El consumo ha registrado, en ciertos sectores, tasas de crecimiento superiores a las esperadas a lo largo de este año y ha permitido, hasta cierto punto, compensar el freno de la actividad industrial y la contracción del gasto gubernamental en inversión.

     Sin embargo, ese buen desempeño podría no proseguir en 2016, escribió Carlos Capistrán, economista en jefe de Bank of America Merrill Lynch, en un reporte.

     De acuerdo a él, los avances del consumo en este 2015 y en ciertos sectores, se moderarán el próximo año porque los factores que le han ayudado, como son el crecimiento de los salarios reales por una baja inflación, el impulso del gasto gracias al crecimiento de las remesas en pesos por la devaluación de la moneda mexicana frente al dólar o el mayor gasto gubernamental que se dio a mediados de año vinculado a las elecciones intermedias-- ya no estarán presentes en 2016.

     “El consumo crecerá más que la economía en 2016, pero a menor ritmo que durante 2015”, escribió Capistrán. “Prevemos que el consumo total privado se desacelere a 3.1% en 2016, del 3.5% de 2015”.

     El economista de Bank of America Merrill Lynch basa sus conclusiones en que el consumo, en términos generales y en términos ajustados por inflación, ha crecido menos en fechas recientes de lo que algunas cifras parecen indicar.

     Si a eso se suma un freno que comienza a registrar el consumo de bienes importados, entonces el panorama para ese sector de la economía es menos halagüeño para 2016, escribió.

     “Altas tasas de crecimiento en algunos sectores dentro del consumo han creado el espejismo de que el consumo se está acelerando, pero no es así”, escribió Capistrán en su reporte. “En términos reales, las ventas al menudeo han crecido 5% desde el inicio del año. Pero las estadísticas del consumo total muestran que éste solamente creció 3% durante los primeros meses del tercer trimestre de 2015”.

     Además, para él, el hecho de que el consumo de los bienes importados muestre ya un aletargamiento, algo hasta cierto punto predecible por la fuerte depreciación que ha registrado el peso frente al dólar, es síntoma de que el poder de compra en México comienza a debilitarse y no a acelerarse, como sostienen algunos.

     “Un fuerte crecimiento en el consumo de bienes importados es un área que ha ayudado al crecimiento del consumo total”, escribió el economista. “Sin embargo, este crecimiento no es sostenible dada la fuerte depreciación del peso (14% en lo que va del año)”.

     Los últimos datos de las importaciones mostraron de hecho que los bienes importados para consumo se contrajeron 16% en septiembre contra agosto en términos ajustado por estacionalidad.

     También la desaceleración en el crecimiento de los salarios reales, el alza que se prevé de las tasas de interés y el recorte al gasto público, combinado con una confianza del consumidor errática, son otros factores que hacen que Capistrán vaticine un enfriamiento del consumo en 2016.

 



Fecha de publicación: 13/11/2015

Etiquetas: México economía crecimiento consumo privado Bank of America Merril Lynch Carlos Capistrán