9 de feb. (Dow Jones) -- Grandes bancos estadounidenses y europeos que tiene intereses sustanciales en México están firmes en sus planes de realizar futuras inversiones en el país aun cuando se intensifica el rumor de una inminente guerra comercial con Estados Unidos.

Citigroup y los españoles Banco Santander y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, o BBVA, dijeron que siguen confiando en sus negocios en México, donde controlan los tres bancos más importantes del país.

Ejecutivos también han dicho en los últimos días que si bien una guerra comercial podría dañar la economía de México, una mayor debilidad del peso podría hacer que el país sea aún más competitivo a nivel mundial.

“México tiene muchas ventajas y como economía, esas ventajas seguirían vigentes sin importar lo que suceda con el comercio con Estados Unidos”, dijo John Gerspach, el jefe de finanzas de Citigroup, durante una conferencia con inversionistas. “El debilitamiento del peso volvería a darles aún más ventaja competitiva".

Citigroup posee uno de los bancos más grandes de México, conocido como Citibanamex, y un mes antes de las elecciones estadounidenses dijo que planeaba invertir mil millones de dólares en el país durante cuatro años para mejorar y reacondicionar sus operaciones. “Estamos en el proceso de mantener vigente el plan”, dijo Gerspach sobre Citibanamex, que generó cerca de 15% de los ingresos de Citigroup en el cuarto trimestre de 2016.

Al hablar en el marco de la presentación de resultados de Santander para el último trimestre de 2015, Ana Botín, presidenta ejecutiva del banco español, informó que la institución financiera aún planea seguir adelante con la inversión de 15 mil millones de pesos anunciada en diciembre para modernizar sucursales bancarias, cajeros automáticos y sus sistemas de tecnología de la información durante los próximos tres años.

Por su parte, Santander posee otro de los bancos más grandes de México y genera cerca de una décima parte de sus ganancias netas en el país.

“Esperamos seguir desempeñándonos bien en México a pesar del ambiente más desafiante”, dijo Botín.

BBVA, que posee el mayor banco mexicano, BBVA Bancomer, tiene más en juego, al generar cerca de la mitad de sus ingresos netos en el país.

“A corto plazo, México tendrá que enfrentar grandes desafíos, pero el país superará la situación actual”, dijo Francisco González, el presidente de BBVA, al diario The Wall Street Journal. “Gradualmente, las políticas deberían evolucionar en la dirección correcta” entre México y los Estados Unidos, agregó.

Por su parte, los inversionistas están mostrando cierta preocupación, pero no están vendiendo indiscriminadamente. Las acciones de Citigroup han superado al índice S&P 500 desde las elecciones en Estados Unidos, pero se han rezagado en relación al índice KBW Nasdaq Bank en aproximadamente 10 puntos porcentuales.

Las acciones de BBVA han perdido casi 2% desde la elección frente a una ganancia de casi 18% registrada por el índice Euro Stoxx Banks. Mientras tanto, las acciones de Santander han superado el índice, subiendo alrededor de 21% desde el 8 de noviembre.

La creciente guerra de palabras entre el presidente Donald Trump y México ha repercutido en el peso --el cual ha perdido alrededor de 14% de su valor frente al dólar desde el 8 de noviembre, pero que ha recuperado algo de esas pérdidas actualmente-- y plantea la perspectiva de una desaceleración económica e incluso una recesión en el país.

Dado que las operaciones de los tres bancos extranjeros se concentran principalmente en la banca minorista y comercial, las ganancias de los prestamistas en México están estrechamente ligadas a la demanda interna de hipotecas, préstamos de consumo y de negocios. Aunque un peso más débil podría aumentar la competitividad, eso plantea un contratiempo a corto plazo para los bancos.

La utilidad neta del cuarto trimestre en los negocios de Santander en México creció 14% respecto al año anterior, medida en pesos. Pero para efectos del banco en su conjunto, ésta cayó 2.3% cuando se tradujo de nuevo a euros.

Ejecutivos de Santander y BBVA dijeron que la confianza en su capacidad para hacer frente a la incertidumbre en México se deriva en parte de la experiencia de gestionar negocios en otros mercados emergentes. Santander tiene un banco importante en Brasil y BBVA en Turquía.

Citigroup también tiene una larga historia en los mercados emergentes. Al hablar sobre las ganancias de su banco a principios del mes pasado, el presidente ejecutivo Michael Corbat señaló que Citigroup ha prestado servicios a clientes de todo el mundo “durante guerras, guerras comerciales, depresiones y recesiones”.

Sin embargo, México podría resultar perjudicial para Citigroup si, por ejemplo, el Presidente Trump opta por abandonar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, o TLC.

En el pasado, algunos inversionistas y analistas han pedido que el banco venda sus operaciones de México, las cuales se cimbraron por un escándalo de pérdidas de préstamos en 2014. La cancelación del TLC, o una recesión severa en México, podría reavivar ese debate.

Por ahora, el banco no cambia de rumbo. Cuando se le preguntó sobre las ganancias de Citigroup y si el banco considerara la posibilidad de vender el negocio de México, Gerspach respondió: “No. Eso ni siquiera lo hemos pensado”.

Los directores de Citigroup pasaron sólo unos minutos discutiendo sobre México en la reunión del consejo de administración efectuada en los últimos días, de acuerdo con personas familiarizadas con el asunto.

La manera en que se desarrolle la disputa Estados Unidos-México, especialmente en lo que se refiere a la economía del país y las remesas que se envían a las personas que viven en México, será importante para Citigroup y sus perspectivas de crecimiento.

Alrededor de 24% de los préstamos corporativos de Citibanamex son para compañías en estados mexicanos ubicados a lo largo de la frontera con Estados Unidos, que presumiblemente se verían más afectados por una política comercial más restrictiva, estimaron los analistas de Goldman Sachs.

Además, México representa, en promedio, 10% de los ingresos de Citigroup en operaciones continuas, más que cualquier otro mercado, a excepción de Estados Unidos.

Por supuesto, las relaciones entre Estados Unidos y México podrían mejorar. E incluso, algunos banqueros piensan que la situación actual podría dar lugar a oportunidades, si el TLC fuera revisado o renegociado.

Jorge Mariscal, director de inversiones de mercados emergentes de UBS Wealth Management, dijo que hay una serie de problemas bancarios que no aborda el TLC, pero que han sido cuestiones dolosas durante años.

Por ejemplo, un nuevo tratado podría permitir que las garantías mexicanas se utilicen para otorgar préstamos en dólares o facilitar que los bancos tengan licencias bancarias transfronterizas, agregó.

“La retórica es bastante preocupante”, agregó Mariscal. “No está claro si hay un camino constructivo en el futuro, pero si lo hay, habrá entonces tanto riesgos como oportunidades”.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

                                                                                    

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Fecha de publicación: 09/02/2017

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