8 de dic. (Sentido Común) -- A nueve meses de que el gobierno de México decidiera implementar un mecanismo de venta de coberturas cambiarias para controlar la volatilidad del peso mexicano, el esquema no sólo ha logrado, en buena medida, ese objetivo sino que además ha dejado un saldo a favor para las finanzas gubernamentales.

     Si, por un lado, las autoridades han tenido que desembolsar 486.1 millones de pesos (25.7 millones de dólares) para garantizar el precio del dólar que fijaron los compradores de las coberturas al momento de su adquisición, ha también recibido, por otro, mil 964.52 millones (104.1 millones) de quienes compraron esas coberturas, pero aceptaron pagar por los dólares un precio superior al que registró la divisa en el mercado en la fecha de vencimiento de ese instrumento.

     Así, en total, el gobierno de México ha registrado una ganancia de mil 478.38 millones de pesos (78.3 millones de dólares) por las coberturas que ha vendido desde marzo de este año y que terminó de colocar, en un segundo tramo por cuatro mil millones de dólares, el miércoles pasado.

     Ese día, las autoridades, a través de Banco de México, vendieron los últimos 500 millones de dólares de coberturas para haber ya colocado en total cinco mil millones de ese instrumento de protección cambiaria. En total, el gobierno ha ofrecido colocar hasta 20 mil millones de dólares en coberturas cambiarias con plazos que van de un mes y hasta un año, aunque hasta ahora sólo ha colocado un cuarto de ese monto total.

      La ganancia que ha reportado el gobierno con la venta de coberturas hasta ahora se suma al beneficio adicional que ha dejado ese instrumento: reducir la volatilidad del mercado cambiario al ofrecer a los agentes económicos un mecanismo para asegurar la compra de la divisa estadounidense a cierto precio en el futuro.

     Así, las coberturas han evitado, junto con otras acciones de las autoridades financieras y monetarias mexicanas, que exista una demanda especulativa por la divisa estadounidense, ya que quienes las adquieren no necesitan estar tanteando al mercado cambiario, al fijar de antemano el precio al que estarán dispuestos a comprar la divisa estadounidense en el futuro.

     Una buena prueba de que las coberturas, entre otros factores, ha ayudado a evitar la volatilidad del peso es el desempeño favorable que la moneda mexicana ha tenido desde que el gobierno comenzó a ofrecer ese instrumento de protección cambiaria el 6 de marzo. Desde entonces el peso ha ganado 5.5% frente a la divisa estadounidense, luego de desplomarse más de 16% en 2016. 

     “La manera en que el diseño de estas coberturas se puede implementar, resulta importante porque no significa una afectación importante en las reservas internacionales. . . el mecanismo no es un tema asilado, ha habido otro tipo de medidas que han evitado, en ciertos momentos la irracionabilidad sobre el tipo de cambio, el cual tiene relación con muchos otros factores”, dijo Carlos Ponce, director de análisis y estrategia del intermediario Grupo Financiero Ve por Más, en una entrevista telefónica.

     Un ejemplo concreto de cómo el gobierno ha ganado con sus coberturas cambiarias ocurrió el 1 de diciembre. Ese día, vencieron 200 millones de dólares de coberturas que vendieron las autoridades un mes atrás.

     Las coberturas que expiraron ese día garantizaban a sus dueños poder comprar la divisa estadounidense en 19.2003 pesos.

     Sin embargo, el día de vencimiento del instrumento el tipo de cambio se ubicó en 18.6399 pesos, o un precio menor al que aceptaron pagar en promedio los compradores de las coberturas. De ahí que, esos agentes económicos pagaran al gobierno 0.5604 centavos por dólar de cobertura, por el diferencial que existió entre el precio al que se ejerció el instrumento de protección y el valor del tipo de cambio en el mercado.

     En total, los participantes tuvieron que desembolsar 112.08 millones de pesos (6.1 millones de dólares) a favor de Banco de México, el agente financiero del gobierno mexicano, para cumplir con las obligaciones fijadas en el contrato de sus coberturas.

     De cierta forma, el diferencial a favor del gobierno ocurrió porque los temores que incorporaron los agentes económicos al valor del tipo de cambio al momento de la compra de la cobertura, entre los que pudieron estar el ambiente de incertidumbre sobre el futuro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), no se materializaron.

     La moneda, al final, se depreció menos de lo que los compradores habían anticipado que ocurriría, lo que arrojó una ganancia financiera para México.

     El caso contrario puede ilustrarse con lo que ocurrió el 9 de noviembre. Ese día vencieron 200 millones de coberturas cambiarias que compraron los agentes económicos casi tres meses atrás --el 7 de septiembre.

     En esa fecha, los agentes fijaron un nivel futuro del tipo de cambio de 17.8567 pesos por dólar. Para cuando los títulos vencieron, la moneda mexicana cerró en un nivel mucho más débil, de 19.09 pesos por dólar.

     El diferencial entre el valor garantizado por las coberturas y el precio de la moneda el día de su vencimiento, hizo que el gobierno tuviera que desembolsar 246 millones de pesos (12.6 millones de dólares) para asegurar que los compradores pudiesen comprar los dólares al precio que habían fijado con sus coberturas.

     Para muchos, el desembolso gubernamental se debió a que el peso comenzó a depreciarse a un mayor ritmo contra el dólar desde mediados de octubre por los malos resultados que arrojó la cuarta ronda de negociaciones que llevaron a cabo los gobiernos de Canadá, Estados Unidos y México para modernizar al TLCAN.

     Al término de esa ronda, los encargados de las negociaciones dejaron claras las primeras divergencias sobre las modificacionees que cada uno de ellos quiere hacer a nombre de su gobierno al pacto comercial.

     En concreto, la discordia surgió porque Estados Unidos propuso, entre otras cosas, que los vehículos producidos en Norteamérica tuviesen un mayor contenido regional para gozar de los beneficios del libre comercio; una propuesta que rechazaron los representantes canadienses y mexicanos.

     En segundo lugar, el gobierno estadounidense también sugirió incluir una cláusula que diera por terminado el acuerdo cada cinco años a menos que los países miembros indicaran que deseaban continuar. La propuesta, mejor conocida como sunset clause, también recibió el rechazo de las contrapartes canadiense y mexicana.

     Las diferencias causaron preocupaciones en el mercado cambiario por la fuerte dependencia económica de México con su vecino del norte. Así, la moneda pasó de cotizar de cerca de 17.7 pesos por dólar a finales de septiembre a 19.15 a finales de octubre.

     Esto ocurrió aun cuando los inversionistas daban “poca probabilidad de que se registre una ruptura del proceso negociador, después de que las partes acordaron ampliar el proceso hasta el 2018”, escribieron analistas del intermediario financiero, CIBanco, en un reporte.

     De cualquier manera, la incertidumbre que generaron las diferencias provocó incluso que el gobierno mexicano, vía la Comisión de Cambios, la entidad encargada de supervisar el buen funcionamiento del mercado cambiario, decidiera incrementar el monto de las subastas de coberturas que venía haciendo de mil a cuatro mil millones de dólares a finales de octubre, una medida que también ayudó a paliar la caída que venía registrando el peso contra el dólar y que hizo que la cobertura que venció el 1 de diciembre resultara ganadora para el gobierno.


 

 

 

 


Fecha de publicación: 08/12/2017

Etiquetas: peso mexicano TLCAN Comisión Banxico