27 de jul. (Sentido Común) -- Andrés Manuel López Obrador, el virtual presidente electo de México, presentó sus planes para revitalizar el sector energético del país, ampliar la infraestructura y revertir el deterioro que tiene esa industria, mediante una inversión de 175 mil millones de pesos (nueve mil 403 millones de dólares) adicionales a los que ahora mismo gasta el gobierno.

     Estos recursos, dijo el futuro mandatario del país, servirán no sólo para rehabilitar las seis refinerías que actualmente tiene México, sino también para construir una más, en el puerto de Dos Bocas, Tabasco, así como para invertir en proyectos de exploración y perforación de pozos petroleros.

     “Si no actuamos ahora, con urgencia, tendríamos problemas y costos en el mediano plazo”, dijo López Obrador, en conferencia de prensa ofrecida en sus oficinas de transición, en ciudad de México. “Con esta nueva refinería y las seis existentes vamos a cumplir con el compromiso de campaña de que a mediados de sexenio se va a dejar de comprar gasolinas en el exterior y vamos a bajar los precios de los combustibles”.

     El plan del nuevo gobierno contempla cuatro ejes: aumentar la inversión en extracción de gas y petróleo, rehabilitar las seis refinerías que existen en el país, construir la nueva refinería en Tabasco y reforzar el sector de generación de energía eléctrica.

     El virtual presidente electo propone que con este plan podría acabar con el letargo que atraviesa el sector petrolero, que esperaba un fuerte crecimiento a partir de la reforma constitucional de 2014 pero que no logró despuntar por la caída de los precios internacionales de los hidrocarburos surgida entre 2015 y 2016.

     La baja de los precios tuvo un impacto significativo en Petróleos Mexicanos (Pemex), la petrolera estatal, que desde la reforma energética ya no tiene el monopolio de producción y venta de hidrocarburos, por lo que ahora debe competir con otras empresas nacionales y extranjeras para desarrollar proyectos en México.

     Esa competencia, sin embargo, llegó en un momento donde las finanzas de Pemex no estaban en su mejor momento y donde el gobierno incluso tuvo que aplicar un nuevo plan de negocios para tratar de mantener a flote a la petrolera estatal.

     De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), México produjo en promedio 1.88 millones de barriles diarios de crudo durante los primeros cinco meses del año, o 6.4% menos que lo producido en el mismo lapso de 2017.

     En el sector de energía eléctrica México produjo entre enero y marzo 0.6% menos que en los primeros tres meses de 2017 y 9.5% menos gas natural en el acumulado de enero a mayo frente al mismo lapso del año pasado, de acuerdo con cifras de Inegi, como también se conoce al organismo responsable de recabar la información económica y social del país.    

     López Obrador, sin embargo, no acabó por aclarar de dónde sacará el gobierno los recursos por 175 mil millones de pesos que espera destinar a energía el año que entra y únicamente dijo que saldrán del rediseño del presupuesto del gobierno.

     El gasto previsto para la extracción de petróleo y gas nacional será de 75 mil millones de pesos (cuatro mil 30 millones de dólares), los cuales servirán para incrementar la producción de 1.9 millones de barriles diarios a 2.5 millones en el sexenio

     Desde su campaña, el exjefe de gobierno de Ciudad de México dijo que una de sus apuestas era reducir la importación de combustibles, algo que espera lograr con la combinación de más proyectos para extraer crudo y la creación de una refinería que permita producir más gasolinas en México, en lugar de importarlas.

     Con ese propósito es que el futuro presidente dijo planea invertir 49 mil millones de pesos (dos mil 633 millones de dólares) en la rehabilitación de las seis refinerías ya existentes en el país y otros 160 mil millones de pesos adicionales (ocho mil 598 millones de dólares), en los próximos tres años, para la construcción de una refinería más en el puerto de Dos Bocas, Tabasco.

     Finalmente, dijo que el nuevo gobierno invertirá 20 mil millones de pesos (mil 75 millones de dólares) en el fortalecimiento de plantas hidroeléctricas para impulsar la producción de energía eléctrica en el país.

     Claro que, para lograrlo, el gobierno de López Obrador tendrá que enfrentar la delicada situación financiera que atraviesan Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa estatal responsable de producir energía eléctrica.

     Pemex, por ejemplo, reportó una pérdida neta de 163 mil 172.5 millones de pesos (ocho mil 768 millones de dólares) en el segundo trimestre de 2018, mientras que  CFE perdió 28 mil 458.4 millones de pesos (mil 529 millones de dólares) en el mismo lapso, lo que podría dificultar en la práctica la puesta en marcha de los nuevos planes propuestos.

     Algunos analistas estimaron que el gasto anunciado hoy no está fuera del alcance si el gobierno logra redirigir el gasto de la forma en que prometió, el cual destina importantes recursos a esas dos empresas estatales, pero tampoco parece suficiente para revertir el deterioro que esa industria vive en México.

     “No es un presupuesto tan impresionante. En todo caso, es una reorientación de los presupuestos”, escribió Gonzalo Monroy, experto en temas energéticos y consultor de energía independiente, a través de su cuenta personal en la red social Twitter. “Y luce insuficiente”. 

     Además de los anuncios de inversión, López Obrador reiteró el nombramiento de Rocío Nahle como próxima secretaria de Energía y añadió que designará a  Alberto Montoya Martín del Campo como subsecretario de Energía.

     Montoya  es egresado del Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), donde estudió la carrera de Comunicaciones, con una maestría en Comunicación y un doctorado en Políticas Públicas por la Universidad de Stanford. También es académico de la Universidad Iberoamericana y es miembro del Centro de Estudios Estratégicos Nacionales, A.C.

     El virtual presidente electo también anunció que Octavio Romero Oropeza será el próximo director general de Pemex.

     Romero es ingeniero Agrónomo por el Colegio Superior de Agricultura Tropical en Tabasco, con experiencia como académico por  la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. Fungió como oficial mayor durante la jefatura de gobierno de López Obrador, entre 1996 y 1998.

     Finalmente, el virtual presidente electo de México dijo que Manuel Bartlett será el encargado de dirigir la CFE. Bartlett tiene una amplia trayectoria política, pues fue secretario de Gobernación durante el sexenio del presidente Carlos Salinas de Gortari, entre 1982 y 1988, para después ocupar el cargo de secretario de Educación Pública entre 1988 y 1992.

     Bartlett es egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de México (UNAM), también fue gobernador de Puebla entre 1993 y 1999 y actualmente es senador con licencia.

     Para algunos, los nombramientos anunciados hoy por el futuro presidente no son los más alentadores, debido a que incluyen algunos personajes que han mostrado una fuerte oposición contra la apertura del sector energético del país.

     Esa situación, en caso que ese antagonismo se refleje en políticas menos favorables para las inversiones privadas, podría acabar por ser castigada por los inversionistas e incluso por los mercados financieros.

     “Ya Andrés confirma que todos los hardliners de energía se quedan”, escribió también Monroy en su cuenta de Twitter. “Es una mala, muy mala idea y mala señal para el sector energético mexicano”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 



Fecha de publicación: 27/07/2018

Etiquetas: AMLO Energéticos Energía Extracción Hidroeléctrica México Plan Refinerias