28 de nov. (Sentido Común) -- Grupo Televisa, el mayor productor de televisión hispana a nivel mundial, atraviesa uno de sus peores momentos en la Bolsa Mexicana de Valores desde que se listó en 1991. 

     Hay que remontarse 17 años para encontrar una caída en bolsa peor a la que experimenta desde finales de octubre a la fecha, lo que podría ser un síntoma del malestar de los inversionistas por ventas de espacios publicitarios desfavorables y movimientos ejecutivos que al parecer no entusiasman.

     Las acciones de la televisora acumulan una baja de 29% en los últimos 21 días de operación, lo que la llevó a cerrar hoy en 64.97 pesos, su nivel más bajo desde el 23 de julio de 2013, cuando finalizó la sesión en 64.95 pesos.

     La última vez que Televisa experimentó una caída peor a la actual se dio entre marzo y mayo del año 2000, cuando sus títulos se desplomaron 38.5%. La caída actual es incluso mayor que la que se presentó en la segunda mitad de 2015, cuando perdió 28.8% de su valor, y más extenso que cualquiera de las caídas individuales que se presentaron al comienzo de la crisis que afectó a todo el mundo en 2008 y 2009.

     La compañía líder en México tanto en televisión abierta como por suscripción no ha podido monetizar sus aumentos de audiencias, se encuentra renegociando una nueva estructura de tarifas con sus clientes y enfrenta los cambios de preferencias del consumidor por contenidos avocados al internet, lo que de acuerdo con analistas es un asunto que afecta a todas las compañías similares a Televisa.

     “El tema es sectorial”, dijo al respecto Marco Medina, analista de la casa de bolsa de Ve por Más. “Las expectativas incluso fuera del mercado mexicano implican presión por el cambio en las tendencias del consumo del cliente final, enfocadas en nuevas tecnologías y sobretodo en streaming”.

     Televisa incluso ha reportado cifras más bajas a las esperadas por los expertos en los últimos trimestres, principalmente en los ingresos por publicidad y la venta de contenidos, ya que otras opciones de entretenimiento audiovisual le han quitado audiencia, como las empresas de contenidos bajo demanda Netflix o Amazon Prime Video, y anunciantes, como las redes sociales Facebook y YouTube.

     Esta situación muy probablemente  la han llevado a emprender numerosos cambios, como su entrada a la televisión bajo demanda con Blim, alianzas en la producción de contenidos como la anunciada con Univisión, e incluso cambios a nivel corporativo, como la salida de su mayor accionista, Emilio Azcárraga, de la dirección general de la compañía, quien prefirió enfocar sus esfuerzos en la estrategia de largo plazo de la compañía desde su posición como presidente del consejo de administración.

     “La implementación de nuevas medidas tomará su tiempo, las expectativas probablemente estén influyendo el comportamiento de la acción”, agregó Medina.     

     La acción continúa su caída pese a que la compañía, que recientemente negó estar involucrada en un escándalo de corrupción relacionado con la mayor autoridad del futbol mundial, ha tratado de mejorar su perfil financiero con el pago anticipado de deuda.

     Televisa incluso implementó medidas para impulsar su acción, como la compra de títulos por parte de directivos y la reactivación de su fondo de recompra, lo que de momento pareciera no ser efectivo contra el sentimiento negativo hacia la empresa. 

     Podría pensarse que la acción de la televisora ofrece un punto de entrada, pero para Medina aún no es tiempo.

     “Aunque el descuento parece desmedido, en el corto plazo no hay elementos o catalizadores para justificar una entrada fundamental, tal vez en términos técnicos pero para efectos fundamentales no es así”, dijo el experto.



 


Fecha de publicación: 28/11/2017

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