21 de jun. (Sentido Común) -- La junta de gobierno de Banco de México cumplió con los pronósticos de analistas y agentes financieros al elevar las tasas de interés de referencia en un cuarto de punto porcentual, de 7.5 a 7.75%, para hacer frente a la materialización de riesgos por la depreciación del tipo de cambio y su posible contaminación en los precios.

     Así, el Instituto Central votó de forma unánime por subir los tipos de interés en el país luego de dos encuentros seguidos donde optó por dejarlos sin cambio.

      De esta manera la llamada tasa de interés objetivo alcanzó un nivel que no veía en más de nueve años, o desde que pasó de de 7.75 a 7.5% el 20 de febrero de 2009, como parte de la política monetaria expansiva que inició el Instituto Central para ayudar a la economía a enfrentar los efectos de la crisis financiera global que surgió un año antes en Estados Unidos.

     Banco de México explicó que el ajuste busca contrarrestar la reciente depreciación del tipo de cambio y el incremento en los precios de algunos hidrocarburos, como las gasolinas y el gas licuado de petróleo (LP), que podrían afectar las expectativas inflacionarias.

     La evidencia de pass through --como se conoce en la jerga económica al proceso de contaminación de la inflación por la depreciación del tipo de cambio-- fue para el Banco Central un riesgo adicional de retraso en el cumplimiento de la meta de 3% que tiene la autoridad monetaria como objetivo.

     “Se ha acrecentado el riesgo de que la inflación presente un ritmo más lento de convergencia a su objetivo que el previsto anteriormente”, dijo el Banco de México, en el comunicado donde anunció su decisión. “En caso de persistir estos factores, se afectaría el ritmo de disminución de la inflación”.

     En los primeros siete meses de este año, la moneda mexicana acumula una depreciación de alrededor de 3.6% con respecto al dólar, por lo que el tipo de cambio ya se ubica por arriba de los 20.3 pesos por divisa estadounidense.

     Ese deterioro de la divisa ya empieza a afectar el desempeño de la inflación, los precios de las mercancías y algunos productos energéticos como las gasolinas o el gas, que son importados desde Estados Unidos.

     Para algunos, la decisión del Instituto Central y el mensaje que envió al mercado reafirman que las autoridades monetarias no descartarán movimientos adicionales en el futuro para evitar un deterioro del balance de riesgos inflacionarios.

     “Destacamos que el tono del comunicado fue ‘hawk’, por las mayores preocupaciones en torno a la inflación”, escribió el equipo de análisis económico de Casa de Bolsa Multiva, en un reporte. “No descartamos que ante nuevas presiones alcistas en el tipo de cambio, el Banco de México pueda volver a subir su tasa de referencia”.

     En la jerga económica se define como ‘hawk’ a las autoridades monetarias que están más preocupadas por el desempeño de la inflación y, por lo tanto, son más proclives a preferir tasas de interés más altas.

     Banco de México estima que la inflación en el país regresará a la meta interanual durante el primer trimestre del año.

     Sin embargo, el banco central nacional aún ve presentes diversos riesgos que podrían presionar al tipo de cambio, como la incertidumbre relacionada con el futuro de las relaciones comerciales en Norteamérica, y las elecciones presidenciales del 1 de julio.

     De ahí que Banxico advirtió que estaría vigilante al desempeño del mercado cambiario y atento a que una eventual depreciación “se dé de manera ordenada y sin efectos de segundo orden sobre el proceso de formación de precios”.

     “Dejó abierta la puerta para alzas adicionales”, escribió el equipo de análisis Global Markets Research de BBVA Bancomer, en un reporte. “Banxico parece que aún teme que un choque potencial, como una ruptura del TLCAN o una reacción negativa del mercado por el resultado de las elecciones, debilite aún más al tipo de cambio”.

     La decisión del banco central fue bien recibida por los mercados. El tipo de cambio amplió sus ganancias y acabó la sesión con un avance de 0.7%, al ubicarse en 20.25 pesos por dólar, o su nivel más fuerte en dos semanas.

      Incluso, la moneda nacional llegó a tocar un nivel de 20.18 pesos por dólar en operaciones electrónicas posteriores al cierre oficial del mercado.

     Por su parte, el principal índice de la Bolsa Mexicana de Valores no corrió con la misma suerte y finalizó la sesión con una caída de 0.65% frente a la jornada anterior, al ubicarse en 46 mil 456.91 unidades.

     Finalmente, el índice que mide el desempeño de Bolsa Institucional de Valores (Biva), el segundo mercado de valores autorizado para operar en el país, retrocedió 0.7% frente a la jornada previa al finalizar en un nivel de 942.15 unidades.

 


Fecha de publicación: 21/06/2018

Etiquetas: Banxico tasas interés economía México política monetaria inflación