13 de mar. (Sentido Común) -- Desde finales del año pasado el apetito por la divisa estadounidense ha venido en declive.

     La caída ha ocurrido a pesar de que el Congreso de ese país logró a finales del año pasado aprobar una muy anhelada reforma fiscal que muchos creían fortalecería al dólar frente a otras divisas.

     Eso, sin embargo, no ha ocurrido y por el contrario la divisa estadounidense ha sufrido fuertes caídas en lo que va del año que han prolongado el desplome de 9% que registró en 2017, o el peor descenso desde 2003 cuando bajó 14.6%.

     El origen para muchos de la debilidad del dólar está precisamente en los cambios fiscales estadounidenses, que muchos creen que propiciarán un mayor déficit comercial y un mayor déficit fiscal, o dos repercusiones económicas que debilitarán la divisa estadounidense, en el corto y mediano plazo.

     Para este año, pudiéramos ver “un espacio limitado para una fortaleza sostenida del dólar”, escribió en un reporte Christian Keller, director ejecutivo y jefe de investigación económica de Barclays, uno de los principales bancos de Reino Unido.

     La postura de Keller la comparten otros expertos por el impacto favorable que tendrá la reducción de impuestos en Estados Unidos sobre el consumo, pero que a su vez generará, vaticinan los especialistas, un mayor consumo de bienes importados.

     Si eso ocurre, el déficit comercial que hoy tiene Estados Unidos y que tanto preocupa al presidente, Donald J. Trump, crecerá, como ha ocurrido a lo largo de los últimos meses.

     En enero, por ejemplo, ese faltante subió de 53.9 mil millones de dólares en diciembre a 56.6 mil millones, o el saldo negativo más alto desde septiembre de 2008 cuando la economía estadounidense registró un déficit en su déficit comercial de 60 mil 191 millones.

     Para muchos ese aumento del déficit hizo que el valor de la divisa estadounidense, medida a través del índice DXY, que mide el valor del dólar contra seis monedas de países desarrollados, cayera 3.44%, o su peor descenso mensual desde marzo de 2016 cuando bajó 3.69%.

     Si al déficit comercial se suma el mayor déficit fiscal que muchos economistas anticipan que registre el gobierno estadounidense en los próximos meses por los recortes a las tasas impositivas propuestos por Trump y aprobados por el Congreso, entonces la debilidad del dólar no debería sorprender a alguien.

     Tan sólo el año pasado, el gobierno de Trump registró un faltante fiscal de 666 mil millones de dólares, o el mayor déficit de los últimos cuatro años.

     La brecha entre ingresos y gastos del gobierno estadounidense podría además crecer por el incremento en los programas de infraestructura que plantea realizar el presidente estadounidense, como la edificación de un muro en la frontera con México, en los próximos años.

     De hecho los expertos de Barclays, el sexto banco más grande a nivel mundial, esperan que el déficit fiscal y comercial estadounidense como porcentaje del producto interno bruto de esa nación se extienda para 2019 a 3.5% y 5.2%, respectivamente.

     Así tanto el déficit comercial como el fiscal, que muchos prevén que crezcan en los próximos meses, que en términos económicos se conocen como déficit gemelo y que ha ocurrido en siete ocasiones previas en Estados Unidos, está provocando que muchos vaticinen una continua debilidad de la divisa estadounidense frente a otras monedas

     Otro elemento que también mantendrá para algunos una baja demanda del dólar es el ritmo pausado bajo el cual las autoridades monetarias están elevando las tasas de interés de ese país.

     Si bien esos incrementos, por lo general, hacen más atractivos los activos denominados en dólares, más cuando los emite la economía más grande del mundo, las alzas graduales de esas tasas no han generado el apetito en esos activos como en otras ocasiones ante los niveles bajos que mantienen esas tasas y ante los mismos riesgos que muchos ven en la economía estadounidense por un mayor déficit gemelo.

     “Desde diciembre de 2015, la Fed ha incrementado las tasas de interés en 125 puntos base, lo que contrasta con otros ciclos tanto en tiempo como en magnitud”, dijo Mariana Ramírez analista sobre economía en el banco Ve por Más. “Adicionalmente, por primera vez en la historia, el ciclo de 2015 inició con tasas cercanas a 0.0%, por ello consideramos que con tasas todavía bajas (1.5%), el dólar no reaccionó al alza en tasas como en otras ocasiones”.

    Otro factor que también está incidiendo en la debilidad del dólar es el mayor crecimiento económico que comienzan a registrar otras economías del orbe y que restan atractivo a la divisa estadounidense.

     El Fondo Monetario Internacional, el organismo internacional que supervisa y analiza la evolución económica en distintas partes del planeta, revisó incluso recientemente al alza sus previsiones para el crecimiento económico mundial para este año a 3.9%.

     Finalmente, la muy baja aprobación del desempeño del presidente Trump está también, para algunos especialistas, debilitando el desempeño de la divisa estadounidense. Hoy Trump tiene la peor aprobación de un presidente en más de una década.

     “Trump es el que mantiene al dólar débil”,  dijo Carlos Fritsch, director general de la firma de análisis financiero, Prognósis, en un evento de perspectivas económicas de 2018 organizado por la Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles, o AMIB. La divisa estadounidense “podría rebotar hasta las primarias de noviembre en Estados Unidos, sí el partido de Trump, el republicano, logra consolidar una mayor mayoría” en el Congreso.

 

 

 


Fecha de publicación: 13/03/2018

Etiquetas: dólar EUA déficit gemelo