3 de ago. (Sentido Común) -- Los temores que muchos tuvieron a inicios de este año por un deterioro de la relación entre México y Estados Unidos, especialmente tras la victoria electoral de Donald J. Trump, aparentemente estaban más que justificados.

     Durante las primeras semanas de su presidencia, Trump mantuvo una retórica agresiva en contra de México, como elemento de presión para conseguir sus promesas de campaña.

     De ahí que si bien esa estrategia parece no haber rendido frutos reales, sí generó fuertes críticas en contra del gobierno del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, a quien se le acusó de actuar con tibieza.

     Pero ahora se sabe que esa negociación quizá no fue lo que al menos en público aparentaban ambos, luego que el diario The Washington Post publicara una transcripción de la polémica llamada telefónica que ambos mandatarios sostuvieron el pasado enero, gracias a un documento redactado por la Casa Blanca.

     Esa conversación ocurrió quizá en el momento más tenso de la relación bilateral e incluso ocasionó que Peña Nieto cancelara su primera visita oficial al país, por las diferencias que sostienen aún hoy ambos países por la construcción de un muro fronterizo que Trump y la promesa que éste sea pagado por México.  

     La llamada ocurrió el 27 de enero y duró alrededor de 53 minutos, de acuerdo con la información revelada hoy por el diario.

     Uno de los temas principales fue, como ambos mandatarios ya lo habían reconocido, la construcción de una valla en la frontera para limitar el tránsito de personas ilegales y drogas al país vecino del norte, el cual Trump prometió no sólo levantar sino cobrar al gobierno mexicano.

     De ahí que, ante la negativa de Peña Nieto para conceder ese pago, ambos coincidieron en sacar el tema de la agenda pública.

     “Lo único que te pediría es que consideres que tú y yo tenemos un problema político con el muro”, dijo Trump a Peña Nieto, vía telefónica desde la Casa Blanca. “Pero el hecho es que ambos estamos ligados en esta situación política, porque tengo que hacer que México pague por el muro --tengo que hacerlo”.

     Con esta declaración muchos vieron que, al menos el privado, el presidente de Estados Unidos reconocía la dificultad de conseguir el respaldo de México en una propuesta que de este lado de la frontera generó mucho descontento.

     Incluso, Trump ya solicitó de manera oficial al Congreso que destine mil 600 millones de dólares para iniciar los trabajos de planeación y construcción del muro, los cuales provienen de recursos de los contribuyentes americanos y no de México como prometió.

     “Trump humilló a Estados Unidos cuando pidió al presidente que mintiera a la prensa por él”, escribió Richard W. Painter, un abogado que sirvió como jefe de la oficina de ética de la Casa Blanca durante la gestión de George W. Bush, en su cuenta de la red social Twitter.

     Contrario a lo que muchos pensaban, la transcripción revela que el gobierno de México fue firme en rechazar la idea de pagar por una obra que generó fuerte descontento en el país. “Mi posición ha sido y seguirá siendo muy firme en que México no va a pagar por ese muro”, dijo Peña Nieto a Trump.

     Durante el intercambio, Trump intentó ser más agresivo no sólo en ese tema; de hecho amenazó con proponer que se aplicaran aranceles a las importaciones de productos mexicanos, porque considera que el déficit comercial entre ambas naciones es injusto para los trabajadores e industria estadounidenses.  

     “Lo que quiero son aranceles justos en la frontera”, dijo Trump, de 71 años, durante su llamada en enero. “Lo que quiero es imponer un arancel fronterizo para que los productos  que vienen de México a Estados Unidos sean gravados a una tarifa determinada, que podría ser 10, 15 o 35% por ejemplo, de aquellos cuyos trabajos son arrancados [de Estados Unidos] a México”.

     Ese mensaje, aparentemente anti-libre comercio, fue quizá uno de los temas que más nerviosismo generó porque Estados Unidos es el destino de casi 80% de todos los productos que exporta la economía mexicana.

     Aunque ya era conocida la complicación que enfrentaba la relación bilateral, la llamada telefónica evidencia también el estilo de negociación de Trump que, para algunos, carece de sustancia e incluso apela a un lenguaje duro para negociar.

     “Lo de Trump es más bien gesticular para sus bases, satisfacer su narcicismo, anotarse puntos, generar escándalo”, escribió Carlos Bravo Regidor, historiador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), a través de su cuenta en la red social Twitter. “En la transcripción la verdad es que Peña Nieto luce el menos esforzado y sensato frente a una gran dificultad”.

     También se sabe ahora que la relación bilateral estuvo fuertemente influida por el buen entendimiento que tenían Luis Videgaray y Jared Kushner, el secretario de Relaciones Exteriores de México y el yerno del presidente, respectivamente.

     De hecho, en el mismo estilo duro, Trump dijo que no quería tener una reunión con México, a la que sólo accedió gracias a “la muy buena relación que Jared Kushner [su yerno y asesor] tiene con Luis” Videgaray.  

     Ante los constantes embates, sin embargo, la prudencia de Enrique Peña Nieto logró que la conversación terminara en un tono mucho más cordial, con Trump aparentemente elogiando al mandatario mexicano.

     “Somos tú y yo contra el mundo, Enrique, no lo olvides”, dijo Trump  a Peña Nieto.

     

 

 

 


Fecha de publicación: 03/08/2017

Etiquetas: México EUA Peña Trump llamada