El presidente López Obrador en la conferencia donde anunció el apoyo del gobierno a Pemex. Atrás están, de izquierda a derecha, el secretario de Hacienda y Crédito Público, el director de Pemex y el director de finanzas de la petrolera estatal. Foto de Presidencia.
El presidente López Obrador en la conferencia donde anunció el apoyo del gobierno a Pemex. Atrás están, de izquierda a derecha, el secretario de Hacienda y Crédito Público, el director de Pemex y el director de finanzas de la petrolera estatal. Foto de Presidencia.

19 de feb. (Sentido Común) -- La propuesta presentada en la Cámara de Diputados por legisladores del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) para modificar la ley de Petróleos Mexicanos, aunque aparentemente no cuenta con aval del fundador de esa institución política, el presidente Andrés Manuel López Obrador, podría generar un nuevo episodio de dudas sobre el futuro y estabilidad de la principal empresa productiva del Estado.

     Pemex, como también se conoce a la petrolera estatal, atraviesa una débil situación financiera ante el elevado endeudamiento que heredó de gobiernos pasados y la caída constante en la producción de la plataforma petrolera del país.

     De ahí que la administración de López Obrador se encuentra en medio de un plan para fortalecer a la compañía petrolera, a fin de que recupere el papel predominante que tuvo hasta el 2014, año en el que terminó el monopolio estatal de casi ocho décadas en extracción, producción y comercialización de hidrocarburos.

     Para ese propósito, el gobierno anunció la semana pasada que apoyará financieramente a la empresa con hasta 5.5 mil millones de dólares, que saldrán de monetizar pasivos, reducir la carga fiscal combatir el robo de combustibles.

     Las acciones emprendidas por el gobierno federal no estuvieron exentas de críticas de algunos expertos, quienes consideran que estas medidas son positivas pero insuficientes, debido a que solo ayudarán a la empresa estatal en el corto plazo y representan un riesgo para las finanzas del país.

     “Pemex necesita mayores apoyos, pero sobre todo en brindar mayor confianza a los inversionistas en cuanto a su plan de negocios”,  escribieron los analistas de la institución financiera CI Banco, en un reporte. “Sabemos que el nivel de recursos que el gobierno federal puede transferir a Pemex es limitado, por las condiciones actuales de sus finanzas públicas”

     Otros especialistas también ponen en tela de juicio algunas decisiones en puerta para la compañía, como la construcción de una refinería en Tabasco para producir gasolinas, la animadversión que muestra en ocasiones el presidente López Obrador sobre la participación de capitales privados en el sector energético y las aparentes dudas que despertaron los directivos de la empresa en una gira con inversionistas en la ciudad de Nueva York.

     De ahí que la propuesta de la legisladora Karla Yuritzi Almazán Burgos, de Morena, que se encuentra en manos de la comisión de Energía de la Cámara Baja, lejos de reducir las dudas respecto al futuro  de la empresa petrolera estatal podría aumentar la inquietud de las calificadoras y expertos sobre la principal compañía estatal mexicana.

     La legisladora, que pertenece al partido que cuenta con la mayor representación en ambas cámaras del Congreso de la Unión, propone fortalecer las facultades que tiene Octavio Romero, el director general de Pemex, en detrimento de las que hoy en día tiene el Consejo de Administración.

     “Se propone limitar las facultades del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos, pues la regulación con la que hoy operan promueve que se diluya la responsabilidad al momento de tomar decisiones, pues actualmente la Ley le reconoce al Consejo de Administración la toma de decisiones de naturaleza ejecutiva que, en cualquier empresa de estructura corporativa, le corresponderían al director”, dice la propuesta de la diputada Almazán.

     Actualmente ese Consejo está conformado por los secretarios de Energía y de  Hacienda y Crédito Público, así como los titulares de Economía, Medio Ambiente y Recursos Naturales y el director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Además cuenta con la participación de tres consejeros independientes que tienen opinión en algunas decisiones operativas y financieras de Pemex.

      Almazán Burgos, sin embargo, considera que la disminución de las facultades de ese Consejo y el aumento de las del director general de Pemex atiende a la política energética nacional que ha establecido el gobierno federal por instrucciones del mismo López Obrador.

     “Se propone un cambio de paradigma en la conducción central y la dirección estratégica” de Pemex y sus empresas productivas filiares y subsidiarias, dice la propuesta surgida de Morena. “Con la finalidad de que el responsable de éstas sea el mismo director general”.

     Además, el texto de Almazán propone que sea facultad exclusiva del director de Pemex el aprobar las políticas de recursos humanos y de remuneraciones dentro de la empresa estatal, así como el nombrar y remover a los directivos de la empresa estatal que ocupen cargos en las dos jerarquías inferiores a él.

     La posibilidad de aprobar cambios en ese sentido podrían reforzar las críticas que ya lanzó, por ejemplo, la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings, quien recientemente puso como un posible riesgo el gobierno corporativo de la compañía.

     “Una propuesta actual de legislación para enmendar la Ley Pemex para transferir mayor poder a la administración de la compañía, podría incrementar el poder que ejerce el poder ejecutivo mexicano sobre la compañía”, escribieron los analistas de Fitch Ratings, en el reporte donde anunciaron un recorte de la calificación crediticia de la empresa. “La iniciativa también propone, entre otras cosas, transferir el control de recursos humanos del consejo de administración y que la administración proponga a aprobación del consejo de administración la dirección estratégica de la compañía, así como decisiones en precios”.

     Fitch determinó en consecuencia recortar en dos escaños la nota de Pemex, de ‘BBB+’ a ‘BBB-’, y dejó la perspectiva de la calificación en negativa, con lo que la puso al borde de perder la condición conocida como grado de inversión.

     A pesar del ruido que generó, la propuesta de Morena podría no contar con el respaldo del presidente López Obrador, quien aseguró que su administración no tiene contemplados cambios drásticos que puedan generar críticas contra su administración.

     “Nosotros no aprobamos eso, es decir, en el Ejecutivo no queremos ninguna modificación en ese sentido, porque no queremos darles pretextos, excusas, a los que han saqueado a Pemex”, dijo el presidente, en su conferencia de prensa matutina. “Si ahora nosotros planteamos algo así qué van a decir, van a gritar como pregoneros de que ya se está actuando con arbitrariedad y ya no va a haber contrapesos en Pemex”.

     Esta no sería la primera ocasión que López Obrador decidió no acompañar una propuesta de Morena, con la intención de evitar críticas de analistas e incluso agentes financieros como los que se vivió cuando la fracción de Morena en el Senado propuso modificar la ley para terminar con las comisiones que cobran algunos bancos en México.

     A la larga, esa iniciativa quedó detenida en el Senado y los legisladores del partido de López Obrador aceptaron realizar encuentros con la expertos y con la industria para decidir la mejor forma de ejecutar esos cambios.

 



Fecha de publicación: 19/02/2019

Etiquetas: México Pemex López Obrador Morena Congreso Fitch