25 de may. (Sentido Común) -- Corporación Geo, la que fuera una de las principales desarrolladoras de vivienda de interés social hasta antes de la crisis del sector en 2013, anunció un nuevo conflicto en el renovado calvario por el que atraviesa para preservar su liquidez y dar continuidad a su negocio.

     Sólida Administradora de Portafolios, la división inmobiliaria de Banorte y su principal socio, entabló una demanda en contra de la compañía por el supuesto incumplimiento con los acuerdos que entablaron al formar un fideicomiso, cuyo principal objetivo era adquirir terrenos para desarrollar unidades habitacionales y posteriormente venderlas, dijo la empresa viviendera en un comunicado.

     En caso de perder la demanda, Geo “perdería una parte significativa de su inventario inmobiliario, y no tendría terrenos para sustentar un plan de negocios que le permita mantenerse como empresa en funcionamiento”, agregó la empresa, con sede en la Ciudad de México.

     La querella parece ser el mayor voto de desconfianza que ha recibido la constructora de más de 650 mil casas en el país desde que logró reiniciar operaciones tras la reestructura de sus obligaciones financieras hace un par de año. Sólida no sólo es el principal accionista de Geo, sino que además había acceptado inyectarle recursos frescos para mantener sus operaciones funcionando.

     Con la demanda, esta última posibilidad parece alejarse, más cuando Sólida, bajo el argumento de incumplimiento de las reglas del fideicomiso por parte de Geo, busca no solo no darle los beneficios que pudiera generar la operación de ese fideicomiso, sino quedarse con los activos que contiene y cuyo valor supera los dos mil 888 millones de pesos (147 millones de dólares).

     Por su parte, Geo dijo que su actuación en el fideicomiso obedece a "sus derechos", mientras que defenderá "sus intereses", aunque al mismo tiempo no descartó llegar a un acuerdo con la subsidiaria de Banorte para remediar sus diferencias a fin de poder establecer nuevas condiciones para el desarrollo de inmuebles.

     El fideicomiso fue conformado por Sólida y Geo antes de la crisis del sector, en 2006, bajo un esquema de aprobaciones por proyecto, de acuerdo con el reporte anual de la viviendera.

     Claro que tras la crisis, Sólida se hizo de una de 56.3% de los títulos en circulación de Geo luego de la reestructuración de adeudos que logró esta última con sus acreedores. En ese entonces, Sólida fue una de las firmas, junto con el fondo de inversión Capital Inmobiliario, que decidieron participar en un aumento de capital por tres mil 500 millones de pesos (alrededor de 205 millones de dólares al tipo de cambio de entonces) en Geo a fin de permitir a la empresa dejar atrás sus problemas financieros para poder regularizar sus operaciones. 

     Eso ocurrió en 2015 cuando la viviendera puso fin a su proceso de reestructuración de adeudos con sus acreedores, mejor conocido como concurso mercantil.

     Luego de su salida de ese concurso Geo volvió a plantear nuevos objetivos de construcción de decenas de miles de casas, aunque a medida que pasó el tiempo ajustó sus expectativas para reflejar mejor su difícil situación. Más tarde, en su último plan de negocios Geo incluso reconoció que no podría llevar a cabo el plan que se había propuesto e indicó que requería nuevas inyecciones de capital.

     La difícil situación por la que ha atravesado Geo en los últimos meses llevó incluso ayer a Capital Inmobiliario a anunciar que someterá a consulta con los dueños de sus Certificados de Capital para el Desarrollo (CKDes) --de donde provinieron los recursos que inyectó a Geo hace tres años-- la posibilidad de desinvertir su participación en la empresa.

     Para la constructura resulta indispensable poder tener un resultado favorable en el proceso judicial que tiene ahora abierto con Sólida para poder seguir ejecutando su plan de negocios. Si ese fallo, Geo ve difícil que pueda mantenerse operando. 

     “Se prevé que la situación de liquidez sea extremadamente compleja durante los próximos 12 meses”, dijo la empresa en su reporte trimestral de enero a marzo de 2018 y que publicó hoy. “La compañía continuará instrumentando las medidas que sean necesarias y/o convenientes para mantenerse como negocio en marcha”.

     Otros elementos necesarios para que el plan de Geo fructifique son: conseguir dos mil 920 millones de pesos (149 millones de dólares) de nuevo capital; concluir los litigios que llevaron a algunas de sus filiales de regreso a concurso mercantil; que la banca esté dispuesta a prestarle más de dos mil millones (102 millones); y que no se retrase la obtención de recursos para terminar la infraestructura básica que falta en algunos de sus desarrollos.

     Aunado a ello, Geo tiene metas como reducir sus gastos operativos, vender activos por 270 millones de pesos (13.8 millones de dólares) y recibir otros 180 millones (9.2) justamente del fideicomiso que tiene con Sólida, lo que no parece que esta última tenga la intención de realizar.

     Además, los ejecutivos de Geo, quienes se han rotado las posiciones más altas de la empresa en el último par de años para intentar mantener el negocio a flote, tienen que negociar con los acreedores de tres bonos en México para volver a reestructurarlos, luego de ciertos incumplimientos y pagos parciales de los mismos. 

     Geo también está negociando los términos de un bono internacional en el que también ya incumplió con ciertos pagos. 

     “La continuidad de la compañía como negocio en marcha en los próximos 12 meses dependerá de la instrumentación de las distintas iniciativas de liquidez de forma exitosa”, dijo Geo en su informe trimestral. También “de continuar instrumentando nuevos créditos puente con Banorte”.

     Con ese comentario, Geo dejó entrever que, a pesar de la demanda, mantiene cierta esperanza de que su principal dueño aún la apoye.




Fecha de publicación: 25/05/2018

Etiquetas: GEO vivienda México demanda Banorte Sólida