25 de may. (Sentido Común) -- La emoción provocada por la red 5G está eclipsando las perspectivas de una tecnología competitiva que General Motors y Toyota Motor están respaldando, lo que potencialmente da a sus rivales una ventaja en la competencia por lanzar vehículos con una conectividad a internet de vanguardia.

El gobierno de Estados Unidos ha invertido cientos de millones de dólares en la tecnología Wi-Fi conocida como comunicación dedicada de corto alcance (DSRC, por sus siglas en inglés), que permite que los automóviles se conecten a los  semáforos “inteligentes” diseñados para aligerar el congestionamiento vehicular  y enviar advertencias sobre accidentes o las condiciones climáticas más adelante en la ruta.

GM y Toyota apoyan firmemente esa tecnología. Pero Ford Motor, BMW y otras automotrices están presionando a la administración Trump para poder ir más allá de ese sistema al rastrear rápidamente la banda ancha celular de quinta generación en los automóviles.

Conocida como 5G, la red transmite datos a una velocidad hasta 10 veces mayor que la velocidad de la banda ancha actual y mejora la confiabilidad al reducir potencialmente la capacidad de un auto sin conductor de detenerse a 2.5 centímetros de distancia en comparación con los 30 centímetros de la red actual.

El enfrentamiento entre los estándares basados en Wi-Fi y los celulares para los automóviles conectados refleja las guerras de formato “el ganador-toma-todo” en otras industrias, y es una señal de cómo la programación se está convirtiendo en el nuevo campo de batalla de las automotrices.

Lo que está en juego es mucho, ya que las muertes provocadas por los vehículos en Estados Unidos han aumentado en los últimos años. Las automotrices han dicho que la comunicación vehículo a vehículo reducirá los embotellamientos y mejorará la seguridad vehicular.

Acelerar la adopción de nuevas tecnologías es una prioridad para una industria que se ha rezagado en relación a los fabricantes de teléfonos móviles en lo que se refiere a conectar dispositivos a internet.

Se prevé que el mercado mundial de automóviles conectados crecerá en un factor de casi tres veces para 2022 con más de 125 millones de nuevos automóviles conectados a internet embarcados durante ese período de cinco años, dijo Counterpoint Research.

La banda ancha actual, conocida como 4G, ha habilitado los puntos de contacto Wi-Fi y la transmisión de datos, lo que permite a los pasajeros navegar internet o ver videos en sus automóviles. La próxima ola de tecnología celular dará pie a nuevas funciones de entretenimiento y seguridad, permitiendo a los automóviles acceder a las cámaras de otros vehículos que podrían alertarlos sobre accidentes, obstáculos y condiciones de manejo.

En última instancia, los conductores podrían incluso ordenar un café de su cafetería favorita desde su tablero de mandos o tomar una siesta mientras la inteligencia artificial opera su vehículo. Empresas como BMW dijeron que una transmisión de datos más rápida a través de la banda ancha de próxima generación es fundamental para acelerar este esfuerzo.

“Estamos presionando a las compañías de telecomunicaciones a una escala más amplia para que lancen la 5G tan pronto como puedan”, dijo Peter Schwarzenbauer el miembro de la mesa de consejo de BMW.

Por su parte, GM y Toyota ya tienen modelos equipados con DSRC y están instando a la administración Trump a respaldar una propuesta de 2016 que requeriría que las automotrices comiencen a instalarla en sus autos nuevos a partir del 2021. El Departamento de Transporte aún tiene que tomar una decisión final sobre esa propuesta de la era Obama, aun cuando las automotrices ya están en la fase de diseño de los vehículos del modelo año 2021.

“Lograr que el resto de la industria nos siga ha sido un duro viaje en trineo”, dijo Steve Schwinke, director de desarrollo avanzado y servicios conectados de GM.

Un problema con la tecnología respaldada por GM y Toyota es el costo. Las compañías de telecomunicaciones planean pagar el mejoramiento de las torres de transmisión celular y las antenas de carretera de la 5G para prestarles servicio a sus redes existentes. Para desplegar completamente la DSRC, se requieren miles de millones de dólares en infraestructura financiada por el gobierno, según un cálculo del Departamento de Transporte de Estados Unidos.

Tecnología de corto alcance que también agregaría unos 300 dólares al precio de un vehículo para sufragar los equipos dedicados, de acuerdo con estimaciones de National Highway Traffic Safety Administration. La mayoría de los vehículos nuevos ya tiene instalados módems celulares, por lo que eso representaría un pequeño costo adicional para los conductores 5G.

Traducido por Michelle del Campo  

Editado por Luis Felipe Cedillo

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Fecha de publicación: 25/05/2018

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