12 de feb. (Sentido Común) -- Los riesgos de que la economía estadounidense, la más grande del mundo, caiga en recesión han aumentado en días recientes ante las preocupaciones sobre el impacto negativo que está teniendo en su sector manufacturero la desaceleración económica china y la fortaleza del dólar.

Ayer, el diario estadounidense The Wall Street Journal, reportó que la probabilidad de que Estados Unidos caiga en recesión en los próximos 12 meses llegó a 21%, o dos veces más la que preveían los economistas hace un año.

Desde hace cuatro años que ese indicador de probabilidad no alcanzaba un nivel tan alto como el de ahora.

De concretarse esos temores, México, por sus estrechos vínculos comerciales con ese país, sería quizás, junto con Canadá, el país que más resentiría una contracción de la economía estadounidense.

Estados Unidos consume cerca de 80% de las exportaciones mexicanas, que a su vez representan cerca de una tercera parte del producto interno bruto.

Sin embargo, en México la mayoría de los economistas creen, a pesar de esas mayores probabilidades, que es aún exagerado hablar de una próxima recesión que descarrile el crecimiento actual de la economía estadounidense y por ende el de la mexicana.

“No veo que el ajuste de la economía estadounidense [vaya hacia una recesión]. . . particularmente porque los mercados financieros no están tan intoxicados con la parte de derivados como hace ocho años, además de que hay apoyo de los bancos centrales más importantes del mundo”, dijo César Elías, subdirector de análisis económico del banco Multiva, en una entrevista telefónica. 

Una de las causas por las que algunos comienzan a considerar que la economía estadounidense se encamina hacia una recesión es el nivel en el que se ubicó el indicador Smoothed US Recession Probabilities.

La semana pasada ese indicador, que lo elabora Federal Reserve of St. Louis, llegó a 3.84%, un nivel casi similar al de noviembre de 2007 de 3.96%, cuando Estados Unidos se dirigía hacia su peor crisis económica desde la Gran Depresión de los años treinta del siglo pasado.

Claro que aun cuando Estados Unidos podría enfrentar una contracción económica más adelante este año, los economistas en México dijeron que las condiciones de hoy son muy distintas a las de 2008 y 2009, sobre todo porque ese país lleva dos años registrando tasas de crecimiento de más de 2% y las condiciones financieras de los bancos estadounidenses son muy distintas a las que tenían hace seis años cuando poseían fuertes cantidades de bonos respaldados por hipotecas de baja calidad o subprime.

Para Alejandro Cervantes, subdirector de economía nacional del banco Banorte IXE, la economía estadounidense, a pesar de las mayores posibilidades de una recesión, seguirá creciendo durante 2016 gracias a la evolución favorable que muestra su consumo interno, aun cuando lo podría hacer a un menor ritmo.

“Será un año atípico marcado por moderado crecimiento en Estados Unidos y pérdidas marginales en los mercados financieros”, dijo en una conversación telefónica.

Esa evaluación del momento actual por el que atraviesa la economía estadounidense lo comparte Alfredo Coutiño, director para América Latina de la empresa de análisis Moody’s Analytics, hermana de la agencia crediticia, Moody’s Investors Service.

Los datos duros que está arrojando la realidad económica estadounidense “no alcanza a predecir recesión, lo que sí es cierto es que la actividad económica ha mostrado señales de debilitamiento en los últimos meses”, dijo Coutiño en otra entrevista telefónica.

Aun así, un estudio del banco alemán, Deutsche Bank, basado en diversos indicadores como los diferenciales de la rentabilidad de diversos activos y los resultados de las empresas cotizadas en bolsa, arrojó una probabilidad más alta --46%-- de que la economía estadounidense entre en recesión en los próximos 12 meses.

En este sentido, el elemento que más preocupa a David Bianco, estratega de Deutsche Bank, es que los resultados de las compañías estadounidenses muestran ya que la economía está en, o está a punto de ingresar a una recesión luego que algunas de esas empresas han registrado contracciones en los dos últimos trimestres y es probable que hayan mantenido ese sesgo a la baja en el cuarto trimestre del año pasado.

En eso coincide Coutiño quien alertó que ha visto cada vez más señales de que grandes empresas, principalmente en el sector financiero, han comenzado a eliminar puestos de trabajo, principalmente en Nueva York, donde los servicios financieros tienen gran importancia.

 “Estas noticias se han vuelto muy repetitivas día con día”, agregó el analista. Los recortes en puestos de trabajo de algunas empresas “envían señales de que algo está pasando en la actividad que está haciendo que grandes corporativos estén ajustando su plantilla laboral”.

Coutiño agregó que si bien estos ajustes laborales pudieran ser porque las empresas sobre-invirtieron en personal los años pasados, también podría ser un síntoma de que la actividad económica se está debilitando tanto que ya no es posible seguir sosteniendo departamentos que ya no les son rentables.

Esto “podría llevarnos en principio a confirmar una desaceleración”, concluyó.

  



Fecha de publicación: 12/02/2016

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