participar en los concursos que vaya realizando la empresa aeroportuaria de la ciudad.

     La nueva terminal, que se ubicará en terrenos federales contiguos al aeropuerto actual, en la cama de lo que en alguna época lejana del México precolombino y colonial fue la zona lacustre oriente de la ciudad, podrá además ampliarse en el futuro para contar con un total de seis pistas --lo que garantiza su viabilidad a largo plazo.

     La decisión de construir el aeropuerto se da luego de dos décadas de que distintos gobiernos intentaron edificar una nueva terminal, pero que ante las protestas de pobladores locales y de los dueños de los terrenos donde se planeaba edificar, fue imposible hacerlo.

     Ahora que se ubicará en terrenos federales está casi asegurado su éxito pues difícilmente existirán las complicaciones del pasado. Esto dará oportunidad a que la capital pueda contar con una terminal digna, que permita mayor conectividad con otras partes del mundo, que sea cómoda y amable con el viajero y que incremente la visita tanto de inversionistas como de turistas al país.

     Con la edificación del nuevo aeropuerto el gobierno federal también contempla rescatar, desde un punto de vista ecológico, el oriente de la Ciudad de México, que ha sufrido un severo deterioro ambiental con los últimos años.

     El gobierno dijo que la zona se reforestará para crear un nuevo pulmón para la ciudad, incluyendo la creación de un nuevo parque en donde hoy se ubica el aeropuerto internacional de la capital.

     "Buscamos que el aeropuerto para la Ciudad de México sea el más sustentable, el más eficiente y el más hermoso", dijo Romero.

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