11 de dic. (Sentido Común) -- Rassini, una de las principales productoras de autopartes del país, está a punto de convertirse en la próxima empresa en dejar la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), luego que sus mayores accionistas identificaran una oportunidad para comprar las  acciones que no estaban en sus manos.

     Los principales dueños de la empresa, liderados por Antonio Madero Bracho, actual presidente ejecutivo de su consejo de administración, lograron elevar su interés en la compañía de 45.7 a 98.2% a través de una oferta de adquisición de las acciones que no les pertenecían, informó la firma en un comunicado.

     “Mediante la oferta, y en caso de que la misma se consuma exitosamente, el oferente podrá, sujeto a la aprobación de la asamblea de accionistas de la emisora, cancelar la inscripción en el Registro Nacional de Valores y el listado de los valores en la Bolsa Mexicana de Valores”, escribió GGI INV SPV, el vehículo financiero utilizado para la oferta, en los propósitos y planes del prospecto definitivo.

     Como resultado de la oferta, los principales accionistas de Rassini pagarán 349.4 millones de dólares, cantidad que cubrirán con un crédito sindicado por 485 millones que estará garantizado con activos de la propia compañía.

     GGI concretó la compra de 59.9 millones de acciones y 54 millones de certificados de participación ordinaria (CPO), que significan 52.5% del capital de la autopartera y lo llevaron a su tenencia casi total. La compra valúa a la compañía en 666 millones de dólares.

     La firma ofreció 2.08 dólares por acción y 4.16 dólares por CPO, lo que será liquidado, en su caso, a un tipo de cambio de 20.39 pesos por dólar, dio a conocer Rassini en su comunicado.

     La fecha de liquidación de la oferta, que fue intermediada por BBVA Bancomer, es el 18 de diciembre.

     La participación mínima que requería GGI para poder deslistar a Rassini era de 95%, una condición inicial de la oferta a la que posteriormente renunció, por lo que la firma estaba dispuesta a adquirir las acciones incluso sin llegar a ese nivel de interés en la compañía.

     Ahora parece cuestión de tiempo para que la autopartera deje de cotizar en bolsa. A pesar de la poca cantidad de acciones en libre flotación, éstas aún se intercambiaron, con una caída de 4% para la serie A y un alza de 5.8% en sus CPO.

     La casa de bolsa de Banorte incluso ya dejó de darle cobertura a la acción, ante el inminente desliste.

     “Es importante mencionar que la finalización de la oferta no significa por sí misma que de manera inmediata Rassini dejará de cotizar en la BMV. Sin embargo, de acuerdo con la Ley del Mercado de Valores el porcentaje de tenencia de GGI es suficiente como para que proceda con la cancelación de la inscripción de Rassini”, escribió en un reporte Alik García, especialista de la casa de bolsa de Intercam.

     Para el experto lo ofrecido por GGI INV SPV estuvo en línea con su valuación y perspectivas de la empresa, por lo que desde antes ya había recomendado a los accionistas minoritarios participar en la misma.

     Además, la compra, que dio un premio de 23% al considerar el último cierre de la acción antes del anuncio de la oferta, dio a los inversionistas la oportunidad de aumentar su liquidez en un momento en el que el mercado mexicano refleja incertidumbre nacional e internacional, de acuerdo con García.

     Probablemente ese mismo entorno fue el que motivó a los tenedores principales de Rassini a lanzar la oferta, dado que el mercado la estaba valuando muy por debajo de sus fundamentales y perspectivas, con múltiplos (como precio entre flujo de operación) baratos.

     La acción estuvo muy golpeada desde que afloraron tensiones comerciales entre México y Estados Unidos, en especial por la relevancia de la industria automotriz en los dos países. Otra de las compañías que resintió en la bolsa esa problemática fue Nemak, el fabricante de autopartes de aluminio, cuya acción dejó de pertenecer al selectivo de las 35 emisoras locales que conforman el índice de referencia del mercado mexicano.

     Rassini, que ha elevado sus ventas y flujo ininterrumpidamente los últimos tres años, produce componentes para suspensión de vehículos ligeros y discos para freno. Su actividad principal está centrada en México y Estados Unidos.

     Entre sus principales clientes están las gigantes automotrices estadounidenses, Ford  y General Motors, la ítalo-estadounidense Fiat Chrysler Automobiles, además de otras productoras de automóviles de todo el mundo, como las asiáticas Toyota y Nissan.

     La compañía, antes conocida como Sanluis, surgió a partir de una minera que vio la oportunidad de colocarse en el sector automotriz ante la apertura comercial de México en las décadas de 1980 y 1990.

     Desde la década de 1980 las acciones de Rassini cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores, desde entonces el valor de su serie A ha pasado de 20 centavos a los 39 pesos actuales, no muy lejos de su máximo histórico de 45 pesos, logrado en julio de 2017.

     Por su parte los CPO, que contienen acciones serie B y C, comenzaron a cotizar en 1995, desde donde han presentado un rendimiento de 844% hasta sus 82 pesos actuales, cifra que está 9% por debajo de los 90.25 pesos que tocó también en julio de 2017.



 


Fecha de publicación: 11/12/2018

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