1 de ago. (Sentido Común) -- La llegada de recursos enviados por los trabajadores en el extranjero a sus familias en México cerró el primer semestre del año con un desempeño inédito, no sólo por la cantidad de dólares que ingresaron en junio sino por el total recibido en los seis primeros meses del año, a pesar de los temores que muchos tenían de un mal año.

     Las también llamadas remesas alcanzaron un total de dos mil 417 millones de dólares en junio, un crecimiento de 4.8% con respecto a las recibidas el mismo mes del año pasado.

      El resultado fue ligeramente menor que lo esperado por el consenso de analistas encuestados por Infosel, quienes preveían un saldo total de dos mil 420 millones de dólares y un aumento de 4.9% en su comparación anual.

      El resultado estuvo apenas debajo de los pronósticos, pero aún así los recursos que ingresaron durante el primer semestre del año a México vía remesas alcanzaron un total de 13 mil 945.4 millones de dólares.

     Así, el ingreso de divisas al país alcanzó registros no vistos desde que Banco de México comenzó a recabar esta información, hace más de dos décadas, tanto para el mes de junio como para el acumulado del primer semestre.

      La mayoría de estos recursos que reciben las familias son destinados al consumo básico, principalmente de víveres y ropa, seguido de otros rubros de gasto corriente como el pago de deuda y en algunos casos bienes duraderos.

     De ahí que, a pesar de la incertidumbre que persiste en varios frentes, la economía mexicana siguió creciendo en el segundo trimestre a un ritmo superior a las expectativas de los analistas, impulsada por una fortaleza constante del consumo interno.

     Al inicio del año muchos pesaron que la llegada de Donald J. Trump a la presidencia de Estados Unidos, por sus comentarios anti-migración y libre comercio con México, podrían ser un obstáculo muy serio que enfrentarían las remesas.

    Alrededor de 95.4% de las remesas que recibió México provino del país vecino del norte, lo que pone en perspectiva la importancia de la relación bilateral y el temor que generó Trump con su discurso antagónico.  

     Sin embargo, a pesar del nerviosismo inicial que generó, tal parece que los peores miedos de muchos no se hicieron realidad y, por el contrario, la solidez del mercado laboral estadounidense promete que las remesas seguirán creciendo aunque a tasas más modestas el resto del año.

      Pero si las remesas se miran bajo la óptica de su valor en pesos, que es como las reciben las familias en México, el desempeño es sobresaliente aunque ciertamente se ha desacelerado.

     Durante el mes de junio los ingresos obtenidos en pesos fueron de 44 mil nueve millones de dólares y durante los primeros seis meses del año acumulan un total superior a los 270 mil 661 millones.

     Sin embargo, en el primer semestre del año el tipo de cambio ganó 13.8% de valor frente al dólar, lo que poco a poco ha ido reduciendo la cantidad de pesos que las familias reciben

     A pesar de ello, el monto acumulado en pesos es 14% mayor que lo reportado entre enero y junio de 2016.

     De acuerdo con analistas, gran parte del incremento en las remesas se explica porque los migrantes en Estados Unidos enviaron recursos de manera atípica desde finales del año pasado y a inicios de éste, previendo dificultades a futuro para transferir recursos a México.

     Además, el buen momento por el que pasa el mercado laboral estadounidense también ha contribuido para que los trabajadores cuenten con mayores recursos para enviar a sus familias.

     No obstante, “el motor más importante de las remesas de Estados Unidos a México es la buena economía,  las bajas tasas de desempleo han contribuido a que los mexicanos tengan más recursos para enviar dinero”, dijo Juan José Li Ng, economista senior de BBVA Bancomer y especialista en migración y remesas, en una entrevista.        

     Finalmente, las remesas enviadas al país en junio sumaron cuatro aumentos consecutivos, desde que cayeron por última vez 1.2% en febrero con respecto al segundo mes de 2016.

     Por su parte, en pesos, las remesas subieron 2.5% en junio con respecto al sexto mes del año pasado y acumularon su avance número 46 ininterrumpido.  

     “Gran parte de las remesas se va a gasto corriente, alimentación, vivienda, va a vestido, a escuela y a las actividades cotidianas de las personas y únicamente entre 5 o 10% va a actividades productivas”, dijo Li, el experto de BBVA Bancomer, en entrevista. “Representa el 3% de nuestra economía, en el consumo representa un motor muy importante, de hecho una parte importante de los últimos dos trimestres de 2016 y el primero de este año fue impulsado por las remesas”.

    

     


Fecha de publicación: 01/08/2017

Etiquetas: México remesas Banxico economía consumo